Que no se note mi bloqueo, por favor.
·~
Doce graves campanadas sonaron del enorme e imponente reloj de pared que colgaba en la oficina de Jean.
Efectivamente, el día de su boda había comenzado.
Aunque no hubiera un solo papel sobre su escritorio, ella continuaba allí, dando vueltas en círculos, afrontando sus ideas, aún cuando intentaba evitarlas.
Pensaba en Diluc, en Lisa, en Amber y en si fingir su muerte era, en realidad, una mala idea.
La caballera exploradora era su verdadero conflicto actualmente, ¿le habría contado a alguien? ¿Cuánto tiempo lo guardaría como secreto? ¿Y si todos son conocedores de esta verdad, pero nadie se atreve a decir nada? En ese caso, ¿qué estarán opinando de ella? ¿Habrá destruido la confianza de los ciudadanos que debe de proteger, por ser adúltera y lesbiana?
La verdad era que los labios de la chica se habían mantenido cerrados por más tiempo del que se sentía capaz, hasta que la confusión la consumió por completo.
¿Por qué era que le hacía sentir tan impotente la situación? Jamás había vivido algo así y no entendía por qué le afectaba tan de cerca.
Así que, en un arranque por entenderse, recurrió a quien más cerca tenía: Lumine.
A decir verdad, a la viajera no le podría interesar menos los problemas personales de la Gran Maestra, sin embargo, Paimon estaba excesivamente interesada.
Para sorpresa de todos, la acompañante de la viajera guardó el secreto hasta el último minuto...
El minuto anterior a contarlo.
Ahora, eran cuatro personas quienes conocían el secreto: Amber, Lumine, Paimon y un chico del Gremio de Aventureros con bastante mala suerte.
♡~
—¡Paimon! ¿Por qué le cuentas? —Lumine regañaba a su compañera que estaba contando anécdotas con Bennett.
—¿¡Jean y Lisa son amantes!? —exclamó el chico estupefactado.
Después de encontrarse en el Gremio, Lumine había accedido a acompañar a Bennett a un dominio que, aparentemente, contenía un enorme tesoro. Sin embargo, para sorpresa de nadie, el lugar se había caído a pedazos, bloqueando la salida.
Inundados en desesperación y miseria, Bennett y Paimon empezaron a comentar chismes del la gente de la nación. Al chico le fascinaba, nadie en Mondstad se le acercaba, mientras que Paimon conocía a todos allí.
Al principio, eran cosas tontas, casi obviedades, como el noviazgo de Amber y la menor de los Lawrence. Sin embargo, todo se empezó a desvirtuar, hasta llegar al punto de revelar el secreto de Jean.
Mientras Lumine reñía a su compañera, quien solo intentaba reír para evitar un mayor castigo, un golpe seco sonó a sus espaldas.
Bennett se había desmayado.
Sus piernas seguían cruzadas sobre el suelo, pero su espalda había caído hacia atrás, impactando su cabeza con fuerza.
—¿¡Se desmayó!? —exclamó Paimon con la mandíbula desubicada.
—Tiene sentido, entre el shock y la cantidad de horas que llevamos sin comer ni beber... —comentó Lumine casi obviando la situación.
Ya sea por mera coincidencia, o si el estado de Bennett realmente había generado algún efecto, a los minutos, Cyrus, del Gremio de Aventureros, entró a socorrer a la viajera y al chico.
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Hermosa Amante // Lisa×Jean
FanfictionJean está a días de casarse con Diluc y parece que todo marcha genial, especialmente porque nadie sabe de su amorío secreto con la bibliotecaria, Lisa. Al final del día, los grandes momentos son los que revelan grandes verdades y esta podría no ser...