Historias para dormir

Y Puchu se perdió

Hace mucho, mucho tiempo, se perdió una joya en el fondo del mar.
La leyenda cuenta que esa perla da el poder de controlarlo todo, de controlar el mundo.
Un día, un conejito llamado Puchu fue a buscarla. Mientras iba hacia el mar donde se hallaba la joya, pensaba todo lo que podría conseguir: zanahorias infinitas, un montonazo de conejitas adorables para él solito, una mansión...

Mientras iba pensando en todo esto, se encontró perdido en mitad de la playa, una playa inmensa.
El pobre Puchu buscó y siguió buscando el camino por el que había venido, pero no lo conseguía hallar.

Desesperado, vio que un perro se acercaba. Era un perro gigante y negro. Daba tanto miedo que Puchu dudaba si acercarse o alejarse.

Después de pensar, se dio cuenta de que si corría, podría ser peor porque le acabarían persiguiendo más perros. Puchu se acercó y le habló.
El perro respondió y no parecía que se lo fuera a comer, así que le pidió ayuda.
-Perro, necesito la joya mágica que cayó al mar, ¿sabes dónde encontrarla?
-Lo sé, pero ¿para qué la necesitas?
-Quiero conseguir un montonazo de cosas con ella. Si me ayudas a conseguirla pediré un montón para ti.
Cuando Puchu dijo esto, el perro sonrió y de repente todo se volvió oscuro.
Puchu abrió los ojos al oír la apertura de una puerta. Era su puerta. Despertó en su jaula mientras su dueña metía un trozo de zanahoria y algo de manzana en su plato. Poco después, la dueña cogió a Puchu y lo acarició.
Justo cuando ella le acariciaba, Puchu se dio cuenta de que su dueña llevaba un colgante precioso, con una joya incrustada en las garras de un halcón, como si lo sujetara.
Extendió su para para alcanzar el colgante de su dueña, ella le miró y dijo:
-¿Ah, esto? Es nuevo, lo encontré hace un rato en la arena cuando salí a pasear por la playa.