@kurtsworld96

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—Hola, soy Kurt del mundo de Kurt...

Un total de cero cifras en las vistas de sus videos. Tenía la misma cantidad de Me Gusta o comentarios al respecto.
El mundo digital simplemente consideraba ausente la existencia de su cuenta.

—...hoy voy a dibujar mi vida...

Padres divorciados, mamá entrometida, padre alcohólico, adicción a las drogas (de esas que se fuman) y un complejo de soledad muy avanzado, siendo que nada más tenía un amigo:

—...Gabe, mi mejor amigo, a veces viene a casa y sugiere ideas para mis videos. También jugamos videojuegos, compramos comida chatarra y se queda a dormir en mi habitación. No le gusta mucho estar en su casa. Dice que no le gusta el ruido y como sus papás se la pasan gritando, prefiere venir a visitarme.

El vídeo con temática Draw My Life tampoco tuvo mucho apoyo. Solo una vista, un Me Gusta y un comentario:

"@br4veg4be: GENIAL, HERMANO. BUEN VIDEO"

Kurt leía el comentario y sonreía, una y otra vez, clavando en la pantalla una mirada de ilusión. "BUEN VIDEO", estaba orgulloso de que Gabe considerara que había hecho un buen video.

El sonar del timbre hizo que Kurt voltease hacia la puerta de su habitación. Esperó.
Uno.
Dos.
Tres.
Cuatro.
Cinco.

—. . .

Y el timbre sonó nuevamente.

Ésta vez, se levantó de su asiento y caminó fuera de su habitación, por el pasillo hasta llegar a la puerta principal.

—Hermano, tengo las manos algo ocupadas, ¿podrías abrir?

Kurt sobresaltó y entreabrió la puerta.
Gabe, con una gorra amarilla, camisa blanca sin planchar, pantalón de mezclilla y dos bolsas de papel enormes entre sus brazos pasó apresuradamente a la vivienda de su amigo.

—¿Qué es todo eso?

La confusión en la voz de Kurt lo decía todo.
Gabe dejó las bolsas sobre el sofá, teniendo que rodearlo primero para hacer eso.

—Son...

Sacó un juguete infantil pero ciertamente popular de una de las bolsas.

—...pistolas de agua!

—¿Qué?—sonrió Kurt—¿Para qué quieres eso?

—Hace un calor infernal afuera—Gabe se quitó la gorra, dejando a la vista su cabellera larga y sudada—. Además...

Kurt se acercó rodeando el sofá para asomarse dentro de la bolsa, ya que su amigo había comenzado a buscar dentro de ella.
Casi es golpeado con algo que Gabe sacó de golpe de la bolsa. Una lata de cerveza.

—...traje munición!—Kurt volvió a sonreír, pensando en cómo podía ocupar eso para un vídeo mientras su amigo abría y vaciaba el contenido de la lata en el cargador de la pistola de agua.

—¿Kurt?

Gritó una voz femenina, a lo que ambos voltearon y paralizaron en esa dirección.

—Ven a ayudarme con ésto.

—¿Tu mamá está en casa?—el nerviosismo invadió a Gabe, haciéndole mirar a su amigo ansiando una respuesta.

—Si, pero está enferma, está en reposo y no puede salir de la cama. Nada de qué preocuparse.

—Debiste decirme antes—reprochó en un susurro agresivo Gabe mientras Kurt caminaba a la habitación de su madre para ayudarla.

Gabe levantó sus compras y caminó con sigilo hacia la habitación de su amigo, mirando constantemente a su alrededor como si alguien lo fuese a descubrir. Dejó las cosas a un lado del escritorio de Kurt y resopló como si hubiese corrido un maratón.

En el afán de recorrer la habitación de su amigo con la mirada, notó la pantalla del ordenador y el comentario sobre ella.
Lo miró por unos instantes y luego se sentó en la silla de Kurt, comenzando a navegar por el ordenador con una sonrisa pícara en el rostro.

—Ya está, solo necesitaba...¿Qué haces? ¡Deja eso!—Kurt parecía alarmado, empujando la silla giratoria hacia un lado con la esperanza de que Gabe dejase de chismosear en su PC. De inmediato revisó la pantalla, notando que Gabe había abierto un archivo Word marcado como "La lección".

Kurt volteó a ver a su amigo de inmediato, mismo que yacía mirándolo con una expresión seria, cómo si no entendiera qué estaba pasando.

—¿Kurt?—susurró Gabe desde la silla giratoria—¿Qué es eso?

Kurt volteó a ver el documento y lo cerró regresando a la ventana de YouTube.

—Es solo una idea para otro video—renegó.

La habitación se quedó en silencio, con Kurt mirando a su amigo y su amigo mirándolo a él.

Gabe, de un momento a otro comenzó a sonreír, lentamente.

—Eso...es...¡fascinante!

Gritó entusiasmado.
Kurt se confundió, pero el abrazo de su amigo no le dió tiempo de reaccionar.

—¡Es un plan maravilloso! ¡Quiero ayudarte! ¿Puedo? Di que sí, amigo, por favor...

Rogaba. Y con aquellos cumplidos hizo sonreír a Kurt, que aceptó de inmediato y empujó a Gabe fuera de su espacio personal.

—Claro. Aunque aún tengo que preparar varias cosas...

—¡Yo te puedo ayudar!—Kurt sonrió emocionado—¡Puedo ir en la cajuela!

—Si...¡Si, está bien!—se hizo silencio una vez más y Kurt balbuceó para finalmente hacer una pregunta con ilusión—. Tú...¿De verdad crees que es una buena idea?

Gabe se puso serio de nuevo, acercándose a su amigo y tomándolo con firmeza de los hombros. Lo miró con los ojos bien abiertos. El fleco se le deslizaba por los costados de los ojos, su cuello y clavículas sudaban.

—Hermano...—Kurt solo lo miraba, incómodo y hacia abajo, ya que era más alto que Gabe—...Es. La mejor. Idea. En todo, el mundo.

Gabe sonrió, sin quitarle la vista de encima a su amigo, y Kurt replicó el gesto, sintiéndose bien de saber que alguien lo apoyaba de esa manera.

—Vamos a ser famosos, amigo—susurró.

—Vamos. A ser. Famosos.


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Lo prometiste || SpreeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora