Capitulo 11. La salamanca sin cola

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- Así que, ¿cómo te fue con las clases del club?

Dentro de su habitación, Song estaba muy animado a pesar de que ya era media noche llamó a sus amigos, había terminado la tarea junto a Feel, aunque a regañadientes, este le pidió que le dejara ayudarle con sus otras asignaciones, Feel era un chico muy inteligente, indulgente al momento de explicar, a pesar de que Song también era bueno con las clases, el método de enseñanza de la universidad era ajeno a él, por lo que necesitaba un empujón, por lo general Joss era a quien recurría, pero esta vez, Feel parecía disfrutar el poder enseñarle.

Tal vez ese idiota crea que me ha ganado hablándome de su vida, o dejándome entrar en su habitación, no soy alguien que se deja deslumbrar fácilmente.

-Bien, fui a un lugar, un restaurante que les encantaría, si llegan a venir los llevaré, es elegante pero ameno, muy cómodo, en fin, fuimos a hacer una práctica, Feel es mi compañero, me enseñó a hacer muchas tomas, el maldito es muy bueno.
- ¡Ohh! - decían Nali y Hit al mismo tiempo.
-Es muy paciente, incluso hoy tuvimos que hacer las ediciones para entregar el viernes, y me enseñó a usar los programas.
- ¿Entonces no es tan malo cómo pensamos? - Song titubeó.
-Lo es, es un idiota.
- ¿Pero un idiota amable?
-Un poco…solo, creo que él es tan ordinario como cualquiera, le gusta alardear frente a los demás, pero es tan cuidadoso de sí mismo, puedo decir que mi perspectiva de él cambio un poco.
- ¿De verdad? ¿Ahora es tu amigo entonces?
-Supongo.

Y aunque los días y las semanas de trabajo pasaban, poco a poco Song iba olvidando el vacío en su corazón al extrañar su vida en Corea, o incluso el abandono de sus padres, lo poco que hablaba con ellos era para saber cómo estaban, y algunos fines de semana regresaba a casa.
Su distorsionada imagen acerca de Feel se convirtió en una más relajada, ahora, realmente podía considerarlo su amigo, aunque no lo pidiera, Feel esperaba por Song los primeros días para las reuniones después de clases, los días libres para ir a casa juntos, o por cualquier cosa, todos felicitaban y envidaban a Song por ser compañero de Feel el chico prodigioso, y el muy bien aprovechaba ese conocimiento, de pronto se dio cuenta que podía contar con Feel.

Un mensaje por la mañana, almuerzos juntos, charlas nocturnas antes de dormir y dividirse en sus habitaciones, mientras los ojos curiosos de la gente no podían detenerse.

- ¡Buen día!

Como todas las últimas 3 semanas, Feel estaba ahí, esperándome sin alguna razón, levantando su mano al aire, saludándome con una sonrisa, no es que busque una excusa, pero tal vez, para él era cansado tener que aparentar ser de la forma que era al público, o tal vez yo soy lo suficientemente ordinario como para hacerlo sentir de la misma forma.
Después de que Feel me contó un poco de su vida pude comprender algunas cosas en cuanto a su actitud, decidí ser más tolerante con los momentos en que se volvía petulante, que, en realidad, ahora eran muy pocos.

-Buenos días- dijo Song ante Feel, este levantó su otra mano entregándole un café frio como los que Song solía tomar adictivamente. - Gracias, no hagas esto siempre, podría malentenderse.
-No importa, paso por algo de desayunar cuando salgo a correr, no me cuesta traerte algo, además tu nunca desayunas, podría hacerte daño, al menos bebe esto- con una media sonrisa, Song llevó el popote a su boca, los dos chicos comenzaron a caminar. Mientras Feel hablaba incesantemente ante Song, algunas veces se trababa de lo rápido que lo hacía, este era el Feel original.

Torpe, impulsivo, que escupía al hablar, gesticulaba tanto que cada musculo de su rostro de movía, y reía tontamente. Parecía como si Feel tuviera años sin platicar con alguien.

El Feel que se mostraba a los demás, era duro, frio, inalcanzable, algo patán, con esa sonrisa seductora que mostraba sus filosos colmillos.

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