Two

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Chapter Two

『 Chapter Two 』

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El tiempo voló, al igual que su imaginación, durante horas qué parecieron segundos la música se mezclo con la ilusión de algún día conocer a su amado.

El sueño empezó a invadirla haciendo qué dejará de tocar la suaves melodías qué  llenaban lugar. En cuanto sus ojos se cerraron logro escuchar unos suaves golpes en su puerta.

El sonido la sacó de su ensoñación y dirigió su vista a la entrada de la habitación.

—Señorita Gryna, la cena está servida y los señores la esperan. —la doncella avisó por lo que la joven camino rápido hasta la puerta para abrirla y salir de allí.

La doncella la llevo hasta el ala este donde se serviría la cena aquel día, aunque la sirvienta trato de mantener una pequeña conversación con la chica para que no se aburra durante todo el recorrido Eveleen no pudo pensar en otra cosa que en la conversación que tendría en la mesa.

Era claro que le hablarian de las personas que irán al baile, con quienes de ellos deberá hablar, y que cosas tendrá que hacer para conseguir un buen y noble candidato para marido en su debut.

Al llegar a la cena, se sentó en el único lugar vacío y observo la mesa hiena comida que seguro no la dejarían comer. ¿Por qué? Creian que si comía cualquier cosa salada o dulce aparentemente cambiaria su humor y el vestido que debía usar al día siguiente le dejaría de quedar.

Con suerte la dejarían volver a su habitación en menos de una hora para que logrará descansar bien y juntara  energías para el día siguiente, en vez de mantener la tortura mental  que era escucharlos hablar de un futuro que no estaba segura de querer tener.

Le sonrío los Duques preparandose mentalmente para la larga charla en la que no la dejaran decir una palabra y en la que opinarían de cómo será su vida y de con quién la pasara hasta su muerte.

Eveleen cerro los ojos por un segundo y respiro hondo antes de fingir la sonrisa más real que pudo para que no se notará que sufría por dentro gracias a la conversación que se aproximaba. 

Al volver a abrirlos vió que su plato ya no se encontraba vacío, sino que sobre el había un Kugelis¹ acompañado de mermelada de arándanos rojos y salsa de manzana, haciendo que al comerlo el platillo supiera completamente extraño debido a la mescla de sabores. La verdad a ella nunca le gusto este platillo pero tampoco podía quejarse, tenía algo en su plato y no pasaba hambre.

Empezó a comer lentamente mientras rezaba en su interior para que a los nobles se les olvidará el tema del baile, aunque sabía que era imposible debido a que el baile sería la siguiente noche.

No creía poder soportar las acotaciones y supuestos consejos sin perder los estribos, y terminar tirando algún plato o cubierto hacia la duquesa o, aún peor, al duque.

—Mi querida Gryna recuerda, solo debes hablar con los nobles que nosotros elijamos. —comento el duque antes de dale paso a su esposa para hablar del tema. —Es de vital importancia, tu no conoces como es realmente la alta sociedad.

La joven grito para si misma por lo que acababa de hacer, esa simple oración iba a desatar una larga charla con cientos de nombre y títulos de nobleza que no podría recordar mañana en el baile pero que aún así debía fingir saber.

—Mi marido tiene razón, pequeña, no querrás terminar con un simple baron o alguien peor. —acotó con desangrado la duquesa entrando a la conversación. —Talvez, si destacas lo suficiente y te comportas exactamente como te enseñamos, consigas enamorar hasta al heredero del archiduque.

—Espero que así sea, mi señora. Ojalá pudiera llegar a casarme con un noble cercano al archiduque —habló con sinceridad la albina, pues era la verdad— para así tener una vida feliz y tranquila.

Por mucho que Eveleen quisiera que lo último fuera pasara sabía que no era posible, una vida con un noble de bastante poder, como un duque o un título mayor, era complicada.

La atención de todos en cada paso que dabas, la presión de ser prácticamente perfecta, las consecuencias de cada palabra dicha y por decir, y la influencia en el estado y la sociedad junto con las amenazas que está conllevaba no era lo que quería.

Aunque si lo pensaba con detenimiento no era tan diferente a su situación actual. La única carga de más podría ser el  poder sobre el estado y las amenazas de muerte pero, además de eso, todo ya lo sufría.

La charla con la duquesa siguió, deteniéndose en los bocados que daba a la comida, pero Eveleen solo se mantuvo en silencio apenas comiendo de su plato y bebiendo bastante agua de su vaso, el cuál una sirvienta llenaba cada vez que empezaba a vaciarse.











Paso al menos una hora, de eso estaba segura, cuando por fin terminó de hablar, la comida estaba fría y el duque se encontraba entre dormido a causa de la hora.

La "conversación" de la duquesa, si es que se podía llamar asi cuando la única participación de Evelina era asentir a todo lo que se le decía, paso por el heredero del archiduque Ugné hasta el conde Giedrius, todos nobles solteros del ducado y posibles maridos para la joven, pero ninguno con un título menor que el de Conde debido a que consideraban que su perfecta Gryna era merecedora de nobles de alto rango y no permitirían que la desposara alguien con poco poder.

Aunque no era realmente por ella, era obvio que los duques buscaban su propio beneficio a través del compromiso de Evelina, esa era la verdadera razón por la que la niña fue separada de sus padres, apropiada y criada por los duques.

El casamiento siempre fue y será para ellos una estrategia, un mero contrato o intercambio para obtener tanto poder político como económico, su pequeña Gryna no era más que un objeto precioso tal como una moneda de oro, intercambiable, y era tan manipulable como una marioneta inanimada con la que podían conseguir ser unos de los nobles más influyentes del ducado.

Si los duques realmente amaran a la niña como decían no la obligarían a casarse con un hombre influyente pero desconocido que solo la vería por unos minutos y con ello decidiría el destino de su vida, al tomar la decisión de si comprarla o no, porque el matrimonio consistia en que el futuro esposo pagaría un gran cantidad de dinero, posesiones de gran valor o tratos beneficiosos a la familia de la mujer para poder desposarla y hacer lo que quisiera con ella.

Una reunión donde los duques convencerían a las personas más convenientes para entregarle la mano de su perfecta Evelina, eso era el baile en realidad, más allá de las consecuencias que podría atraer para cada persona que se encontrara en el. 

Pero Eveleen parecía desconocer aquello o al menos parecía ignorarlo ante los duques, desde su punto de vista el baile se veía más como una oportunidad de conocer a el amor de su vida, la persona que la amaría completamente hasta su muerte y que terminaría con la agobiante y monotona vida que llevaba en el castillo.

A decir verdad no se equivocaba, la persona que tanto esperaba si la conocerá pero no será tal y como ella planeaba, pues no siempre el amor de nuestra vida viene de una manera romántica.

El amor de tu vida puede ser tu hermana, tu madre o tu amigo, porque no es a quien amas de manera romántica sino quien te ama con todo su corazón y que daría hasta su vida por ti.

Pero era difícil que Eveleen supiera esto. Lo único que sabía del amor era lo que había leído en libros románticos que encontró alguna vez en la biblioteca y lo que proclamaban hacia ella los duques cómo amor, qué en si era más una adoración a su apariencia y su aparente origen divino que cariño verdadero.

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⏰ Última actualización: Oct 17, 2023 ⏰

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