Jiǔ wěi cáng yú dòng táo bàn

capítulo III

Aquí un nuevo capítulo. Chau nos leemos pronto. Besos.😘😘😘🥰

Segundos después de su búsqueda un gritillo de satisfacción salió de sus labios rojos. Bajo lo más rapido del árbol. Y cuando estaba cerca al suelo salto Aterrizando con suavidad. Y sin mirar atrás empezó a trotar alejándose de aquella torre que por un tiempo fue un escudo, una protección para su cuerpo.

El sonido de ramas secas que se partieron al ser pisadas por sus pies, se escucharon mientras, caminaba con la mayor parte de su atención en detectar algún sonido de bestias salvajes. Pero en todo el tiempo que que despertó en este mundo. No escuché o vi ha alguna bestia, espíritu o ser viviente. Es extraño, muy extraño —tengo que apurarme y encontrar un lugar para descansar...

—Maldición. El poco cielo. Que podía ver a través del frondoso bosque. Se empezó a teñir de rojo, anaranjado y violeta. Anunciando el comienzo del crepúsculo. Por lo que es primordial encontrar un lugar para pasar la noche ya. Aunque aún no logro divisar el río que vi desde aquel árbol que trepe. Demonios, vaya suerte la mía.—Yueguang dijo mirando el cielo y frustrada prosiguió desanimada. —rayos tendré que pasar la noche por aqui. — dijo al ver se estaba oscureciendo.

Por temor a ser rodeada por bichos y otros animales. Yueguang  dijo. —Será mejor subir a este arbol. —Una vez que estuvo en la rama más ancha. Se dispuso a descansar. Sentía un poco de frío al estar expuesta a las inclemencias de estar al aire libre. Pero no fue tan terrible como se lo había imaginado sufrir con su anterior cuerpo. Estar sola en un bosque completamente desconocido. Vistiendo un juego de prendas antiguas chinas o eso era lo mas cercano a lo que podía comparar sus prendas que con anterioridad lucían pulcras y hermosas... Ahora estaban sucias y en algunas partes rasgadas...—Si que era un dolor ver tan lindas prendas desperdiciadas.

Al día siguiente Yueguang bajo del árbol con un solo movimiento, ya acostumbrada a su nueva fuerza. Trás poder ver con la tenue luz que ofrecía este incipiente amanecer. Empezo con el recorrido que le llevara a la libertad.

El tiempo se le hizo muy largo a Yueguang. Ya que el rugido de su pobre estómago resonó a cada minuto. —Debo encontrar algo que comer. Pero no hay animales ni árboles o arbustos con fruta o bayas  con que alimentarme. Si no encuentro algo moriré de hambre —termino con un gemido lastimero.

Las horas siguieron pasando. Y nada más que el bosque lleno de aire fresco y puro acompañaba a Yueguang. Todo a su alrededor era verde, resaltante las hermosas flores de múltiples colores, algunas, de ellas tenían parecido a las de su anterior mundo y otras no. Las plantas que no conocía eran las que desprenden un ligero olor  profundo a medicina y una especie de aura. Si este mundo es como algún libro que haya leído esas deben ser muy especiales, pero no sé cómo identificar su uso específico. Si lo uso erróneamente, solo causare dificultades para mi misma. — Dios. Esta será la segunda noche que pasaré al aire libre y no puedo resistir mucho más sin agua y comida.—con un suspiro Yueguang arranco un trozo de su vestimenta. La estebdio en el suelo y la utilizo para guardar las plantas que desprendían aquella aura medicinal. —tal vez me sean útil más tarde.

Luego de empaquetar con cuidado de no romper los tallos o raíces. Siguió con su camino.

Al tercer día de llegar a este mundo sus pasos se volvieron más lentos, por no decir que eran piés, siendo arrastrados con cada paso que daba Yueguang. La sed que sentía, le era insoportable, mucho más que el vacío en su estómago. Estómago que gruñía sin parar. Recordándole que no había comido desde que llegó y sin saber si su cuerpo fue alimentado con anterioridad. Llevo su mano libre a su estómago ardiente y dijo molesta — no puede ser seré el primer espíritu que morirá por agotamiento y hambre. Dios y me reí cuando algo parecido sucedió al prota, en una novela que había leído en mi anterior vida. ¡Aaaah!... Ahora que recuerdo este cuerpo no ha consumido alimento. Solo fue mantenido con energía...tengo tanta hambre. Dios daría mi vida por una hamburguesa o una pizza de lo que sea aaaah.