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Habían pasado algunos días desde la presentación de la nueva líder hacia los cazadores, algunos de ellos habían tenido la misma impresión que el pilar del agua había presentado, para la chica era gracioso verlos nerviosos por su estatus de líder y por como una menor a todos ellos les daba órdenes. Por lo que, le pedía al pilar del agua que la acompañará en sus pequeñas escapadas para ver a los cazadores entrenando, ya que, si la veían vagando sola por las fincas, llamarían enseguida a más de 4 cazadores para cuidarla y lo que ella menos quería era verse débil.

Ese día no era una excepción entre sus caminatas, la chica no pudo evitar escaparse de su hogar un momento para ver a sus cazadores entrenar, pero, se detuvo a medio camino de su destino al observar al pilar más cercano a ella pasando por delante, ocasionando que no pudiera evitar llamar su atención para caminar junto a él.

- Es una agradable mañana ¿No le parece joven Sakonji?

- ¡Lo es señorita ______-sama! ... discúlpeme, no quería gritarle.

- No se preocupe, no debería sentirse mal y mucho menos nervioso conmigo.

- Si ... perdone si sueno atrevido, pero ¿Qué hace aquí sola sin la compañía de la señorita Azumi?

- Pensaba dar un recorrido como el que normalmente hacemos, pero al no encontrarte decidí hacerlo por mí misma.

- Si necesita que la acompañe pida un cuervo para mandarme a llamar e iré enseguida señorita - sonrió sorprendiendo a la chica, hasta caer en cuenta de lo que había dicho sonrojándose de sobremanera - ¡o algún cazador, todos siempre estaremos disponibles si se trata de usted! si, eso... eso es lo que quería decir - desvió la mirada avergonzado.

- Lo tomaré en cuenta para la siguiente ocasión, - rio por lo bajo - ¿Gusta acompañarme?

- Claro que si señorita.

Los dos jóvenes comenzaron a caminar a la par como normalmente lo hacían, aunque el joven tomo entre sus manos la sombrilla que usaba la menor para taparse de las suaves flores que caían sobre ellos sin dejar que ella hiciera el menor esfuerzo.

- Se lo agradezco - sonrió la menor con un leve tono carmesí en las pálidas mejillas de esta.

- No es nada _____-sama.

EL silencio era algo que disfrutaban ambos, aunque la menor decidió terminar con ello para comenzar una amena charla entre los dos.

- ¿Alguna vez se ha preguntado lo que es el amor?

- Siempre he pensado que es un sentimiento duradero si lo siente de verdad - confesó - ¿Por qué la pregunta _____-sama?

- Le contaré un secreto joven Sakonji, desde que me comenzaron a enseñar el cómo debía ser una líder excepcional para los cazadores, como lo han sido mis antepasados siempre me pregunté lo que sentían las parejas enamoradas que he visto - Recordó mientras veía los pétalos caer. - sé que usted y sus compañeros solo me ven como una niña, debo admitir que lo soy, aunque mis pensamientos han madurado, el amor es algo que no puedo comprender del todo, los envidio - sonrió con melancolía.

- Señorita...

- Le pido que no le diga a nadie lo que le he comentado, por favor.

- Entendido - asintió con la cabeza - llevaré esta conversación conmigo a la tumba.

Al llegar al lugar lograron ver a una gran cantidad de cazadores entrenando en un paramo de flores, la chica decidió sentarse debajo de un gran roble, todo bajo la atenta mirada del pilar, la joven Ubuyashiki no pudo evitar reír, parecía un pequeño cachorro curioso.

- Por favor tome asiento - señaló a su lado y en menos de un parpadeo Sakonji ya se encontraba sentado a su lado a una distancia considerable completamente derecho.

Pasaron una agradable tarde hasta que la misma comenzaba a caer dando paso a la noche, el joven al estar tan cansado de todas sus misiones no pudo evitar quedarse dormido en su posición, ____ al verlo colocó su cabeza en su hombro para que descansara sin necesidad de lastimarse el cuello.

- ____-sama, por favor no sea terca - murmuraba dormido, sacándole una leve risa a la contraria.

- ¿Así que a tu punto de vista soy terca, joven Sakonji?

- Oh, ____-sama, no sabíamos que estaba aquí - se acercó uno de los cazadores al verla, realizando su típica reverencia.

La azabache colocó su dedo índice sobre sus labios para que no hiciera tanto ruido, pues su acompañante estaba bastante cansado y lo menos que quería era despertarlo.

- Esta bien, hasta luego señorita.

Entre susurros se despidieron los demás cazadores que la habían saludado, pues no querían problemas con su líder, la chica miró con tristeza un capullo del árbol para soltar un suave murmullo.

- Tengo envidia que ustedes puedan enamorarse de quien quieran, que tengan una vida tan larga para poderla pasar a lado de sus parejas e hijos, que envejezcan hasta morir, pero, sobre todo, que tú sufrirás cuando sepas la verdad.

- ¿________-sama?

- Veo que ha despertado, el sol está a nada de ocultarse, lo mejor será que nos vallamos.

- ¡Si! Lo lamento señorita, es decir, por hacerla perder el tiempo y quedarme dormido.

- No es su culpa, vamos, su cuervo ha estado un poco ansioso desde hace unos cuantos minutos.

- ¿Mi cuervo?

- Si, tal parece que tiene una misión para usted, no tiene mucho que llego.

Un sudor frio lo recorrió al darse cuenta de que la noche estaba cayendo y tendría que correr a su misión antes que los demonios atacaran a más personas.

- Lamento pedirle esto ____-sama, pero...

- Esta bien, yo iré a la casa de uno de los pilares, valla a su misión sin preocupaciones.

- Discúlpeme.

Con mil y una disculpas más el pilar corrió con la buena velocidad que lo distingue y se perdió entre la vegetación del lugar, por lo que, la menor se encamino hasta la casa del pilar de rayo quien ya la estaba esperando con el té servido y alguno que otro bocadillo ligero del gusto de ambos.

- Lamento la tardanza Jigoro Kuwajima-san.

- No se preocupe señorita ____-sama, es un gusto que viniera, pero tome asiento por favor.

- Gracias.

Los dos comenzaron a beber su respectivo té, aunque la pregunta del contrario hizo que la menor detuviera su taza a centímetros de su rostro.

- Veo que últimamente pasa más tiempo con Sakonji ¿Algo en especial?

- Es un cazador tranquilo y sabio a pesar de su edad, nada más disfruto su compañía.

- Ciertamente lo es, pero siendo sincero con usted, permítame darle un consejo.

- Adelante.

- No lo ilusione, ambos aún son muy jóvenes y sin importar la posición, el amor siempre surgirá.

- Lo tengo claro y agradezco su consejo, pero entre él y yo solo hay una amistad, además que esta no sobrepasa la relación jefa y cazador como la que tengo con todos los demás.

- ¿Él sabe sobre su familia?

- No y espero que siga asi por favor.

- Piénselo bien por favor, el sufrirá en algún momento por su partida, mucho más que todos nosotros, sé que es un tema delicado para usted pero piénselo muy bien.

- Solo espero que en esos momentos este a su lado para apoyarlo, incluso si me llegara a gustar, usted sabe que mi vida es corta para estar a su lado, no podría hacerle eso, ustedes son personas muy importantes para mí.

- Se lo agradezco _______-sama.

- Y por ese aprecio no tengo tiempo para enamorarme, tal vez lo haga de la persona que ya eligieron para mí, pero mi principal tarea es seguir en el puesto de señora de esta asociación, incluso estando postrada en cama, seguiré dirigiéndolos y luchando a su lado.

Una epifanía efimera ( Urokodaki×____)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora