Ꮺ ָ࣪ especial O3 𓂃

1.3K 134 37
                                    

Mark no se dio cuenta cuando Haechan llegó a la cafetería donde se juntarían con Jaemin y Jeno. Estaba cansado, su trabajo como médico cardiólogo era agotador y aunque lo amase y no se arrepintiese de trabajar en una de las clínicas prestigiosas de Seúl y todo el país, hoy había tenido sobrecupos y una alerta roja por un hombre que sufrió un paro cardíaco en el área de urgencias.

Así que sí, estaba cansado, esperando un café con leche que había pedido por mientras, y con un montón de mensajes en su celular de aquel par que no deseaba contestar por nada del mundo y que le estaban dando un dolor de cabeza. No podía seguir soportándolo y en algún momento iba a explotar -si no era pronto-. Su vida amorosa era una mierda que iba en picada y él no estaba interesado en retomarla porque se había saturado por completo en esa relación rara de tira y afloja que existía entre Sicheng, Yuta y él.

Por esa razón, por pensar demasiado en su enojo y cansancio, se sobresaltó al sentir como la silla a su lado se corría estruendosamente, y Lee Haechan dejaba caer su trasero allí mismo con una sonrisa abierta.

Haechan, a los veintisiete años, era la persona más colorida y loca para Mark. Siendo diseñador de su pequeña marca de ropa tomando vuelo en la ciudad. Luego de cinco años ahora tenía el cabello de un lindo rubio luego de varios meses variando entre azul, rojo y castaño, esta vez en un corte algo extraño que para Lee mayor era horrible, pero de alguna forma Lee menor lograba estilizarlo de tal forma que le... Gustaba. Especial hoy que lo tenía con leves ondas y un beret claro.

Mark le dio una rápida mirada a su llamativo amigo, escaneando como se veía con aquella blusa celeste bebé con mariposas de colores, el cárdigan -tejido por él mismo- multicolor algo grande que lograba ocultar sus manos en las mangas, y un pantalón blanco entallado acompañado de creepers. Se veía lindo, se confirmó, bastante lindo para tanto color.

A comparación de él, que iba por completo de negro y con su delantal de médico colgando de su bolso, Haechan se veía como un arcoíris brillante en el cielo azul. Y tampoco era tan diferente, siempre que Mark veía a Lee menor era como ver un bonito y esperado arcoíris, aunque nunca fuese a admitir que de alguna forma la sola presencia de este lograba subirle los ánimos mínimamente.

-Como siempre, tan puntual. - La voz del rubio salió suave de sus labios, pero no fue suficiente para que Mark le prestase total atención y que se arrepintiese luego de lo próximo que dijo Haechan. -Oh, te ves triste, bebé.

Lee mayor esta vez sí se giró, no por el ridículo apodo por el cual el menor le había llamado -porque en realidad, Haechan llamaba de aquella forma a toda persona cercana a él-, sino porque sólo habían bastado cinco segundos para que descifrase que algo le ocurría. Y no lo entendía, según él estaba igual de serio y cascarrabias que siempre, capaz un poco más por estar agotado, pero que Haechan haya especificado que estaba triste no estaba en sus planes y se vio algo ofuscado por la mirada dulce de esos ojos grandes que ahora le miraban curioso.

-¿Triste? No estoy triste, estoy cansado. - Respondió, quizás más brusco de lo previsto por instinto, y apartó la mirada adversa para mirar por la cafetería. -¿Por qué Jaemin y Jeno tardan tanto? - Preguntó, cambiando el tema tan pronto le llegó a la cabeza.

-No me evites. - Le golpeó el brazo con una mueca falsa de enojo a lo que el mayor le correspondió. -¿Qué te pasa?

El canadiense arrugó la frente, no le pasaba nada en su opinión, solamente no estaba teniendo un buen día y que Haechan quisiese hurgar en sus pensamientos era extraño. Aunque si lo pensaba bien, era más extraño no querer soltarse con Lee menor cuando generalmente lo hacía, ¿por qué esta vez no? Lo asoció a su discusión con Sicheng y Yuta, nunca era demasiado partidario de hablar sobre ello, y definitivamente por alguna razón no quería que Haechan supiese.

!  ׅ࣪  kindergarten boy ׅ ࣪ nomin ✶ ~  ࣪ ׅDonde viven las historias. Descúbrelo ahora