La organización

La organización: capitulo once

—¡____! —Oí como alguien me llamaba desde la planta baja de la casa, me quedé callada esperando a que me dieran una indicación

—¡¿Qué?! —Pregunte impaciente

—¡Tienes que ver esto!

Rodee los ojos molesta, sabía que era Juanki quien me llamaba, lo reconocía por su voz, también sabía que no tenía nada importante que decirme, por que su tono de voz irradiaba cierta felicidad, así que no había pasado nada importante. Seguramente quiera mostrarme alguna pelotudez como las de siempre.

Sin ánimos de levantarme de la cálida y confortable cama decidí devolverle el grito.

—¡Ya se que Nori le gana a Nacho en las peleas Juanki, me lo mostraste ayer!

Sin recibir respuesta de su parte me vi en la obligación de abandonar mi confort para ir a ver que era lo que quería Juanki.

Hace unos días Nori fue entregada como recompensa por nuestro trabajo, desde ese momento tuvimos que fingir demencia y hacer como si Sel hubiese ido a buscarla hasta su casa, ya que eramos conscientes de que nadie nos creería palabra alguna.

Desde ese momento todos andamos con cierto miedo, a pesar de que Nori haya sido un regalo para todos, aún tenemos el miedo de que, si llegaron a entrar a la casa de Sel para traernos al huron, ¿qué serian capaces de hacernos si no completamos una misión suya?

Baje las escaleras a paso lento y con pereza, hoy era un día en el cual no quería nisiquiera respirar fuerte. Mi cuerpo se siente pesado y fatigado.

Al llegar a la sala veo que tanto Juanki como Lorenzo y Nacho están allí, mirando la mesada con incredulidad.

—¿Qué paso?

—Encontramos los planos de la casa —Dijo Juanki sin titubear.

—¿Qué?

Anonadada por lo que acababa de oír corrí hacia la mesa para ver los supuestos planos que habían. Estos no eran más que un croquis hecho en un papel viejo, arrugado y quemado.

—¿Que opinas? —Pregunto Nacho con curiosidad.

—Partamos de que esto no son planos, son un croquis de la casa hecho a mano alzada. Hablemos con propiedad por favor —Los tres me veían con cara levemente inclinada—. Que es un tipo de plano sin ser plano, hecho a mano

—Joder, venimos a hablar de planos con una puta estudiante de arquitectura. —Se quejo Nacho

—Que ella sea arquitectura nos puede ayudar muchísimo, más que nada con el balcón fantasma.

—¿Balcón fantasma? —Pregunte con incredulidad

Se miraron entre sí para después tomarme de los brazos y llevarme fuera de la casa. Me hicieron caminar por todo el alrededor de casa mientras me pedía que viera el plano, al hacerlo llegamos al "Balcón fantasma" del que tanto hablaban. Les mire con odio al darme cuenta de que me estaban molestando los tres imbéciles.

—No estoy para sus pelotudeces ahora chicos.

—No te estamos vacilando te lo juro. —Dijo Lorenzo

—Este es el Balcón choto de Nacho, miren el croquis. Ese balcón de allá es de Juanki y Sel; y este es el de la pieza de Nacho.

—Que no es mi balcón joder.

—¿Es del espíritu santo entonces? —Pregunte con ironía

—¿ah que no me crees entonces? Ven —Me tomo de la mano y me obligó a seguirle a pesar de poner resistencia, no tenía ganas de seguir sus idioteces.

—Nacho me llegan estar boludeando y te juro por la tumba de mis papás que te voy a partir el palo de la escoba en toda la jeta ¡Te lo juro!

Ignorando mis palabras, Nacho me metió a su habitación y extendió sus brazos enseñándome toda la habitación.

—¿Dónde coño esta el puto balcón eh?

—Si abrieras la puta ventana

Al oírme hizo un ademán de dejarme pasar hacia su ventana para abrirla, sin dudarlo la abrí de par a par para ver el balcón.

—...¡¿Qué?!

—¡¿Ves que no te estábamos vacilando?!

Quede sorprendida al ver que al abrir la ventana no estaba el puto balcón. Mire a los chicos rápidamente y les ordene que salieran otra vez y que fueran al balcón mientras que con Nacho los esperábamos con la ventana abierta.

—Esto no tiene sentido Nacho.

—Nada en esta casa lo tiene. —Dijo mientras me abrazaba por los hombros, sin dejar de mirar hacia afuera de la ventana.

—No pero... —trataba de encontrar las palabras adecuadas— Dentro de todo... todo tenía sentido, digo, personas reales nos secuestraron y estamos es una casa cumpliendo misiones para que no nos maten. Por más raro que suene tiene sentido. Pero esto... arquitectura invisible...

—Lo se, lo sé

Seguimos mirando la ventana en silencio, esperando a que Juanki y Lorenzo aparecieron del otro lado, pero a pesar de tanto esperar ninguno aparecía.

—¡Juanki, Pancri! —Grite algo angustiada.

Fue solo cuestión de segundos cuando oímos unos pasos subir por las escaleras a toda velocidad, al voltear vimos a Juanki y a Lorenzo mirarnos con incredulidad.

—Por favor díganme que se alejaron de la ventana justo cuando nosotros fuimos a verlos —Dijo Juanki en un ruego.

Confundidos volteamos a vernos con Nacho. Pancri al percatarse de esto simplemente nos extendió su cámara para que la viéramos. Nacho me soltó y tomó la cámara para poder ver lo que habían grabado.

—Estuvimos grabando el balcón casi cinco minutos, ustedes jamás aparecieron del otro lado de la ventana. Es más- —Se explicaba Juanki con cierto titubeo hasta que Nacho lo interrumpió.

—La ventana del balcón nisiquiera esta abierta...

Asustada me fui a refugiar a los brazos de Lorenzo, quien rápidamente me acepto y me atrajo hacia el de forma protectora. En el video se vio claro, los chicos rodearon toda la casa buscando el balcón de Nacho, al encontrarlo la ventana estaba cerrada de par a par. Nosotros no salíamos del otro lado ni ellos del nuestro.

—¿Qué les pasa? —La voz de Selene me distrajo de mis pensamientos.

Ella estaba parada en el umbral de la puerta con una cámara en mano y con Nori en la otra. Se le notaba que acababa de despertar por lo iniciado de sus pequeños ojos.

Verla allí parada solo me hizo sentir pena, ella no era consciente de lo que acabamos de vivir. Se veía cómo una niña pequeña quien acaba de presenciar la pelea de sus padres, quien a pesar de no saber que ocurría, sospechaba que era algo malo.