La organización: capítulo ocho

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Una vez estuvimos todos en el patio no pude evitar mirar la casa fijamente durante un rato muy largo, mientras pensaba un montón de cosas, entre ellas unas como: ¿De verdad tengo que hacer como que no sucedio nada durante estos días?¿Tengo que fingir que no estoy secuestrada con mis amigos?¿Que no tengo miedo de lo que nos podría llegar a pasar en este “experimento”?” Es horrible pensar eso, mejor dicho, que me obliguen a pensar en ello, pero tengo que hacerlo, por qué no solo está en juego mí vida, si no la de los chicos. Pensado en esto voltee para ver a los chicos rápidamente, a Sel se la veía mucho más tranquila que la otra vez, Nacho se lo veía mucho más relajado, gracias a Dios, ya que cuando está tenzo hace chistes muy raros, a Pancri lo noto muy tranquilo y queriendo hacer que todos también lo estemos, y en cuanto a Juanki… bueno, Juanki sigue siendo Juanki por suerte.
Respire profundo a la vez que tomaba la cámara firme con ambas manos, aclare un poco mí garganta, termine de enfocar la cámara hacia mí mientras trataba de sonreír forzadamente, trataba de que pareciera una sonrisa verdadera, pero era complicado, luego de un par de intentos y de finalmente haber conseguido esa sonrisa, apreté el botón de grabar y empecé mí presentación para el video.

—Buenas Almas mías, como ya vieron en el vídeo anterior, si, efectivamente, nos cagaron secuestrando por pelotudos. —Dije tratando de sonar graciosa— Pero bueno, ¿Que se le va a hacer? Ahora estoy acá con los pelotudos, saluden pelotudos. —Mientras decía esto apunte a los chicos, quienes empezaron a celebrar cuando los grabé.

Nacho: Eh guacho ¿Que onda?¿Todo piola? Si si, emmm mate, dulce de leche si si. —Dijo tratando de imitar el acento argentino.

—Nacho, cerra la cola que no te sale. —Dije mientras le pegaba en la nuca. —Pareces un intento de Italiano. —Al decir esto, Sel se entró a reír mientras que Nacho ponía cara de rechazo total.

Nacho: No me tenéis paciencia.

—No, bueno almas como se habrán enterado en el intro de este video voy a enseñar una parte de la casa y los chicos van a enseñar las otras, así que si quieren saber cómo es toda la casa por dentro vayan a sus canales que les dejo aca abajo en la caja de descripción.—

Dicho y echo, grabé toda la fachada de la casa mientras íbamos comentando con los chicos sobre varias tonterías, una vez llegamos a la parte de atrás de la casa un escalofrío recorrió todo mí cuerpo, ya de por si el terreno donde estábamos me daba mala espina, pero la casa por detrás con todos esos árboles me daba aún más mala espina. Mí incomodidad no paso de ser apercibido por Pancri, quien apenas notar como cambiaba un poco mí voz tomo rápidamente mí cámara y siguió grabando el, a la vez que comentaba y tomaba mí mano por debajo de la camara, para que no saliera en video, un gesto muy amable y cariñoso de su parte sin duda.
Una vez dimos toda la vuelta a la casa, y yo haberme calmado un poco, mostré un poco los árboles que teníamos enfrente de nuestra casa, en ese mini bosque parecía que iba a salir una niña del más allá a llevarnos hacía un pozo para morir ahogados.

—Que miedo que me dan los bosques la puta madre. —Dije sin pensar

Pancri: Eh Eh, la boca niña. —Este me tapo la boca mientras soltaba mí mano.— Perdonarla es que es Argentina y ya está en su forma de ser insultar a todo lo que se mueva. —Le mire con odio y este simplemente se rió.— Bueno, Almas suyas, hasta aquí el vidio de hoy, si os a gusto denle click en el botoncito de like, no se olviden de suscribirse y.... ¿Que otra cosa decías tu? —Sin poder contestarle, por qué aún me tapaba la boca con su manota, le mire con más odio aún y este volvió a reírse.— Y bueno, todo lo que diga ella, un besazo y chau. —sin más que decir apagó la cámara.

Pancri aún seguís tapándome la boca con su mano, por lo que lo único que se me ocurrió fue chuparle la mano para que la sacará, y como lo pensé, apenas sintió mí lengua en su palma, retiro su mano con cara de asco.

Pancri: ¿Serás guarra?.— Se acercó rápidamente a Nacho y se empezó a limpiar con su camiseta.

Nacho: ¿Pero que haces tío?¿Eres tonto? —Miro en donde Pancri se había limpiado a la vez que ponía cara de asco —Que puto asco.—

—¿Para que me tapa la boca?—

[…]

Sel: ¿Qué preparas chiqui?— Pregunto entrando a la cocina.

—Fideos con tuco. —Dije sin mirarla, a juzgar por su silencio, podría apostar a que no me había entendido— Espagueti con salsa.

Sel: Uy que rico, espero que esté listo pronto, tengo hambre— Dijo mientras salía de la cocina.

—Claro, total la burra que cocina no tiene hambre ¿Verdad?.

Reí internamente, se que no es la situación en la que me imaginaba reencontrarme con los chicos después de un año, pero almenos estamos juntos otra vez, tratando de sobrevivir y de que no nos pase nada malo, pero al fin y al cabo juntos otra vez. Mientras cocinaba el tuco oí con ruido raro venir del almacén, asustada agarre lo primero que tenía a mí alcance, que fue un cucharón de madera, como toda persona normal haría hice la pregunta más estúpida que nadie podría hacer.

—¿Quien chota está ahí?. —Pregunte con algo de miedo— Mira que somos cinco monos y no tenemos miedo a nada.

Sin obtener respuesta alguna, por lo que sea la maldita cosa que estuviera allí dentro, comencé a acercarme al armario muy lentamente, a paso de gato asustado, cuando estaba cerca del almacen noté que la puerta tenía una traba de la parte de afuera, por mí cabeza cruzo la idea de encerrarlo allí y luego llamar a los chicos, así no estaba yo sola contra lo que sea que esté ahí dentro, pero también se me cruzaba la idea de abrir la puerta yo sola y empezar a repartir cucharazos a diestra y siniestra. Luego de pensarlo unos segundos la voz de la razón de mí cabeza me hizo entender que era mejor encerrarlo allí, que fue lo que hice, le puse el seguro a la puerta y camine rápidamente a la sala, allí se encontraban Nacho y Juanki, quienes al verme salir asustada de la cocina se levantaron rápidamente del sofá para acercarse a mí

Juanki: ¿Estás bien chiqui? Te vez muy pálida. —Pregunto mientras ponía su mano en mí mejilla

—No se si este poniéndome esquizofrénica, pero juro por mí vida que escuché un ruido venir del almacen de la cocina. —Note como ambos abrían sus ojos de par a par.— ¿Vieron que la puerta esa tiene una traba por la parte de afuera? Bueno, la puerta no lo tenía puesto así que se la puse y lo deje encerrado.

Nacho: ¿Encerraste a la cosa esa? —asenti.— Okey, okey —Dijo tratando de calmarse.— Hazme el favor y busca a Selene y vengan ambas ¿Si? Si esa cosa se metió al almacén sin darnos cuenta ¿Quien nos asegura que no se hayan metido más por otras partes de la casa? Por eso búscala mientras Juanki y yo vamos a ver qué pasa —Dijo todo esto en un susurro.—

Juanki: ¡¿Y yo por qué?! —Pregunto en un susurro.—

Nacho: ¡Por qué eres un hombre corpulento y si lo que está ahí encerrado es un león te lanzó frente de él para huir con las chicas de aquí! —Dijo un poco burlon y todavía susurrando.

Cómo dijo Nacho, subí rápidamente las escaleras y me dirigí al cuarto de Sel, gracias a dios su puerta estaba sin traba y pude entrar rápidamente, Sel al verme entrar casi corriendo se asustó y vino corriendo hacia mí.

Sel: ¿Que ocurre chiqui?

Sin titubear solté todo lo que tenía que decir en un susurro —Algo entro en la casa, no sabemos que es, solo se que lo encerré en el almacén de la cocina, Nacho y Juanki fueron a revisar que era y Nacho me mandó a buscarte por qué si esa cosa entro y está en el almacén entonces algo más podría estar por alguna otra parte de la casa.

La cara de Sel empezó a ponerse pálida mientras más hablaba, cuando estaba por abrir su boca un grito nos congelo a ambas, tarde solo un par de segundos en identificar el grito de la persona

—¡Nacho!

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