La canción

8 3 0
                                        

No sé su nombre.
Una melodía que me encanta está en otro idioma.
No sé su nombre,
pero que bien suena al escucharla.

Muevo mis labios sin pronunciar palabra.
El viento azota en mi cara
y mis lágrimas bajan.

No entiendo la letra,
pero siento el gran deseo de entenderla.
Siempre existe una buena razón
para volver a ella.

En ocaciones siento que puedo comprender lo que dice:
tiene un tono suave y la voz del hombre que la canta, es joven.

Cierro mis ojos y trato de imaginar su rostro.
Busco de alguna manera el significado de aquellas palabras que mi cerebro no puede traducir.

Y de pronto,
solo eso es suficiente.
Solo eso basta para poder amarla.
Porque una buena canción
llega hasta el alma,
sin importar las barreras que hayan.

Todo de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora