mío. (pt. 2)

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Masaki nunca fue un hombre cariñoso, desde niño fue alguien muy reservado, incluso con sus padres, aunque ni siquiera los quería. Por Dios ¿Cómo iba a querer a dos imbéciles irresponsables? De verdad que los detestaba.

Cuando fue adolescente, se enamoró de una joven de la cual seguía siendo amigo hasta su adultez, ya que estudiaron en la misma escuela, universidad y entraron a trabajar al mismo sitio, era como si el universo los deseara juntos. Todo iba bien con ella, hasta que se apareció en su vida un chico de cabellos negros y físicamente maltratado, automáticamente sintió un deseo de protegerlo a toda costa.

Al mismo tiempo, Klaha comenzó a tener problemas de dinero, por lo cual decidió mudarse a la casa de Mana, el joven maltratado que "había salvado de su abusivo novio", obvio sin antes tener su autorización para ir a vivir junto a el.

La relación entre ambos jóvenes era agradable, Manabu era atento y agradable, cocinaba bien y era como una madre la cual lo amaba sin importar que, a tal punto de que lo sentía vigilandolo en cada momento de su vida. Pero obvio, creía que era solo el, no que era literalmente Satou espiandolo cómo pasatiempo.

El desconocía de la obsesión que estaba desarrollando su compañero de casa hacia el, y gracias a ello fue más fácil que fuera desarrollando una dependencia muy fuerte hacia Mana.
Y así fue como iba pasando el tiempo, Masaki y Manabu enfermando mentalmente. Uno obsesionado, el otro dependiente emocional, pero ambos desconociendo de la fijación que tenía uno por el otro.

Mana, por su parte, había comenzado a dejar atrás su plan de hacerlo sufrir, ya que al notar su amable comportamiento que solo relucía con el sintió que no lo merecía.
Su obsesión nació cuando vió a la amiga de toda la vida de Klaha, la cual, el desconocía totalmente. Masaki nunca le había hablado de ella y no sabía lo que era exactamente de el, pero sus celos salieron a la luz, terminando en un asesinato a sangre fría.

Masaki, por obvias razones, no sabía lo que le había pasado a su mejor amiga, pero ahora estaba asustado de que a su último ser querido fuera a ser desaparecido de la misma manera. Por lo cual, Klaha tuvo la necesidad de proteger aún más a Satou.
Ya no tenía solo la necesidad de protegerlo de su aparente novio, si no de ya no aparecer de nuevo para que este le cocinara o le diera mimos. No sé perdonaría si eso llegara a pasar.

Haruna no sabría que hacer sin Satou, desde que su compañera de trabajo había desaparecido no tenía a absolutamente nadie más, Mana era el único que ahora podía sacar a relucir la mejor versión de si mismo.

Porcelana. - Mana x Klaha. (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora