ՏOY Tᑌ Oᗰᗴᘜᗩ ~ (RenHyuck) /Editando/

Capítulo 8

—Gracias por acompañarme, Haechan.

—No hay de que, Jun. —Renjun abrazó a Haechan y luego volvieron al trabajo.

Chenle bajó y se sentó en una mesa. Renjun lo vio y fue con él —Hola Chenle, ¿Qué quieres?

—Un batido de chocolate, por favor.

—Está bien, ahora vuelvo. Aquí está.

—Gracias. Está muy rico. Los dueños deben hacer su trabajo muy bien.

—Chenle, sabes perfectamente que tu eres uno de los dueños. —los dos se rieron.

Él acabo su batido y luego llamó a Renjun.

—Oye, Renjun, ¿Si soy el dueño tengo que pagar?

—Sí, todos tienen que pagar, a no ser que invite la casa.

—¿Y la casa me invita?

—Nop, a pagar.

—Está bien, toma.

—Gracias, vuelve pronto.

—Adiós.

El turno acabó y Renjun fue a su casa.

Pasó una semana y ya era sábado. La cafetería también abría los sábados así que fue a trabajar como siempre. Al entrar se encontró a Haechan trabajando también.

—H-Haechan, ¿No estás arriba?

—Hoy no, Yuta me ha dicho que si quería probar lo que era hablar con los clientes, preparar comidas y eso. Me está gustando esto así que bajaré aquí más a menudo. Por cierto, buenos días.

—Buenos días.

Haechan estaba haciendo un buen trabajo para ser su primera vez, aunque claro, sus compañeros le ayudaban, sobre todo Renjun y Yuta.

La puerta de la cafetería se abrió, pero no era un cliente, sino Mark —H-hola, no le digáis a Hyuck que he llegado tarde, me he quedado dormido. —Mark observó a su jefe —Hola Hyuck. ¡¿Hyuck?! ¿No estabas arriba?

—Hoy no, que suerte tienes de llegar tarde hoy.

—Lo siento, no volverá a pasar.

—Eso espero, rápido, a trabajar. —las horas pasaron y se acabó su turno.

Renjun y Haechan fueron a comer juntos en un restaurante de la zona. Comieron tranquilamente mientras conversaban y pagaron a medias.

—Me lo he pasado muy bien, Haechan, ¿Quieres venir a mi casa un rato?

—Claro, nunca antes he ido y tengo curiosidad por ver como es. —el alto acabó de hablar y se resbaló, se giró mientras estaba cayendo pero Renjun le sujetó, sus caras estaban muy cerca, a centímetros. Los dos se sonrojaron y siguieron su camino a casa de Renjun.

Antes de entrar, Haechan agarró la muñeca de Renjun para hablarle —J-Jun, gracias por evitar que me caiga antes.

—No es nada, no iba a dejar que te cayeras. —ahora sí, entraron.

—Wow, tu casa es muy bonita, me gusta mucho.

—¿Enserio? Gracias.

—Vendré más a menudo para ver la casa y a ti. —Renjun se sonrojó un poco y asintió.

Estuvieron horas hablando y viendo series. Fueron a dar un paseo y al volver, como ya era de noche, decidieron cenaron juntos. Como se sentían solitos, invitaron a Mark, Yuta, NingNing, Karina y Chenle.

Se lo pasaron súper bien, trajeron alcohol y todos acabaron borrachos. Una hora después de cenar, los cinco últimos invitados se fueron a sus casas. Por otro lado, Haechan se quedó a dormir también.

—Haechan, ¿Cómo quieres dormir? ¿Quieres ir a la habitación de invitados?

—Yo quiero dormir contigo. —habló bajito pero Renjun lo escuchó. Estaban borrachos así que les pareció una buena idea.

Al día siguiente, se despertaron con el pijama tirado por ahí y ellos solo en ropa interior mal puesta.

Renjun fue a ducharse y al acabar, fue Haechan. Su resaca no era mucha, ya que estaban algo acostumbrados.

Los dos ya estaban duchados y cambiados y se sentaron en el sofá del salón a hablar.

—Haechan... no sé qué pasó anoche, pero no recuerdo nada.

—Yo tampoco recuerdo, pero me duelen mis partes.

—Y a mi mi culo. ¡Eso solo significa una cosa! —Haechan entendió de que hablaba Renjun y en segundos acabaron más rojos que los tomates.

—No me digas que lo hemos hecho, ni somos pareja ni nos hemos besado. Aunque ya que lo he dicho... no tengo nada que perder. —Haechan juntó sus labios en un beso. Como si lo hubieran hecho toda la vida, estuvieron besándose uno o dos minutos antes de separarse _L-lo siento si tú no querías.

—Sí que quería, me ha gustado mucho. Haechan, ¿Quieres ser mi novio?

—S-sí. —volvieron a besarse.

Pasaron seis años, llevaban tres de casados en una magnífica relación. Ambos se encontraban de vacaciones en España. Estaban celebrando su tercer aniversario.

—Cariño, no me creo que hoy hace tres hayamos casado. Te quiero mucho, Haechan.

—Y yo aún más a ti, Jun. —subieron al avión de vuelta a Corea en un vuelo directo. Parecía que todo iba bien.

Horas después

Jeno estaba viendo las noticias de la tele.

—Noticias de última hora, un vuelo directo desde España hasta Corea sufre un grave accidente. No hay supervivientes. ... —Jeno apagó la televisión y notó que todo se apagó...

---------------------------------------------- Fin