Chispa en las Vegas [KookTae]

៸៸ 🌙 ꒰꒱❜ Capítulo 23

[Maratón últimos capítulos 2/3] 🌬🦋

El castaño poco a poco fue levantándose, debido a los rayos de sol de esa mañana, estirándose levemente antes de darse la vuelta para saludar a Jungkook.

Pero caso contrario, Taehyung hizo una mueca de disgusto al observar que se encontraba durmiendo solo en la habitación del rubio.

— Quizás esté en la cocina —pensó—

El castaño se levantó sin llegar a ejercer movimientos bruscos debido a la noche anterior, encontrando unas pantuflas cerca de la cama y posteriormente ponérselas, para luego terminar bajando a la planta principal en busca del alfa.

Taehyung bajó las escaleras con cautela, llegando hasta la cocina donde lo esperaba un extenso plato de aperitivos para que pudiese desayunar, haciendo que ese hecho hiciera que el omega sonriera en grande.

No fue hasta que se acercó un poco más a los platillos, observando así una pequeña hoja que se encontraba doblada sobre la mesa.

Taehyung tomó la nota de inmediato, estando seguro que Jungkook había dejado aquella hoja para que este pudiera leerla.

❝ Cariño, perdón por hacer que despertaras solo, sé que no es una excusa válida, pero tenía que resolver unas cosas antes. Volveré pronto y por favor no te preocupes demasiado, prometo que buscaré la manera de solucionar esto lo más pronto posible. ❞

Atte: Jeon Jungkook

El castaño suspiró, guardando la nota antes de comer sin mucho apetito lo que el rubio le había dejado, y es que él de verdad quería iniciar su día con el alfa al lado.

No pasó más de quince minutos cuando el omega se dispuso a comenzar a lavar las cosas, secando y guardando cada una en su respectivo lugar.

Una vez que este viera que ya había acabado, se dirigió a la sala del departamento, acostándose en el gran sofá, colocando ambas manos sobre su plano vientre, dibujando en este leves círculos con las yemas de sus dedos buscando interactuar un poco con su cachorro.

— ¿Tu le crees a tu padre? —le preguntó el omega a su cachorro— Porque yo lo único que quiero es que vuelva para avisarle que después de esto, tendrá que esforzarse mucho para que logre conseguir mi perdón.

El omega rió levemente, siguiendo con lo suyo de acariciar sobre su vientre a su cachorro. No sabiendo en qué momento las horas pasaron de forma tan rápida, llegando a dormirse en cierto punto sin llegar a hacer movimientos en falsos.

El castaño pestañeó incrédulo cuando observó la hora en su celular, el cual indicaba que eran exactamente las 2:45 de la tarde. Eso se le hizo extraño, y a la vez más que nada preocupante, preocupado por saber cómo estaba Jungkook.