𝑫𝒆𝒔𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒐𝒋𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝑯𝒆𝒏𝒅𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏 |Eddie/Steve/Billy|

Capítulo 2

Pov T/n:

Cuando llegué a casa empecé a ordenar unas cosas. Estaba todo hecho un desastre.

Encontré algunas fotos sobre una mesita de noche cuando tenía 4 años y Dustin apenas tenía días de nacido. También una foto cuando una vez nos amanecimos jugando C&D con Lucas, Mike y Will.
Otra con Jonathan cuando jugábamos a los exploradores de pequeños.

Al ver eso no evité sonreír.

Pasaron unas dos horas más, y ya era hora de ir a ver a los chicos.

Felizmente tenía otro skate en el sótano de la casa, así que la agarré y fui nuevamente a la preparatoria Hawkins.

T/n: ¿Dónde estarán? —caminaba hasta que me choqué con una chica de cabello rubio.

X: ¡Ay, disculpa! —nerviosa.

T/n: Fue mi culpa, no te preocupes —le sonrío.

X: Bueno, adiós —me sonríe y se va.

«Eso fue raro», pensé.

Entré a la preparatoria y vi a mucha gente ahí, al parecer ya había comenzado un partido de básquetbol.
Vi a lo lejos a Lucas sentado en la banca con unos chicos más. Noté que no era el mismo, había crecido muy rápido, al igual que Mike.

Por cierto... ¿Dónde estaban Will, Ce, Max, Jonathan?

¿De tanto me perdí?

Seguí buscando pero no encontraba ni un rastro.

«¿Dónde carajos estarás Dustin?», pensé.

Escuché ruidos en una habitación dentro de los pasillos así que decidí entrar.

Eddie: ...No se avergüencen de salir corriendo, no traten de hacerse los héroes, hoy no, ¿si? —dice mirando a los demás chicos.

T/n: Lindo consejo, friki —me apoyo sobre la puerta.

Todos: ¡T/n!

Erica: ¡T/n!

T/n: Hola linda —le sonrío a Erica.

Eddie: Vaya, vaya, vaya.

Dustin: T/n, te necesitamos —me mira.

Eddie: No puede.

T/n: ¿Por qué? ¿Tienes miedo, cariño?

*Algunos ríen*

T/n: Hagamos un trato —lo miro desafiante.

Eddie: Eso suena bien.

T/n: Si yo gano, es decir, si ganamos, dejarás a Erica entrar al equipo.

Eddie: Y si yo gano... —se queda en silencio por unos segundos—, tendrás que salir conmigo.

*Todos lo miran sorprendidos por lo que dijo*

T/n: —lo miré curioso y le sonrío—. Está bien.

*Estrechamos la mano*

Empezaron a jugar otra vez. Desde una esquina, guiaba a los chicos antes de que dieran un paso adelante, Erica, por supuesto, resaltaba un poco más que el resto. Recuerdo que esa misma jovencita se burlaba de nosotros por jugar hasta altas horas de la noche hace algunos años. Y al observarla, sin querer, me di cuenta que ya era como una de nosotros.

[...]