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Por suerte, era sábado. Así que no debían despertar temprano, pero Sun abrió sus ojos cuando apenas eran las ocho cuarenta.
Bostezó y estiró su brazo, volviendo a hacerse una bolita, sintiendo unos brazos abrazarla por detrás. Se congeló, sintiendo su corazón latir a mil por hora.
El sueño se esfumó, sorprendida por su actuar al no ser capaz de irse a su cuarto cuando apenas sintió sueño.
Estaba avergonzada, pero tampoco podía moverse, menos cuando Jeno se acercó.
Pudo escuchar cerca de su oído el suspiro del pelinegro y un pequeño quejido.
---- Je-Jeno..- tocó su mano, intentando despertarlo -
---- uhmm..- recibió una vaga respuesta -
---- ¿Su-Sueltame..?
---- uh-hu..
Su nariz estaba en contacto con el cuello de Sun, generando cosquillas cuando respiraba.
---- mi padre va a llegar a las nueve, Jeno..- insistió -
Sus brazos se aflojaron, suspirando cuando ella se levantó del sofá, mirandola aún con los ojos entrecerrados.
---- ¿que hora es? - preguntó el pelinegro con voz ronca, haciendo que ella volteara -
---- ocho...cincuenta. - contestó metiendose a la cocina -
no recibió respuesta alguna, pero siguió con su desayuno rápido. Tomó una manzana y la partió en rodajas, las puso en un platito y encendió la cafetera, sabía que a Jeno le gustaba el café.
al volver a la sala, reteniendo su verguenza, se acercó al sofá y pudo ver al chico durmiendo boca arriba, con ambos brazos extendidos en el sofá y respirando suavemente.
---- Hey..- lo tocó en el hombro, sacudiendolo un poco - despierta..
---- e-estoy despierto. - contestó en un balbuceo casi inentendible -
---- no lo parece..- susurró
Jeno abrió sus ojos, dirigiendolos a ella y frunciendo un poco el ceño.
---- ¿Sun?
---- Uhm..- asintió en su dirección, afirmando que le escuchaba -
---- ¿dormiste bien?
era algo que siempre preguntaba, lo hacía cuando se encontraban en el salón, cuando comenzaban a mensajearse o cuando no tenía que preguntar. Y esa pregunta tan cotidiana no le hubiese afectado tanto si no estuviese en esa situación, porque sí. Sun se sintió bien y durmió tranquila, sin siquiera despertarse con Jeno a su lado.
entonces...¿que debía responder?
asintió, apartando la mirada y tomó el control de la tv, poniendo las noticias y yendo nuevamente a la cocina.