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Era la primera vez que me miraba al espejo por mucho tiempo sin hablarme, ahora que lo menciono suena ridículo. Me gustaba como me veía, mi cabello lucía más brillante y la camisa que comenzaba a abotonar me quedaba linda, joder, me encantaba.

― ¡Min, apúrate que se hace tarde!

― ¡Ya voy mujer! ―me miré por última vez en el espejo antes de bajar al salón―. Perdón por la demora, esta cor... ―la primera persona que vi al bajar fue Jisung, no se como no me caí a la mierda de las escaleras, él estaba... estaba hermoso y esa camisa le quedaba perfectamente bien, me moría de ganas de decírselo en ese momento, pero debía ser, o tratar de ser discreto.

― ¿Min? ―preguntó mamá, creo.

― ¿Ah? ah-si, si, estaba diciendo que esta corbata es una mierda.

― Yo te ayudo a hacer el nudo ―se ofreció HyoJong amablemente, mamá lo miró enamoradísima, está bien Hyuna, comparto tu opinión con que los Han tienen un encanto particular sobre nosotros.

― De a-acuerdo ―tragué saliva, no mentía cuando decía que HyoJong me intimidaba un poco, él sólo trataba de ser bueno conmigo, en ese instante.

― Es sólo cuestión de práctica.

― Déjame decirte que es un coñazo.

― ¿Tienes que hablar de esa forma? ―cuestionó mamá, cruzándose de brazos―. ¿Por qué no eres como Jisung? educado, inocente, lindo.

― ¿Estas segura, má? ―elevé una ceja y ella lo captó enseguida, creo que Jisung también porque estaba todo rojo.

Y luego estaba HyoJong que no entendía una mierda, pero estaba muy feliz y concentrado haciendo el nudo de mi corbata negra.

― Listo muchacho, te ves bien.

― Gracias Jong, tú también te ves bien con ese traje ―hice un pequeño gesto de agradecimiento con la cabeza, y el suegrito me lo devolvió.

Escuchamos la bocina del viejo auto de mis abuelos, mamá como siempre tomó las llaves de la casa apurada, y apagó todas las luces de la casa, excepto la de la cocina, por si acaso. Salimos a recibirlos, el abuelo estaba muy sonriente, algo raro en él, pero mi abuela, ni hablar, apenas me vió juré ver sus ojos brillar y no me dió tiempo de darme cuenta que ya estaba siendo apretujado por sus brazos llenos de amor.

― ¡Estas tan lindo, y tan grande, cariño! ¡Mírate, cielo, eres hermoso, ya te vas a graduar! y pronto te recibirás, tendrás una familia y te vas a casar con la persona que ames y...-

― Querida no le cagues la vida, ¿parece una pesadilla si lo dice de esa manera, cierto? ―interrumpió mi abuelo acercándose a nosotros, peinó mi cabello y me miró con una sonrisa―. Mocoso, llegó el día, muéstrales a todos que tan grande la tienes.

― ¡Papá! ―lo regañó mamá como siempre.

La abuela finalmente me soltó y comenzó a discutir con mi abuelo y mamá por lo que había dicho él anteriormente. Se estaba haciendo un poco tarde, Jisung me sonrió e hizo un gesto de que lo siguiera al auto, no lo dudé ni un segundo y ambos nos subimos a los asientos traseros del vehículo de mamá.

― Ahg, perdón por eso, mi abuelo es algo... brusco ―rasqué mi nuca, incómodo―. Pero dime si no te sientes cómodo, haré lo que sea para que estés bien con nosotros.

― Está bien, Min, no me incomoda tu abuelo, es divertido ―dijo con una sonrisa.

― ¿Entonces para que me invitaste a subir al auto, cochino?

𝙸 𝙷𝚊𝚝𝚎 𝚈𝚘𝚞 × 𝑚𝑖𝑛𝑠𝑢𝑛𝑔 ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora