Meet - Suss -

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El ruso dejó que su contra parte fascista pasara a su casa, estaba algo desordenada pero no había problema con eso, no es como si la casa del alemán estuviera en mejores condiciones.

El joven de la esvástica dejó los papeles sobre la mesa mientras explicaba levemente en que consistía el tratado, las normas y las condiciones del mismo así como las consecuencias si uno de los dos rompía el trato; mientras se encargaba de explicar con mucha dedicación el comunista se paró detrás de el y estuvo 30 segundos debatiendo mentalmente si debía o no hacerlo, al final se acercó a el por detrás tomando sus caderas de forma delicada, el alemán se estremeció al sentir el toque y comenzó a asustarse aún más al sentir la respiración del comunista en su cuello.

Toda la casa se sumió en un profundo y muy eterno silencio hasta que el bolchevique optó por hacer más movimientos, empezando con leves besos en su cuello bajando hacia sus hombros de la forma más delicada que podía, mientras que Reich solo estaba quieto ahí, el más alto comenzó a mover sus manos delineando la perfecta silueta del alemán, dejó de hacerlo cuando notó como este comenzaba a llorar mientras temblaba, eso no le agradaba por lo cual lo dejó en paz comenzando a preocuparse al verlo tan perdido

- Reich - le llamó obteniendo su atención

- lo siento... -

- no te disculpes - lo atrajo hacia el para abrazarlo - yo no debí hacer eso, no pedí tu consentimiento lo siento tanto -

El menor no respondió solo comenzó a llorar en silencio, llegó un punto donde casi ni podía respirar por su llanto, Urss no sabía que hacer, solo estaba intentando calmarlo disculpándose mientras le decía cosas positivas, o eso intentaba hacer.

- Reich te vas a ahogar si sigues así - le dijo mientras acariciaba su espalda, Third lloraba descontroladamente y Urss solo le pasaba el papel para que se limpiara los ojos y limpiara el moquillo

- ya... yo... lamento comportarme así - dijo limpiando sus lágrimas para dejar de llorar

- no te disculpes Reich - lo calmó con una leve sonrisa

El fascista le devolvió la sonrisa aún con una expresión triste, frotó sus ojos, estaba cansado y tenía sueño de tanto llorar, afuera ya estaba oscuro pues las horas habían pasado como si nada.

- creo que debería irme - susurró bostezando

- tal vez, pero primero deberías comer algo, andar por ahí derribando edificios y matando políticos debe ser agotador - bromeó yendo por algo para servirle de comer

- no quiero molestar - le siguió a la cocina insistiendo

Dejó de molestarle luego de un rato y comenzó a comportarse de otra manera

- Quieres ensalada? - le preguntó pasándole carne asada 

- Que? Ensalada? - comenzó a girarse y dió un brinco asustado

- estas bien? -

- donde estoy? - se cuestionó en voz baja viendo a todas partes, vio al comunista un rato y sonrió más tranquilo - ah eres tu... como te llamabas? lo olvide... lo siento tanto!

- ...

- pasó algo? oh mira esta comida! se ve muy bien! tu cocinaste?! - se alegró repentinamente con una voz más dulce y alegre

"Y a este que mosco le pico?" se preguntó el soviético confundido 

- am... Reich te sientes bi-

- Suss! - gritó levantandose un poco

- Q-que? - 

- mi nombre es Suss! mucho gusto! - le dio la mano y continuó con una charla muy rara, Urss estaba confundido, ahora estaba convencido de que el alemán no esta bien

Pasaron de hablar de Urss y su extremadamente largo nombre a hablar del cambio climático, ahí estaba la grandiosa e imponente Unión Soviética! hablando sobre la pena que el alemán sentía al ver a los pinguinos sufriendo por el cambio climático. Nuestro protagonista de casi 2 metros de altura simplemente le respondía con un "si" y un "tal vez" al alemán, quien le hablaba tanto que parecía una máquina de palabras.

Una que no se callaba.

Ya encerio... que alguien lo haga callar-

- Carrusel - Urss y Third ReichDonde viven las historias. Descúbrelo ahora