Tenía 30 llamadas perdidas de TaeHyun, realmente no quería contestar. No quería hablar, mucho menos con él...
TaeHyun siguió insistiendo por 10 mintos más, hasta que se detuvo, me sentía aliviado de que dejara de llamarme y me dejara en paz.
Me había molestado bastante su comportamiento, me había esforzado bastante en hacer todo eso como para que sólo me dejara plantado.
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Logré escuchar como alguien tocaba la puerta, y sí, era TaeHyun.
Llevaba rosas y un regalo, además que venía con unos jeans negros rotos, una camisa negra sin mangas y encima una chaqueta de cuero negra, se veía muy atractivo..., pero tenía que mantenerme cuerdo. No quería perdonarlo.
No debía.
Volvió a tocar la puerta.
─ Osito, sé que estás ahí. Ábreme la puerta, por favor.
Me asusté por lo que dijo, pero finalmente decidí abrirle la puerta.
─ Sabía que estabas ahí, osito ─ tomó mi muñeca y me atrajo a él para despues pasar sus brazos por mis caderas y finalmente darme un beso. ─ Lo lamento, bebé. Sucedió un percance y no pude avisarte.
─ No te preocupes ─ suspiré.
─ ¿Te parece si celebramos hoy? ─ Sonrió.
¿Como negarme a esa preciosa sonrisa? Realmente no lo sé.
Terminé aceptando.
Vimos una película en la sala y también cocinamos, terminamos a las 9 y nos fuimos a dormir por petición mía, estaba bastante cansado a decir verdad.
Me divertí mucho este día. Pero eso no quita lo deprimido que sigo por el día de ayer. Me había afectado bastante, debía admitir.
Pero estaba bien, Taehyun dijo que algo había sucedido.
Eso no estaba en sus manos.
No era su culpa, ¿o sí?
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