Epilogue: Moral of the story

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De noche, amada, amarra tu corazón al mío
y que ellos en el sueño derroten las tinieblas como un doble tambor combatiendo en el bosque contra el espeso muro de las hojas mojadas.

-Pablo Neruda (Soneto LXXIX, Fragmento)

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Un agradable olor familiar se poso sobre su hombro. Cálidas manos sujetando suavemente su cintura mientras un suave rostro se posaba sobre su hombro derecho. La sensación de hogar lleno su nervioso ser y una tranquilidad increíble lleno el ambiente.

-"¿No es de mala suerte ver al novio antes de la boda?" Su voz resonó suavemente mientras mantenía su mirada en el espejo frente a él.

El cabello de su amado estaba cuidadosamente peinado hacia un costado, despejando su normalmente semi-cubierto rostro. Lucía completamente hermoso en aquel traje color crema con detalles en azul noche -cortesía de Hansol, al escoger los trajes-. Definitivamente su pequeño se merece una rebanada extra de pastel más tarde.

-"No te estoy mirando." Una suave voz resonó en su oído derecho causando algunas cosquillas. 

-"No creo que hayas llegado hasta aquí con los ojos cerrados." Seungcheol recargo su cabeza suavemente hacia atrás, sobre la del menor soltando un cómodo suspiro. -"Además yo sí te veo." Se rió dejando suaves caricias en las manos que lo rodeaban.

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Una suave melodia sonaba del viejo piano a cargo de su hermano, quién se encontraba a un costado del sencillo y nada extravagante altar.

El pequeño Hansol caminaba suavemente por el estrecho pasillo, vestido con un pequeño traje color crema y azul a juego sus padres, sus manitas tiraban pequeñas Gypsophilas blancas por delante.

El suave jugueteo del piano de detuvo por un momento y la marcha nupcial resonó de aquel piano. Un muy alegre Mingyu entró al lado de su mejor amigo, ambos luciendo radiantes y algo tímidos por la atención puesta sobre ellos.

El pasillo se sentía infinito y tan corto a la vez, era como revivir el recuerdo de hace meses, en el largo pasillo de hospital con ese aroma antiséptico e higiénico que parece desprenderse de las blancas paredes. 

Sin embargo, esta vez el extenso pasillo estaba lleno de flores a los costados, y una suave brisa acariciaba la piel a su alcance. El suave aroma de los claveles y los tulipanes del jardín llenaban el ambiente de una manera refrescante y encantadora.

Todo se sentía irreal, como si con el movimiento más brusco se fuese a derrumbar, después de todo llegar hasta este punto tomo demasiado de ellos mismos.

Frente al altar, Mingyu le ofreció una sincera sonrisa y un pequeño guiño juguetón al Omega frente a él.

-"Lo mereces, gózalo." Un suave susurro salió de los labios del joven Alpha. Para después posarse a un costado junto al pequeño Hansol quien jugaba con la canasta en sus manos.

El piano resonó nuevamente haciendo a todos voltear hacia la pequeña entrada improvisada.

Seungcheol lucia radiante en su traje a juego, su suave cabello se posaba a un costado dejando su rostro a la vista, las marcas de golpes y su labio partido habían quedado atrás para dar paso a una alegre sonrisa y un ligero rubor en sus mejillas regordetas. Vivo.

Por primera vez en mucho tiempo Seungcheol se sentía vivo, y tan agradecido por su existencia en la tierra.

La gentil mano de Jeonghan lo hizo voltear a ver al que por mucho tiempo ha sido su mejor amigo, su constante, su otra mitad. Nunca hubiera logrado tanto sin él, y está profundamente emocionado al tenerlo a su lado en un día tan importante, era su única familia hasta el momento.

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