♡‧₊˚❱ Varias desapariciones en un pequeño pueblo son causa de rumores en todo el mundo desde hace años.
Subaru, quien iba camino a mudarse a la capital, llega al pequeño pueblo como una parada de descanso. Por causas del destino o una absurda predic...
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Habian pasado cinco años desde los acontecimientos del circo, todo lo que antes fue un infierno ahora no era más que un horrible recuerdo.
—Me siento muy feliz por los dos, en serio.—respondió la albina, con una sonrisa—Pero aún me cuesta creer que en una semana se casan Emma y Norman, el tiempo pasó volando.
—Pienso lo mismo.—Yukine, a su lado, sacó su reloj de mano y lo observó unos segundos—Tenemos que apresurarnos si queremos llegar a tiempo a casa. Aún faltan muchas cosas por comprar, sin mencionar que mañana acompañarás a Emma para recoger el vestido.
____ amplió su sonrisa, todo era maravilloso ahora. Su hermano y su amiga estaban por casarse, Yuki ahora tiene una prometida y sus demás amigos tenían buenas vidas.
No habia mayor felicidad que ver a sus seres queridos ser felices despues de tantos años en el infierno.
Caminando por la capital de otro reino, ____ habia llegado para planear la luna de miel de los futuros novios. El lugar era hermoso, la gente muy amable y el clima precioso. Sin mencionar el bosque, que según los residentes, daba hacia una laguna.
Al anochecer, ____ y Yukine descansaron al borde de una hermosa fuente al centro de la capital.
—Fue un largo dia, ¿terminamos todo lo de la lista?—preguntó la fémina.
—Si, terminamos todo. —aseguró el rubio, volteando a ver a la albina.—¿te peinaste tú misma?
—Si, ¿por que lo dices?
—Porque el lazo está suelto, deberías ajustarlo o podria salir...—se calló al ver como el listón de la contraria se aflojaba lo suficiente como para ser llevado por el viento—...salir volando.
—Quédate ahí.—le dejó las cosas que habian comprado y se levantó para ir tras su listón, que afortunadamente por el viento, se fue volando en la dirección contraria a la fuente.
No cayó al agua, pero si en la cara de un joven que iba caminando cerca. De pronto, la albina sintió un deja vú.
El contrario, un joven vestido de ropas aparentemente caras y muy elegantes debajo de una capa café, tomó el listón y lo observó unos segundos.
—Disculpe...lo siento mucho, solo salió volando por accidente.—se acercó a él—¿podria...?
Su hablar fue cortado al posar sus ojos en el rostro del contrario. Un joven de mirada azul muy familiar, con el cabello castaño que ____ estaba segura recordar perfectamente.
—¿Subaru?—ladeó la cabeza, sin quitar la mirada de él.
Era él, sin duda alguna era el mismo Subaru. Pero tenía cicatrices por todo el rostro y su mirada habia perdido el brillo que una vez hicieron ver a sus ojos un par de zafiros.
La verdad es que el castaño no entendía la razón por la cual aquella linda señorita parecia conocerlo, pero no podía quedarse a averiguarlo.
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