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Ꮺ ָ࣪ capítulo O9 𓂃

Dos días después, Jeno seguía sin saber sobre Haechan y su extraño comportamiento, y el mayor le ignoraba olímpicamente cuando los tres se juntaban diariamente a almorzar como era costumbre desde que se habían conocido.

Jeno no lo entendía y se sentía algo frustrado, ¿qué había hecho mal? Se preguntaba por la hostil actitud de su hyung. No estaba acostumbrado a la indiferencia de Lee contra él, el pelinaranja siempre estaba atento con su persona, le acariciaba el cabello luego del almuerzo y cuando les quedaba tiempo libre, se tomaba el tiempo para comer con él porque Jeno era lento al hacerlo, siempre le escuchaba con una atención impresionante, con esos ojos almendrados atentos encima suyo. Haechan todos los días le mandaba los bocetos de los diseños que hacía o le sacaba fotos a alguno de sus gatos porque sabía que a él le gustaba verlos.

Pero ahora nada, y Lee menor extrañaba a su dulce y atento amigo de ojos gatunos, ese que ahora mismo ni si quiera se había despedido de él al levantarse luego de comer e ir a botar sus envases, dejándole con Mark que le miraba como si fuese un idiota mientras comía su segundo envase de ramen con entusiasmo. Jeno miró esa cabellera naranja con pinches de colores hasta que desapareció de su vista entre el montón de gente que se encontraba en el comedor al aire libre a pesar del frío.

-Hyung. - Llamó Jeno, aún sin girarse al canadiense, quien alzó las cejas con comida en la boca y en los palillos. -¿Tú sabes que le pasa a Haechan-hyung? Me ha estado ignorando estos dos días...

Se enfocó en Mark al ver que Hae ya se había ido por completo, se sorprendió al verlo con un tic en el ojo y el rostro ensombrecido, con la boca llena de ramen y los palillos detenidos contra sus labios. Jeno le miró confundido, y vio al contrario exhalar con rabia mientras terminaba de comer lo que tenía en la boca y tiraba su envase aún con comida en la mesa junto a los palillos.

-¿Me estás tomando el pelo? - Preguntó con brusquedad, tomando desprevenido a Lee menor y haciéndole sobresaltar.

-¿No...? - Su tono se llenó de miedo.

Mark exhaló, llevándose las manos a la frente para mirar al suelo y comenzar a murmurar números para calmar un poco la fulminante rabia y no encestarle un puñetazo al menor.

-¿A ti acaso no te entra nada más en la cabeza que no sea Jaemin y tu carrera como profesor de matemáticas?

Jeno parpadeó confundido, ¿qué tenían que ver Jaemin y las matemáticas?

-No te entiendo, Mark, ¿por qué estás enojado? - El azabache menor intentó tocar a su mejor amigo para mirarle el rostro, pero sintió un fuerte empujón de parte de este al erguirse.

-¡Que le gustas a Haechan, imbécil!

Parpadeó, una, dos, no sabe cuántas veces en total, intentando procesar aquello. Y comenzó a reírse gracioso, cerrando los ojos y negando con la cabeza ante la broma que le había hecho Lee mayor, ¿gustarle a Haechan? Claro que no, era imposible que eso pasara.

Se carcajeó sobre su almuerzo un par de segundos más antes de abrir los ojos nuevamente y mirar a Mark, deteniéndose abruptamente al ver que él no se estaba riendo, no estaba sonriendo y tenía una vena marcada en el cuello sin dejar ese tic en el ojo. Mark no estaba bromeando con él.

-P-pero, ¿qué dices? - Borró todo rastro de risa y su boca cayó en una mueca, sus brazos cayendo a sus costados.

-No puede ser cierto. - Le escuchó a duras penas, antes de chillar al ver a Mark alejar su bandeja de comida y dejar caer su cabeza repetidas veces sobre la mesa, golpeándose una y otra vez con frustración antes de volver a mirarlo como un lunático con el cabello revuelto y una sonrisa macabra y enojada, los ojos brillantes en furia. -Eres un idiota, Jeno, ¿acaso nunca te has dado cuenta de todas las veces que Haechan ha mostrado interés en ti? ¿En cómo siempre vela por ti y si le pides que me tire piedras él lo haría sin dudar? - Mark alzó las cejas, extendiendo las manos con obviedad, y Jeno volvió a pestañear sin captarle.