𝐁𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝𝐬 ♡̸ Sungsun

O19 𓂅 Nayeon Noona

-¡Por Dios! ¡Me desesperan!- gritó Nayeon, tirándose sin fuerza de sus cabellos en un acto impaciente.

-Lo sé, lo sé, pero cálmate.- pidió Sana, pegando la cabeza contraria a su pecho mientras daba leves golpecitos a su mejilla, tratando de -tranquilizar- a la castaña.

-Pero solo míralos, tan novios y aún siendo mejores amigos.- lloriqueó Nayeon.

-Todos podemos verlo, y créeme, no entiendo cómo sus amigos no les dicen nada si--

-¡Verdad que sí!- exclamó la mayor, interrumpiendo a Sana. -Si yo fuera Yang o Shim ya hubiese hecho que se besaran. ¡Ya sabes! cuando estén hablando de frente, ¡saz! empujo sus cabezas y beso para que todos vean.- sonrió, mirando al par de mejores amigos y, como siempre, Sunoo sentado en las piernas de Sunghoon mientras comían el almuerzo.

-Estás loca.- negó la menor luego de unos segundos de silencio donde procesaba lo que Nayeon había dicho.

-Loca por verlos juntos.- lloriqueó nuevamente, ahora pegando ella misma su cabeza al pecho de Sana.

-¿Por qué no vas y les hablas?- preguntó, acariciando los suaves mechones que Nayeon poseía.

-¡Claro!- a la mayor se le iluminó la cara, levantándose abruptamente de su asiento. -¡Ya sé! Haré como en los fanfics que leí.- sonrió maliciosa y empezó a caminar para ir a la mesa donde se encontraban los cuatro amigos.

-Oh no... esos libros son del diablo.- murmuró Sana, levantándose y siguiendo a su amiga para, en cualquier caso, controlarla.

Pronto la castaña estaba frente a la mesa, y como si fuera lo más casual y normal del mundo, se sentó al lado del par que tanto anhelaba como pareja, un poco más lejos para no incomodarlos y no interrumpir. Sana se mantuvo de pie a un lado de su amiga.

-¡Hola!- saludó alegremente, viendo a los cuatro chicos quienes la miraban con curiosidad.

-¡Hola!- Sunoo no dudó en saludarla con la misma efusión.

Nayeon quiso llorar, ¿por qué siempre Sunoo debía ser tan lindo y tierno? ¡Quería comerselo a besos!

-¿Eres Nayeon, cierto?- preguntó el rubio, levantándose del regazo del mayor, acercándose a la castaña para verla más de cerca, sentándose a su lado. Siempre le pareció alucinante la belleza que Nayeon poseía.

-Oh, sí. Que emoción, me conoces.- sonrió la mayor, apretujando las mejillas del menor cuanto lo vio cerca, sí, siempre quiso hacer aquello.

-Uh, está bien, eh...- interrumpió Sunghoon y luego tosió, deslizándose un poco por su asiento y acercándose a Sunoo, pasando uno de sus brazos por la cintura de este y acercándolo a sí, logrando que la castaña dejara sus mejillas.

Nayeon quiso gritar. ¡Estaba viviendo aquello en primera persona! ¡En vivo!

-Esperen, me va a sangrar la nariz.- murmuró más para sí misma mientras con sus manos se daba algo de viento en el rostro.

-¿Qué? ¿Por qué? ¿Estás bien?- un preocupado Sunoo sorprendió a la mayor, este analizaba el rostro de Nayeon, ¡No quería que le sangrara la nariz!

-Creo que voy a llorar- asintió. -Es una expresión, no me sangrara la nariz,- sonrió -creo.- completó, sin dejar de sonreír.

-¿Puedo llamarte Nayeon Noona?- cuestionó Sun, ladeando la cabeza.

-Oye, si no te lo comes tú, lo haré yo.- aclaró con seriedad, mirando al pelinegro detrás del menor, quien frunció el ceño. -¡Sí! ¡Claro que puedes!- cambió su mirar a Sunoo, tocando su nariz de un ¡pup! El menor sonrió levemente.

Sunoo iba a hablar, mas fue interrumpido al ser cargado por Sunghoon, quien lo sentó nuevamente en su regazo y lo abrazó desde la cintura, dejándole un pequeño beso en el costado derecho de su cabeza.

A Nayeon le faltó el aire por un momento.

-Ya. Ahora es la parte donde se besan.- dijo por impulso con una sonrisa. Ella realmente quería ver aquello, aunque sabía que no pasaría porque -mejores amigos-.

Sunoo se sonrojó notablemente. ¿Acaso Nayeon Noona sabía que ellos se daban besitos de vez en cuando?

Y la mayor creyó sentir algo líquido saliendo de su nariz cuando vio a Sunghoon sostener los cachetes de Sunoo con una mano, dejándole un suave beso en la comisura de sus labios.