II. Lealtad

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Sólo cuando estoy a tu lado

siento que el corazón se escapa

junto a ese calor tuyo, mi fogata.

En ese momento, bajo tu guarda me hayo.


Me veo completo, cayendo en tu fuego.

Sumergido en ti, mi ser se repara

renaciendo cual ave escarlata,

y de penas al fin liberada.


Sólo cuando estoy junto a vos,

mi guerrera noble con sangre de oro.

Por conocerla le agradezco a Dios.


Desde que mi corazón dio contigo,

este lobo leal se tornó.

Luchó por y para su dama

y tras morir a su vera permaneció

Nesciente: Versos de una historia / Historia de una vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora