𝟯. 𝗦𝗜𝗡 𝗥𝗘𝗧𝗢𝗥𝗡𝗢

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Natsu


Camine por mi habitación buscando alguna manera expresarle mis sentimientos, susurre mil veces saludos normales e intente pensar que Lucy estaba frente a mí, pero su imagen rechazándome me atormentaba una y otra vez. Razonablemente lo encontraba justo. Si Rogue no hubiera tomado la delantera no estaría así de ansioso, por unos instantes deduje que hablar con Levy probablemente era lo mejor, pero conociendo a mi prima me enviaría al diablo. Además, no podía hacer algo teniendo una relación con Lisanna. Eran las doce de la noche cuando decidí salir de mi habitación para tomar algo fresco, mi cabeza explotaría en cualquier momento.

Jellal se encontraba en la sala sentado con un libro sobre sus piernas, al verme él alzó una ceja, quise escapar haciendo un gesto fingido de sueño. Pero, mi primo apartó su libro de golpe.

—Se qué algo te pasa — cerré mis ojos lanzando maldiciones, giré para mostrarle un mejor gesto, pero Jellal negó con su cabeza.

—Lo imaginas —negué.

Pero Jellal dejó su libro sobre la mesita.

—Claro, como digas Natsu —habló, luego lentamente como una tortura me sonrió—. Tu rostro es el de alguien que está sufriendo demasiado.

—No digas tonterías, Jellal —respondí ya irritado.

—Te conozco más de lo qué piensas, primo —una altanera sonrisa se dibujó en su rostro.

No importa que hiciera él lo sabía y me interrogaría eternamente si pudiera, rendido, me desplomé sobre el sillón liberando un largo suspiro—. Levy me contó que te enojaste porque Lucy tendrá una cita con Rogue.

—Tu hermana nunca te deja sin noticias —acusé arrugando mi frente.

—Te molesta la cita ¿No es así? — preguntó ignorando mi comentario.

—No, es solo que Rogue puede tener otra intención con Lucy, me preocupa que ella sufra —intenté por última vez negar.

—Hasta donde sé, Rogue prometió que va enserio con ella, de hecho, hasta converso con Sting. Dudo que sus intenciones sean malas con Lucy.

—Gracias, me quedó tranquilo —respondí sarcásticamente—, ahora iré a dormir.

—Eres muy evidente —me detuve preguntándome que rayos quería seguir hablando—. Tus expresiones te delatan, te conozco mucho por algo soy tu primo. Y nuestros padres me dieron la responsabilidad de cuidar de ustedes. Eres muy despistado y difícilmente te sientas a pensar detenidamente en lo que pasara luego de que has actuado. Sabes que conozco a Lucy desde muy niña.

—Lo se... —reconocí. Antes de mudarme a Magnolia con mi hermana, Levy y Jellal

Eran amigos de Lucy desde sus primeros años en la escuela, los padres de Lucy y mis tíos son muy amigos por sus negocios. Cuando cumplí trece años mis padres decidieron que era bueno mudarnos a Magnolia, donde tuve la dicha de conocer a Lucy.

—Fue la primera vez que vi a Lucy tan mal, ella creció llena de amor —comentó observando la luz de nuestra sala.

—Nunca quise...

—Eso lo sé, nunca lastimarías a la persona que amas —Jellal esbozo una sonrisa cuando me vio confundido, jamás creería que él fuera tan observador—. Te dije que te conozco, incluse lo supe antes de tu mismo te dieras cuenta de tus sentimientos por ella.

Alcé mis brazos lanzando una exclamación de frustración, era tan dramático todo el maldito asunto, no era fácil.

—¡Lo arruine todo! ¿está bien? —confesé ya cansado—. ¿Qué puedo hacer ahora? Tengo novia, y Lucy tendrá una cita mañana.

𝐍𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐞𝐬 𝐭𝐚𝐫𝐝𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora