La organización

La organización: capítulo nueve

—¡Nacho!

Sel: Mierda mierda mierda. —Maldecia mientras ambas salíamos de la habitación corriendo hacia la cocina.

No sé cuántas veces nos habremos tropezado en el corto trayecto que teníamos de la habitación de Sel hasta la cocina, solo se que ambas casi terminamos rodando por las escaleras, si no fuera por los reflejos se está, seguro lo habríamos hecho. Una vez estuvimos frente a la puerta de la cocina esta estaba cerrada con seguro, preocupadas Sel trato de abrirla haciendo un poco de fuerza, al ver qué no podía trate de patear la puerta, pero con suerte y la sacudí.

—¡Juanki, Nacho ¿Están bien?! —Pregunte preocupada.

Nacho: ¡Gilipollas!

Ambas nos miramos sin entender por qué Nacho acaba de maldecir, volví a golpear la puerta y esta vez se abrió gracias a Juanki, quien tenía una cara de poca preocupación, nuevamente nos volvimos a ver con Sel y entramos a la cocina, la escena era algo rara, estaba la puerta del almacen abierta de par a par, un cuchillo, un palo para amasar sobre la mesa, y a Nacho pateando algo. Al asomarme al ver mejor veo que Nacho está pateando a Pancri, el cual se encuentran acostado en el piso cagandose de risa, lo que me hizo entender todo.

Sel: ¿Por qué pateas a Pancri? —Pregunto del temerosa mientras alejaba a Nacho de Pancri

Nacho: Este gilipollas estaba grabando una cámara oculta

Mira a Pancri en el piso y con una cámara en la mano, este todavía se estaba riendo muy fuertemente.

Pancri: Deberíais haber visto vuestras caras jajaja

—¡Lorenzo! —Grite molesta y este paro de reír casi de inmediato— ¡¿Sos pelotudo capo?! ¡¿Cómo mierda nos vas a asustar así y acá?! Pelotudo de mierda. —Tan rápido como paro de reírse este se levantó y me miraba apenado— Literalmente estamos secuestrados, amenazaron nuestras vidas y vos venís como un pelotudito a asustarnos así ¡Y encima mientras cocinaba Lorenzo! ¡Mira si se me daba por abrir la puerta chota esa y te cagaba navajeando por asustarme pelotudo! ¡Estuve a nada de hacerlo!

Mientras le gritaba y puteaba a Pancri detrás mía empecé a oír unas risas por parte de Juanki y Nacho, cuando me di vuelta a verlos estos estaban tratando de aguantar una carcajada al igual que Selene, sin comprender me los quedé viendo fijamente, hasta que Juanki decidió hablar.

Juanki: Vale, entiendo que estés molesta como nosotros —Dijo ahogando su risa— se que estás molesta, pero verte insultar a Pancri… es muy gracioso

Sin poder contenerse más se empezaron a reír a carcajadas delante mía, también contagiando a Pancri quien había dejado su cara de pena de lado para poder carcajear. El ver cómo se estaban riendo de mí preocupación y enojo me molesto y mucho. Tratando de calmarme, en vano, caminé hacia el horno y apague las hornallas, después caminé hacia la puerta de la cocina pero antes de salir no pude evitar voltear a mirarlos a todos para decirles lo que me hicieron sentir.

—Como se nota que les chupa un reverendo huevo todo lo que nos está pasando en esta casa de mierda, váyanse bien a la concha de su hermana. —Sali de la cocina y azote la puerta con enojo, mientras subía las escaleras grite— ¡Ni me llamen para ir a comer, por qué les juro por mí vida que soy voy a mandar bien a la puta que los re mil parió!

Una vez estuve en el segundo piso me metí a la habitación que compartía con Pancri y me tiré sobre la cama molesta. Después de estar recostada un par de segundos me levanté rápidamente para cerrar la puerta de un portazo, para descargar un poco de ira, luego de eso nuevamente me tiré sobre la cama. Estaba acostada boca arriba, con el brazo tapando mis ojos mientras respiraba profundamente tratando de calmarme, por qué todo el enojo que estoy teniendo en este momento solo me está queriendo hacer llorar de la bronca “Que manga de pelotudos dios, estábamos en esta situación de mierda y se les pinta hacer jodas asi”. Al sentir la primera lágrima escurrirse de mí ojo decidí acostarme de costado para hacer que no cayera.
Cerré un poco los ojos y recorde como todos se reían felices mientras yo estaba enojada. No pude evitar sentirme un poco como una mierda al notar que ellos habían olvidado la situación un momento y estaban siendo felices. “Estaban muy felices la verdad…” Pensé mientras me sentaba sobre la cama y miraba a la nada. Tratando de ponerme en el lugar de Pancri solo pude pensar en que el solo quería que todos rieramos un poco con sus bromas como hacíamos antes.

—Que gorreada de mierda que soy loco.

Toc Toc Toc

Pancri: ¿Que es gorreada? —Pregunto del otro lado de la puerta.

Me sobre salte un poco al oír su voz, luego sentí un poco de paz al pensar que el vino para tratar de calmarme y quizás pedir perdón por su actitud

—Cornuda. —Le conteste

Pancri: Aah… ¿Y cornuda que vendría a ser? —Volvio a preguntar

—¿Posta en España no saben que es ser cornuda? —Pregunte curiosa.

Pancri: Naa, si sabemos, pero ¿Cómo puedes ser gorreada si no tenes pareja?… ¿Acaso la niña tiene pareja y no nos habías dicho? —Pregunto en un tono chistoso.

Reí un poco por lo bajo, mire unos segundos la puerta “Te trate como una mierda y aún así me tratas como si no te hubiera dicho nada”.

Sin saber exactamente las intenciones de Lorenzo decidí abrirle la puerta de nuestra habitación, este paso muy cautelosamente para después sentarse en la cama y palmear el lugar a su lado, comprendiendo perfectamente lo que me quería decir me senté a su lado; este paso su brazo sobre mis hombros como un tipo de medio abrazo, por mí parte solo pude apoyar mí cabeza sobre su hombro.

Pancri: Escucha, lamento el haberte asustado con la “Broma” que hice —Dijo mientras hacía las comillas con sus dedos.— Pero desde que estamos aquí todo el ambiente es muy tenso y todos estamos muy preocupados por no saber lo que nos pasará.

—Y que lo digas.

Pancri: Ssh, mí momento —Me interrumpió— como decía, todos muy preocupados. Y yo pensé que quizás con una bromilla todo sería un poco mejor, pero no pensé en como reaccionarían. Si soy un pringao lose. Cuando te escuché gritar con Selene me sentí muy mal por haberlas preocupado. En verdad lo lamento.

Las palabras de Pancri llegaron a mí corazón, tenía pensado retarlo un poco por qué casi nos matamos con Sel mientras bajábamos de las escaleras; pero al oír sus disculpas las sentí muy sincera.

Respire hondo y procedí a decirle.

—Puede que seas un “Pringao” pero entiendo que tus intenciones no fueron malas, yo también te quiero pedir perdón por haberte insultado y casi haberte navajeado.

Pancri: ¿En verdad ibas a apuñalarme? —Pregunto preocupado mientras volteaba a verme.

—Seguramente mis pensamientos intrusivos me hubieran hecho hacerlo, por la bronca y el miedo.