Hace años ella optó por confesar sus sentimientos, pero una oportunidad se le fue denegada.
El tiempo continuó y Lucy se acopló a ese recorrido, atesorando su amistad con Natsu.
¿Pero es realmente tarde para ambos?
*Nalu
De ser así, me maldigo eternamente, durante esa noche la sensación de perdida era tan terrible que no pude cerrar los ojos, no fui rechazado, pero ver a la persona que amas en brazos de otra persona era muchísimo peor. Esa noche, era solo el comienzo de una batalla interna que debía afrontar solo, porque el lunes en el instituto me entere que Lucy y Rogue eran oficialmente novios. Tener que fingir felicidad se convirtió en mi verdadera especialidad y Lucy parecía no percatarse de ello.
Tuve que aceptar, aunque me doliera que por más que sufriera verlos juntos, ella era feliz a su lado, Lucy continuaba siendo esa chica extremadamente amable, cuando se enteró de la ruptura con Lisanna se preocupo por ambos, estaba atenta y aunque tuve la tentación de explicarle el porqué, me lo guarde.
El destino se estaba riendo en mi cara y no tenia porque reclamar, no me sentía en el derecho de hacerlo.
Y así paso un mes, un maldito mes, estábamos terminando el instituto, por suerte aprobé las materias y las preocupaciones sobre sacar buenas calificaciones fueron reemplazadas por la preocupación del ingreso a la universidad. Una de las buenas noticias que recibí fue que una editorial estaba interesada en el manuscrito de Lucy, todos estábamos orgullosos de su trabajo, pero esa felicidad se desvaneció al enterarnos que al encontrarse en Crocus, Lucy debía instalarse allá y Rogue quiero imaginar que casualmente ingreso a la universidad de Crocus. Ambos se marcharían para buscar su futuro, Lucy se iría con él y evidentemente yo tenía la sensación que era el fin de toda tenue esperanza que estuve conservando durante todo ese tiempo.
Ahora estoy en el aeropuerto, parado observando con un profundo dolor como la mujer que tanto amo se despide entre lágrimas de mis amigos.
—Tranquilo cuidare de Lucy —me dijo Rogue, le devolví la mirada en silencio y él me sonrió, nervioso.
—Eso espero, Cheney —le respondí seriamente, ambos nos examinamos, podría jurar qué él sabía lo que sentía por Lucy.
—Natsu... —di media vuelta para verla allí sonriéndome levemente con algunas lágrimas en su rostro, de repente sentí como sus brazos me apretujaban —. Te extrañare mucho, Natsu
—Yo también... —percibí que mi voz se rompía, la rodeé con mis brazos para sentirla por esas milésimas de segundos solo mía —. Lucy...yo... —la apreté más fuerte ocultando mis lágrimas en su cuello.
—No llores tonto, prometo volver —levanto su vista, sus preciosos ojos achocolatados me miraban con tanta intensidad —. Natsu...yo...verás —la observé algo inquieta, creí haber notado un tenue rubor en sus preciosas mejillas.
—Lucy, es momento —interrumpió, Rogue.
Ella se apartó de mi agarre para asir su maleta y me volvió a sonreír tristemente.
Y así la vi marcharse de mi vida, no lloré solo por una razón, cuando ella caminaba dándome la espalda aprecié qué ya no podía seguir con este sentimiento, su dorado cabello se movía a causa del ligero viento, en el momento en el que atravesó ese umbral, no volví a sentir nada.
Porqué Lucy se llevó mi corazón consigo.
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