Capítulo 5

742 80 18
                                    

Haciendo a un lado el sopor que lo mantenía aletargado, Taehyung fue despertando poco a poco, enfocando la vista a su alrededor. Un cegador rayo de sol entraba por la ventana descubierta y le daba de lleno en el rostro, motivo por el cual se tapó con el dorso de la mano mientras se incorporaba.

Consiguió sentarse en su lugar, hallando su cuerpo desnudo bajo la suavidad de las sábanas de su cama. Un ligero dolor de cabeza le hizo lanzar una queja.

Miró a su alrededor, encontrándose con los rastros de lo que parecía haber sido una completa destrucción en su habitación. Las cosas estaban desperdigadas por doquier. Había ropa rasgada en el suelo, envoltorios de condones abiertos, su lámpara de luz destrozada en una esquina y ciertas marcas de garras en las paredes.

Se preguntó qué demonios había pasado, incapaz de recordar lo que hizo durante su celo, hasta que unas manitas tibias acariciaron su espalda baja.

Alfa...

Taehyung tragó saliva, escuchando la vocecita ronca y suave de un omega. Recién entonces olfateó el aire, identificando una mezcla entre café amargo junto a frutilla demasiado entremezclados.

Dejando en un segundo plano su dolor de cabeza, se giró con brusquedad, enfrentándose a la verdad delante de él.

Envuelto de la cintura hacia abajo con la misma sábana y demasiado cerca, se encontraba su destinado. Jimin se mantenía recostado, con la cabellera rosada enmarañada, reposada sobre las mullidas almohadas. Lucía amodorrado por el sueño, con un aspecto adorable bajo el brillo matutino.

Taehyung boqueó ante la visión del omega.

No sólo porque imaginó un escenario así cientos de veces, despertándose al lado de ese omega en particular, sino porque su mayor fantasía fue cumplida durante su período de celo y él no guardaba ningún tipo de recuerdo.

Jimin le observaba con las pupilas de un brillante tono celeste, las mejillas enrojecidas por la fiebre de su cuerpo y marcas demasiado notorias talladas en la palidez piel, entre las que destacaban arañazos en el área de la cintura y diminutas manchas violáceas alrededor de los hombros y clavículas.

El alfa se levantó como si hubiese sido impulsado por un resorte, tomando un mísero almohadón para cubrir su intimidad. Tropezó con algunos objetos en el suelo y por poco da un espectáculo cómico al omega. Se recompuso en el último segundo, pero seguía con la mente embotada.

Alfa –volvió a vociferar la voz omega, esta vez en un quejido enfurruñado, y estiró las manos en dirección a él. Le brindó la tierna imagen de un puchero construido con sus belfos rellenos y lloriqueó como si fuera un niño haciendo una pataleta.

Viendo que Taehyung negaba con la cabeza, Minnie insistió, abriendo y cerrando sus garritas. Al no recibir la respuesta que esperaba, que era ser consentido y mimado por su destinado hasta que el celo desapareciera de su sistema, sus ojos se empañaron en lágrimas, sintiéndose rechazado.

–Mierda, no deberíamos haber hecho esto –murmuró el alfa para sí mismo, sobrepasado por la situación.

Por desgracia, fue escuchado por el oído sensible de Minnie, que lanzó un chillido dolido por la falta de empatía del lado humano de su alfa, que nada más parecía haberle usado para pasar su calor. Enojado por eso, le lanzó a Taehyung un almohadón con forma alargada que dio de lleno en su rostro.

La carcajada que escapó de los labios de Minnie por su pequeña victoria detuvieron al alfa de cualquier intento de llamado de atención. No podía mostrarse severo teniendo a su omega en su punto más dócil.

–Minnie, ¿estás bien? –indagó Taehyung, regresando a la cama, envolviéndose con la sábana.

No le hacía gracia la idea de estar muy cerca de un omega en celo, pero tampoco podía pretender dejarlo solo. Le había prometido antes a Jimin que cuidaría a Minnie y enterarse de que se había apareado con él bajo la influencia de su lobo, le hacía temer haberlo lastimado con su brusquedad.

Esclavo del placer || Vmin (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora