#LaLección 2/2

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Lo primero que hizo Kurt fue preparar y llevar el desayuno hasta la habitación de su madre, mientras Gabriel se atascaba de su dosis diaria de plantitas mágicas en el patio trasero de la casa.
Él ya estaba vestido. Tuvo que tomar algunas de las cosas de Kurt, ya que no quería volver a su casa por ropa; llevaba puesta una sudadera amarilla, su típica gorra amarilla con una palmera bordada al frente, un pantalón deportivo gris claro que le quedaba más holgado de lo normal porque claro, Kurt era dos tallas más grande que él, y unos tennis blancos Nike. Los favoritos de Kurt, de hecho, solo para llamar su atención.

–Bueno. Ahora solo tengo que vestirme y empezaremos con el blog.

Y si, se dirigió a su habitación a buscar qué ponerse. No le tomó mucho, eligió algo sencillo con una sudadera azúl. Algo ligero porque hacia un día soleado.
En cuanto salió de su habitación lo único que escuchó durante la media hora que desayunaba con Gabe fueron comentarios tipo "¡He-hey! ¡Que guapo, hermano!", "¿A dónde con tanto estilo?", "Dame clases de moda", "¡Solo mira esos abdominales, Kurt!", etc, etc.

Estando satisfechos, salieron a instalar las cámaras en el auto, grabar el video de bienvenida juntos y probar si todo estaba bien y funcionaba correctamente.

Bueno, en realidad Kurt hizo solo la primera y la tercera cosa, ya que Gabe se la pasaba dando saltitos y siguiendo a su amigo muy emocionado, observando desde la distancia su trabajo y diciendo cosas com entusiasmo o cantando.

–¿Ya está, ya está, ya está, ya está, ya está?

–Estaría más rápido si me ayudaras un poc-

–¡Yo pido la cajuela!– abría la cajuela y se metía dentro, así que Kurt tenía que estarlo sacando para que no muriese asfixiado ahí dentro.

–¡Solo ve por las botellas, Gabe! Dios santo...– susurraba y ordenaba, a lo que Gabe obedecía sin problemas, emocionado.

–¡A sus órdenes, capitán!

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Después de un par de horas terminaron de preparar todo, subiendo al auto, ambos en los asientos delanteros.

–Pero dijiste que podía ir en la cajuela.

–Ah- Si, lo sé, pero...aah... podrías ahogarte o... algo... Además necesito un asistente. Un copiloto.

Los ojos de Gabe se llenaron de ilusión.

–Un...¿copiloto?– Kurt asintió, colocando su celular en posición para poder ver las rutas, aunque el abrazo repentino de Gabe lo interrumpió.

–Oh... Okey, calma. Siempre serás mi compañero de confianza.

Gabriel se veía realmente ilusionado, literalmente con ojitos de perrito feliz. 
Soltó finalmente a su amigo, se aclaró la garganta y prendió su propio celular para comenzar a transmitir desde su canal. Aunque no tuviese vistas tampoco.

Kurt sobresaltó de repente y salió del auto con prisa.

–Casi lo olvido.

–¿Qué cosa?

–¡Quédate aquí, ahora vuelvo!– gritó desde lo lejos, corriendo a casa de nuevo y dejando a Gabe solo.

Obedeció. Se quedó ahí y aprovechó para hacer la introducción de su vídeo.

– ¡Hey hey, mis valientes! Aquí BraveGabe con un nuevo blog desde el Spree de KurtsWorld96. Hoy haremos algo muy diferente. Kurt lo llama "La Lección"– gritó emocionado después de aquello–. Vayan a visitar su canal ya, ya, ya. Podrán ver todo el show desde una perspectiva única. ¡Vamos, háganlo! ¡Siganlo, KurtsWorld96! ¡Paz!

Detuvo la grabación y se acomodó el flequillo mirándose en el espejo retrovisor.
Kurt tardaba un poco así que se puso a curiosear por el auto.
Ya estaban las botellas.
Las cámaras estaban grabando.

Se acercó un poco al asiento de Kurt, notando que olía un poco a él. Era algo indescriptible. Él lo describía como "olor a Kunkle" y debía admitir que realmente le gustaba ese aroma.
Acercó la nariz a la tela del asiento y olfateó discretamente, cerrando los ojos para centrarse completamente en ese aroma. Algo como olor a jabón con humo de cigarrillo.
Exhaló por la boca, dibujandose una pequeña sonrisa en su rostro. Y justo a tiempo escuchó los pasos apresurados de su amigo sobre la grava, alcanzando a colocarse en su posición normal de vuelta en su asiento como si nada.

Kurt llegó jadeando, sudando y dejándose caer sobre su asiento exhausto. Colgó una especie de collar con una piedra preciosa en el espejo retrovisor y sonrió, gritando emocionado.

–¡Es hora de irnos, bebé!

Gabe sonrió con entusiasmo, gritando igualmente a modo de celebración y sacudiendo la cabeza como metalero. Igualmente estaba intrigado de a qué había regresado su amigo a la casa pero supuso que solo se cansó buscando el collar, así que no hizo ninguna pregunta y simplemente dejó que Kurt conduciera para ir a recoger a su primer cliente y víctima:

"Frederick"

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⏰ Última actualización: Aug 15, 2022 ⏰

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