Las memorias, son cosas importantes al parecer de todos, pero también puedes engañar tu mente por mucho tiempo sin un daño a largo plazo?
Sinceramente el guión es muy improvisado debido a que no tenía planeado publicar esta historia
Estoy editando...
La poca esperanza se desbordaba ante el caos que fue desatado, ya no quedaban fuerzas para sobrevivir otro día
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Era una mañana tranquila, los rayos de luz traspasaban los pequeños espacios entre aquellas cortinas de persiana.
- ugh, odio las mañanas - decía un castaño fastidiado, no le gustaba despertarse tan temprano.
La puerta es abierta de manera silenciosa, la figura se asoma y entra alegremente dejando atrás el sigilo luego de ver al castaño despierto
- Buenos días Tubbo! Como amaneciste? - decía un alegre pelinegro mientras se acercaba a abrir las cortinas
- Hola big Q - saluda con una suave sonrisa - que hora es? - el castaño mira al pelinegro que voltea y se sienta al costado de la cama
- mm - mira el reloj - son las 10:00 AM, es algo tarde pero no quería despertarte - dice mientras hace su camino a la puerta
- ¿!QUE SON LAS QUE?!- dice levantandose de un salto -
- Bueno, ya que estas completamente despierto - dice en el marco de la puerta - Tu desayuno esta listo abajo, deberías arreglarte antes de que llegué tu padre, no queremos que se enojé - dijo estremeciendose ante la mención de aquel hombre
- Si, tienes razón - dice mientras se levanta - Ya bajo
- Ok, te espero abajo - dice saliendo por fin de la habitación.
Un tiempo después el castaño se dispone a bajar las escaleras, se podía visualizar a un pelinegro arreglando la mesa para él mientras cantaba algo que no podía entender
- Tubbo! Quieres que te acompañe mientras comes? - dice poniendo el plato en la mesa.
- Si! - dice alegre mientras toma asiento y comienza a comer.
- Que tal me quedo? Es una nueva receta, por suerte no se quemó nada jaja - dice mientras recuerda la aventura que tuvo en la cocina.
- Esta deliciosa! - toma otro bocado.
- Me alegró que te guste! - dice alegremente - que quieres hacer hoy? - lo mira expectante.
- Podemos ir a casa de Philza? - se asusta cuando el pelinegro pega un brinco de la silla.
- Tubbs - dice suavemente luego de recuperarse - Sabes que soy tu niñera, verdad? - el otro asiente en respuesta - también sabes que no puedo desobedecer la orden de tu padre - suspira cabizbajo mientras dice eso - no esta permitido salir de casa hasta que se acabé tu castigo -
