𝐁𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝𝐬 ♡̸ Sungsun

O14 𓂅 Sueño

Sunoo bostezó, una vez más.

El sueño estaba haciendo de las suyas, Sunghoon lo notaba; notaba el esfuerzo que Sun estaba haciendo con tal no quedarse dormido y seguir jugando a la consola con él.

Era viernes por la noche, próximo a fin de semana y el azabache invitó a su mejor amigo a quedarse a dormir en su casa, proponiendo una pijamada a la que el rubio accedió contento.

Por ello, se negaba a admitir que tenía sueño, no quería dejar a Sunghoon solo simplemente porque no durmió bien la noche anterior a causa de un examen de matemáticas que quería aprobar, por lo que estudió hasta más de media noche, obteniendo así, tener sueño antes de lo que desearía un viernes.

Sus párpados le pesaban y sus ojos le picaban, bostezando cada cierta cantidad de tiempo.

Bostezó otra vez; debía ser la décima en unos quince minutos.

Sunghoon le miró de reojo, percatandose del semblante cansado que este tenía.

—Sunnie.— llamó de manera suave, este lo miró y sonrió un poco, se veía bastante cansado.

Sabiendo que si le preguntaba le diría que no, que estaba perfecto y que podía seguir jugando con él, simplemente dejó su mando en la mesita de en frente suyo y se sentó en el sofá, ambos se encontraba sentados en el suelo.

Sunoo lo miró extrañado, dejando también su mando en la mesita.

Sunghoon le extendió su mano, en una petición silenciosa de que la tomara, y así fue, Sunoo la tomó, levantándose del suelo y sentándose en su regazo con sus piernas a un costado cuando el pelinegro tiró de él para lograrlo.

—Bebé, ¿te parece si nos quedamos así?— preguntó Sunghoon en un susurro, acariciando con parsimonia la cintura del menor.

Sunoo asintió, y Sunghoon dejó un suave beso en la comisura de sus labios, otro más en su mejilla y otro en su hombro.

El rubio apoyó su cabecita en el hombro de su mejor amigo, buscando comodidad y el sueño ganándole esta vez cuando cerró sus párpados por el notable cansancio.

Sabiendo que no podría más y se quedaría dormido en cualquier momento, abrió lentamente sus ojitos y miró el perfil izquierdo del azabache. Con lentitud, subió una de sus manitos a la mejilla derecha de Sunghoon, dándolo vuelta haciendo que ambos pudiesen mirarse a los ojos, y plantó un beso en sus labios aún apoyando su cabecita en el hombro del pelinegro.

Sunghoon se sorprendió, amando la sensación que estaba sintiendo y alegrándose al notar que el rubio había tomado aquella iniciativa.

—Te amo, amor.— susurró Sunghoon en los labios ajenos una vez se habían separado, luego dejando sonoros y lindos besitos en el cuello expuesto de este. 

Sunoo rió con cansancio, el sueño estaba matándole.

—Te amo más, Hoonie.— murmuró Sunoo, dejándose llevar por el sueño que le carcomía completamente, enrollando sus brazos en el cuello del mayor y sus piernitas en la cintura de éste cuando Sunghoon se levantó del sofá, con mucho cuidado de no mover demasiado al menor.

—Iremos a dormir, ¿sí, dulzura?— preguntó el mayor, abrazando de su cintura con fuerza.

Sunoo asintió, dejando un pequeño besito en el cuello del mayor mientras éste caminaba con cuidado a su habitación, subiendo las escaleras de igual manera.