ɴᴏ ᴘɪᴇɴsᴇs ᴄᴏᴍᴏ sɪ ғᴜᴇsᴇᴍᴏs ɪɢᴜᴀʟᴇs

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Perspectiva de Quackity

Me lo pasé genial con Luzu. Conseguí muchísimos materiales y sobre todo, encontré un gato por el camino. Luzu me ayudó a pescar unos peces y logré domesticarlo. La llamé 'Kira'.
(si gente, si)

Estaba ordenado los cofres cuando escuché el timbre. No estaba esperando visita. Me asomé por el ventanal de la planta de arribe y pude distinguir la máscara de oso que llevaba Rubius...

Bajé rápidamente, con miedo de que no haya explotado mi puerta, y por suerte, seguía intacta.
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Perspectiva de la Rubia Tetona

Finalmente llegó Quackity a la puerta, y la abrió lentamente.
Me sorprendió un poco su estado, tenía unas ojeras enormes, parecía haber estado llorando. Tenía vendajes en la mano derecha.
Llevaba una camiseta negra apretada, que le llegaba hasta los hombros, y le sobrepasaba un poco el cuello. Se le marcaban un poco los musculos, cosa que hizo que mis mejillas se tornasen de un color rojizo.

Tenía su típico gorro azul, pero se veía que se lo puso con prisa, ya que se podía distinguir su pelo desordenado por debajo de el.

Q: Hola Rubius, que necesitas?

R: Eh- sisi, hola.

Q: Que quieres? - dijo en un tono sin sentimientos detrás. Solo preguntaba por cortesía, podía ver sus ganas de cerrarme la puerta en la cara.

R: Necesito hablar contigo.. P-puedo pasar?

Q: Eh- sisi, dale. Aunque esta un poco desordenado - dijo ya más animado.

R: Gracias.

Al entrar vi tierra esparcida por la planta de abajo, junto a algunos boquetes. Recordé el porqué de esos daños en su casa y rápidamente desvíe mi mirada.
Subimos a la planta de arriba, que estaba en construcción la último vez que vine. Por lo visto ya la había acabado, era bastante bonita. Me llevo hasta una sala con sillas y una mesa con algunas galletas. Me senté en una silla blanca, justo enfrente de Quackity.

Q: Y dime, que necesitas.

R: Pues, voy a ser directo. Me han hablado Luzu y Vegetta diciendo que me he pasado con las bromas. Quería saber si te molestan las bromas.

Q: Molestarme? A mi? No, que va.

R: Seguro?

Q: Si, claro. Porque debería molestarme que me mates 10 veces al día, me arruines la casa, me hagas heridas, te burles de mi y luego me hagas ver como Un Completo IDIOTA!? No me molesta en absoluto Rubén.

Tenía una sonrisa en los labios, pero estaba apunto de llorar, podía ver sus ojos sin expresión alguna, solo ira. Estaba apretando sus muñecas, al punto de clavarse las uñas.

R: Q-quackity, siento t-

Q: Vete.

R: Que?

Q: Sal de mi casa Rubén.

R: Y-yo.

Q: Adiós. - Salió de la sala de estar y se encerró en su cuarto, dejándome solo.

Bajé al piso de abajo y me quedé mirando el boquete más grande de la casa de Quackity. Agarré un poco de madera de mi inventario y cerré el agujero.

Me dirigí a la puerta y salí. El sol golpeó mis ojos sin previo aviso, haciendo que las lágrimas que tenía acumuladas salieran finalmente.
Yo no era una persona sensible, pero Quackity confío en mí, y yo...

𝓣𝓸𝓭𝓸 𝓵𝓸 𝓺𝓾𝓮 𝓶𝓮 𝓱𝓲𝓬𝓲𝓼𝓽𝓮 𝓭𝓮𝓬𝓲𝓻 // QuackrubgettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora