𝙋𝙖𝙧𝙩𝙚 𝙪𝙣𝙤

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La música sonaba estridente a través de los altavoces, las luces intermitentes neón envolvían el ambiente donde un sin número de adolescentes se movían de aquí a allá, bailando, bebiendo o simplemente pasando el rato.
Como era común un viernes en la noche, los jóvenes aprovechaban para salir a divertirse y liberar el estrés de la semana.
Por esta vez la fiesta era en casa de Tyler, un estudiante de intercambio universitario que había ganado fama por precisamente, realizar las mejores fiestas estudiantiles. Su casa era bastante grande y solía prestarla para eso, se podía comprobar con solo dar un vistazo, todo el piso inferior de la casa estaba lleno, desde el salón hasta la cocina, incluso el patio trasero.

El piso de arriba mientras tanto, a pesar de tener una gran cantidad de personas no estaba tan repleto.
Podías caminar libremente por los pasillos al menos.

En uno de los espacios libres se encontraba un pequeño grupo de personas, estudiantes de diferentes años y carreras, sentados en círculo mientras bebían y charlaban tranquilamente.
El ambiente se sentía animado, entre risas y bromas pesadas.

Si había una persona que quizás no la estaba pasando tan bien sería Kim Taehyung.
El pelinegro se encontraba aburrido, y era bastante notable en la forma en que movía distraídamente su vaso rojo y bostezaba de vez en cuando.

Este no era su ambiente. Si bien Taehyung no era un completo asocial que odiara salir de fiesta, tampoco podía decir que amara el ruido reventándole los tímpanos, el alcohol en exceso y la gran cantidad de personas.

Sopesaba la idea de irse a casa ya, llevaba poco más de hora y media allí, fue porque Tyler le invitó personalmente y creyó que sería un buen plan para la noche de viernes.
Solo que ahora no lo creía tan divertido y el cansancio le estaba implorando irse y dormir para siempre.

Se decidió entonces, dejando su vaso lleno hasta la mitad a su lado, se despediría vagamente del dueño de la casa y regresaría a la comodidad de su cama.
Su improvisada salida se vió interrumpida por la propuesta de uno de los chicos del círculo.  

—¿Qué tal si jugamos un juego?

Todos los demás dejaron de prestarle atención a lo que hacían para enfocarse en las palabras del chico.

—¿Un juego como cuál?

—No lo sé, solo algo para animar un poco el ambiente.

Varios comenzaron a hacer sus propuestas sobre a que deberían jugar, hasta que las palabras de una de las chicas fueron todo lo que Taehyung necesitó para largarse de una vez.

—¿Y si jugamos verdad o reto?

Claro, como no imaginarlo. Si era el juego por excelencia de las fiestas, reuniones o salidas grupales.

Muchos se negaron diciendo que era algo aburrido y gastado ya, mientras que a otros les pareció una buena idea. Finalmente después de someterlo a votación decidieron que jugarían verdad o reto.

—Aunque creo que necesitamos más gente.

Y ahí Taehyung supo que era su momento de huir.
Mientras algunos chicos y chicas se levantaban para buscar personas que quisieran incluirse en el juego el pelinegro hizo lo mismo con esa excusa, solo que el siguió el camino hacia las escaleras. Lástima que no tuviera tanta suerte.

—Hey Taehyung, ¿A dónde vas? –Tyler lo interceptó nada más puso un pie en el último escalón.

—Me voy a casa, estoy cansando. –Intentó poner su mejor sonrisa de pesar, pero por los ojos entrecerrados que lo miraron supo que no fue muy convincente.

¡𝐍𝐨 𝐦𝐞 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐚 𝐉𝐢𝐦𝐢𝐧! ❦ 𝐓𝐚𝐞𝐆𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora