8. Comernos sería un pecado

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Entramos a casa de Eric entre besos con la excusa de tomarnos la última. Me guía hasta el salón y tras darme un beso en el hombro va a la cocina a por las bebidas.

Me coloco el pelo como puedo y me dedico a observar el salón de Eric, ya había estado aquí varias veces pero no dejaba de impresionarme el buen gusto que tiene para la decoración.

"Para la chica del ron" dice con una sonrisa dándome mi bebida, la cuál acepto encantada. Le doy un trago largo y apoyo el vaso en el posavasos. Tanto Eric como yo nos miramos y en cuestión de segundos estoy sentada encima del catalán, quien se está encargando de repartir besos por mi cuello.

Podría estar disfrutando completamente, pero es difícil que los engranajes de mi cabeza dejen de funcionar por un momento.

"Para, para, para" digo moviendo mis manos en los hombros de Eric para que se frene.

Eric:

En cuanto la oigo, todo lo que se me pasaba por la cabeza se apaga de repente. Me separo rápidamente, aunque sin despegar mis manos de su cintura para sujetarla.

"¿Qué pasa? ¿estás bien?" pregunto preocupado, buscando cualquier cosa que me indique que está incómoda o que se ha hecho daño. La veo más pálida de lo normal, y no se si es por la distancia a la que estamos, pero apuesto a que si su cabeza sigue así de rápido va a explotar.

"¿No piensas que estamos yendo demasiado rápidos?" me pregunta un poco abrumada, parece que tiene prisa al hablar. 

"¿Tú piensas que estamos yendo demasiado rápidos?" intento responder lo más rápido posible para intentar no agobiarla.

"No por esto" comienza a decir y noto como le cuesta hablar. Le pongo un mechón de pelo que se le había escapado detrás de la oreja y coloco mis manos en sus mejillas en un intento de que me mire, aunque ahora mismo cualquier parte de mi casa le parece más interesante que yo. Junto nuestras frentes, no voy a besarla, al menos no ahora.

"Respira hondo, tengo todo el tiempo del mundo para escucharte. ¿Quieres un café?" mi rubia asiente y se sienta en el sofá pegando sus piernas a su pecho, de manera que puede apoyar perfectamente su cabeza sobre sus rodillas.

Me levanto y voy a la cocina a hacerle un café, sé que no debería, pero el 50% de su cuerpo es cafeína y no va a afectarle. 

Cuando vuelvo al salón me la encuentro tumbada en el sofá durmiendo. Una pequeña sonrisa se instala en mi cara y vuelvo a dejar el café en la cocina. Vuelvo al sofá y le doy un beso a Nay en la cabeza antes de irme a mi habitación a intentar dormir.

• • •

Nayara:

Sigo pasando fotos mías con Eric en mi galería, intentando que se me ocurra algún argumento que decirle para terminar la conversación de anoche.

"Ey" me sobresalto al escuchar a Eric y suelta una pequeña risita. Se sienta a mi lado sin dejar de mirarme en ningún momento y yo bloqueo el móvil. Eric con gafas me pone nerviosa. "¿Llevas mucho tiempo despierta?" niego con la cabeza.

"Los tres tintos de ayer me han ayudado a dormir bastante bien".

"No tienes ningún aguante, rubia" me encojo de hombros con una pequeña sonrisa inocente y el silencio se hace presente.

No era un silencio cómodo, tampoco uno incómodo. Digamos que era un silencio con tiempo limitado, los dos sabemos que uno iba a hablar antes de que el otro quiera empezar.

"No es por lo que ibamos a hacer ayer por lo que sentía que vamos muy rápido" y cómo no, doña impulsos tenía que comenzar a hablar. "Nos conocemos de hace un mes y de repente estamos aquí sentados, y vale que no estemos hablando de casarnos ni nada de eso, pero yo me estoy pillando muchísimo, ¿sabes? Y quiero disfruta-" me callo al escuchar una pequeña risa de Eric. "Mira si te vas a reír yo me voy" digo levantándome del sofá.

"Que no es eso" dice agarrándome de la mano y echándome hacia atrás. "Si estoy encantado contigo, eres increíble y más increíble te hace que en vez de haber follado estés aquí diciéndome que echemos el freno un poco, lo vamos a echar no te preocupes".

"¿Todo eso te ha funcionado con las otras?".

"Las otras no me decían que no a un polvo y me sentaban a hablar sobre como iba lo que fuera que tuviéramos" ahora la que suelta una pequeña risa soy yo.

"Un poco intenso todo, ¿no?".

"Tu eres así de intensa y lo supe en el momento en el que en vez de evitar a los periodistas te ponías a hablar con todos y cada uno de ellos".

accidentally in love || Eric GarcíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora