Y así la vida continuó, trascurrieron dos años desde la despedida con Lucy, sin ella todo parecía peor, aunque de todas maneras me adapte a convivir con el dolor de la perdida.
Ser estudiante era agotador, la noche pasada dormí solo dos horas por terminar con mi grupo el trabajo, la teoría y la practica son igual de estresantes, nadie se esperó que terminara estudiando gastronomía y era sensacional cada clase, de Lucy, bueno, ella llamaba diariamente, luego se redujo a ciertos días, ciertas semanas y ahora en fechas especiales. Era duro, pero cada vez que la extrañaba iba a mi pequeño librero a recorrer las paginas de sus dos libros publicados, eran mi mayor tesoro.
Es tan largo el olvido y tan dramático el amor.
Agotado de leer caminé hacia la cocina por un vaso de refresco, me recosté contra la mesa pensando seriamente en advertirle a Jackal que debía entregar su parte del trabajo en menos de tres horas, dejé el vaso sobre la mesa y di unos pasos hasta que la puerta de la cocina se abrió estrepitosamente, Jellal ingresó primero quitándose la bufanda, Levy y Wendy estaban chillando sostenidas de la mano.
—¿Paso algo? —les cuestione cruzándome de brazos,
—Qué aburrido estas Natsu, solo tienes veinte años —carcajeo Jellal ganándose un bufido de mi parte.
—Bueno, no es nada importante. Me voy —asevere retomando mi camino, pero Wendy se apresuró en cortarme el trayecto con una misteriosa sonrisa.
—¿Adivina, primito? —canturreo Levy con las manos alzadas.
—Claramente no quiero adivinar, no sé nada —respondí alzando mi labio superior.
—Vamos Natsu, sonríe, aunque puedo asegurarte qué con esta noticia lo harás —Jellal se recostó contra la heladera totalmente seguro de sus palabras.
—¿Que maldita noticia?
Jellal, Levy y Wendy se miraron como si fueran los mayores cómplices.
—Lucy volverá pasado mañana a Magnolia, tenemos entradas qué ella misma nos envió, hay una presentación de su nuevo libro en la sala del Hotel de Magnolia ¿escuchaste, Natsu? ¿me escuchaste? Lucy regresara.
La voz emocionada de Wendy se tornó lejana, solo pude pensar en el rostro amoroso de Lucy, ella regresaría, un agradable cosquilleo inundo mi pecho. Sin darme cuenta una sonrisa se dibujo en mis labios provocando que Jellal me viera con cara de asco.
—Lucy...
Temía que con estos años nuestra amistad se haya enfriado, una variedad de pensamientos atacó mi mente, sin embargo, me estabilice pensando en que Lucy efectivamente regresaría. El tiempo era lento y sagaz, pero siempre acomodaba todo a su propósito desconocido.
Aún amaba a Lucy como el primer día y ello no lo cambiaria ni el tiempo.
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𝐍𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐞𝐬 𝐭𝐚𝐫𝐝𝐞
FanficHace años ella optó por confesar sus sentimientos, pero una oportunidad se le fue denegada. El tiempo continuó y Lucy se acopló a ese recorrido, atesorando su amistad con Natsu. ¿Pero es realmente tarde para ambos? *Nalu