Recuerdo que había un pueblo cerca del río, muy alejado de la ciudad; los citadinos decían que ese lugar era de mala muerte ya que todos sus habitantes eran muy amargados y fríos. Un otoño, Diane y yo fuimos a turistear al pueblo para ver si los rumores eran ciertos, llegamos, nos hospedamos en un hotel y no salimos de ahí hasta el día siguiente. Cuando nos despertamos, el cielo tenía unos tonos rojizos, salimos del hotel y fuimos al centro del pueblo, al llegar vimos que no había ni un local abierto y nos extrañamos, el único local que estaba abierto fue uno de juguetes antiguos, así es que fuimos a verlo.
La recepcionista, una mujer joven (como de unos 25 años) muy linda, pero con bastantes ojeras. Tenía el pelo corto, llevaba puesta una falda de color gris hasta las rodillas y un saco de la misma tonalidad con unas pequeñas hombreras, exploramos la tienda, había muchísimas muñecas de madera, parecían hechas a mano, algunas eran muy tétricas y otras estaban lindas, Diane caminó al fondo de la tienda y vio unas escaleras que al parecer llevaban a un sótano, bajamos, y ahí había muchas partes de muñecas inconclusas, al fondo del pasillo se encontraba una muñeca en un ataúd de madera obscura, el interior estaba forrado con una tela roja, la muñeca tenía los ojos verdes, pelo corto, negro, y un uniforme escolar.
En el momento en el que yo (Axl) vi a esta muñeca recordé una noticia que vi días antes de una persona desaparecida en este mismo pueblo. Subimos las escaleras, fuimos a la caja y le pregunté a la recepcionista por qué tenía una muñeca de la chica desaparecida... La mujer sin expresión alguna en su rostro señaló la puerta del local indicando que saliéramos, Diane y yo salimos del local y la mujer cerró la puerta con candado colgando un letrero de "cerrado". Regrese la mirada hacia el local y vi que la mujer estaba hablando sola, me extrañó lo que estaba haciendo, por lo que tuve la tonta idea de voltear y tocar la puerta del local para llamar su atención— Toc toc— le dije a Diane que nos fuéramos de ahí porque me sentía incómodo, regresamos al hotel y sacamos de nuestras mochilas unos sándwich, mientras comíamos, escuchamos gritos en el local de muñecas, bajamos apurados las escaleras y le preguntamos al dueño del hotel que pasaba, nos contestó que no ocurría nada, que era normal que se escucharan gritos en ese local. Fuimos al local a ver qué ocurría. Para cuando llegamos la recepcionista estaba hincada, con la ropa rasgada y rasguños por todo el cuerpo, enfrente de ella había una mujer alta, un poco más alta que yo, pálida, y bastante delgada, la mujer se percató de nuestra presencia y nos volteó a ver con una sonrisa perturbadora, todos sus dientes parecían colmillos, los dedos de sus manos eran largos y sus uñas como garras.
Agarré de la mano a Diane y la aventé detrás de mí, en ese momento la mujer dio tres pasos largos hacia la puerta, era bastante rápida, y en el tercer paso se paró pegada al cristal sin quitar su sonrisa, di un paso para atrás y me tropecé, quedé petrificado sin apartar la mirada de la mujer, Diane me gritó, haciéndome entrar en razón, me levanté del piso y me eché a correr agarrando la mano de Diane en dirección al hotel.
Cuando llegamos al hotel fuimos corriendo al dormitorio y nos asomamos por la ventana a ver si pasaba algo, cuando dirigimos la mirada hacia el local, vimos cómo la mano esquelética y larga de la mujer bajó la persiana de metal lentamente mientras nos miraba fijamente esbozando su sonrisa perturbadora, me apresuré a cerrar las cortinas de la ventana y poner seguro a la puerta del dormitorio. Creímos que estábamos seguros. Nos sentamos juntos en la cama y nos quedamos viendo fijamente, Diane estalló en llanto y se recargó sobre mi hombro, la abracé intentando consolarla y nos quedamos así por un buen tiempo, después Diane se incorporó y con la voz cortada me preguntó qué había sido eso, qué fue lo que habíamos visto, no tuve palabras para contestarle y solamente hice un gesto con la cabeza indicando que no sabía la respuesta, en ese momento Diane se levantó dela cama rápidamente a ver la ventana, ya era de noche, estaba bastante oscuro y los faroles de la calle no estaban encendidos, volteó a ver la parte inferior de la puerta y vio una sombra como si una persona estuviera parada afuera del dormitorio, me dijo que me asomara por el ojo de la puerta a ver si había alguien, lo hice y no había nadie pero se seguía viendo la sombra, me asomé una vez más y vi a una mujer asustada y llorando, estaba muy desesperada, agarré la manija para abrirle la puerta pero Diane corrió y me agarró la mano antes de que lo hiciera, se asomó una vez más para ver afuera del dormitorio y vio como la mujer aumentaba de tamaño y adelgazaba repentinamente.
ESTÁS LEYENDO
The Curse
HorrorThe Curse es una historia de terror narrada por uno de los personajes principales, Axl. Dos chicos de 18 años fueron a un pueblo a turistear, pero el destino tenía otros planes...