• Chaotic Blondes •

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—Haz unos más de estos y cuando termines le das diez vueltas más al gimnasio—Kaminari cayó al suelo agotado al terminar su secuencia de abdominales.

El rubio eléctrico miró a Bakugou con ojitos de de cachorrito herido, el cenizo le miró con una ceja arqueada. 

—No m mires así, idiota— el cenizo le apuntó acusadoramente—Tu me pediste que te entrenará y yo te lo advertí, no nos vamos a ir de aquí hasta que entrenes adecuadamente.

—Pero...—Kaminari se abrazó a sus piernas y con un llanto fingido comenzó a quejarse—¡Siento mi cuerpo en llamas! ¡Duele, me duele todo! ¡Ya no puedo, Kacchan!

—¡Sueltáme y continúa con tus ejercicios!—Bakugou lo tomó del cabello para separarle.

—¡No quiero, no quiero, no quiero!—Kaminari se aferró más a la pierna del ojirubí aún si le dolía que este le jalara el cabello—¡Ouch! ¡Eso duele, Bakugou! ¡Ay, ay!

—¡Déjame ya!

¡Nooo! ¡Si te suelto mi sufrimiento continuará!

Ambos rubios estuvieron forcejeando unos segundos más hasta que en un desliz, Kaminari hizo que Bakugou resbalará cayendo ambos al suelo.

Kaminari se aferró a la cintura de Bakugou hundiendo su rostro en el pecho ajeno sabiendo que si alzaba la mirada le esperaba un cenizo muy enfadado.

Bakugou al ver que el de mechón negro no se movía acercó su mano a la cabeza de este comenzando a crear explosiones, no tan potentes como para herirle, pero lo suficiente para que le quemarán un poco.

—¡Quema, quema! ¡Duele!—Kaminari al fin se levantó sobando su cabeza con un puchero.

Kaminari vió como Bakugou se sentaba en el suelo del gimnasio tallándose la sien con una mueca, él se sentó también.

—Hagamos esto—habló Bakugou—Ya has entrenado por un rato, tengamos una competencia y si tu ganas te liberaré del entrenamiento.

—¡Y también si ganó tendrás que comprarme un helado!—agregó Denki con una sonrisa.

Bakugou rodó los ojos y prosiguió—Pero si YO ganó, seguirás mi entrenamiento al pie de la letra, sin quejas y terminando tendrás un combate conmigo usando nuestros quirks—Kaminari tragó saliva—Como ya he dicho, debes mejorar ese el pésimo uso que le das al tuyo.

Kaminari dudó un poco sobre aceptar el trato del rubio, pero, el cenizo tenía razón, ya había entrenado bastante así que podía tener una oportunidad.

—¡Hecho!—y Kaminari cavó su propia tumba.

—¡Eso quema! ¡Eso quema, quema mucho, Kacchan!—lloriqueaba Kaminari mientras era acechado por las increíbles habilidades de combate del cenizo.

—¡Ataca de vuelta!—le ordenaba Bakugou, pero Kami estaba demasiado ocupado huyendo del explosivo.

—¡Deja de huir, aprende a usar tu quirk y ataca!—una explosión le rozó nuevamente.

Kaminari frenó de repento su huida y se giró con una mirada determinada.

Respiró profundo, se puso en posición de combate y justo antes de soltar su ataque, otra explosión lo lanzó al otro lado del gimnasio.

—¡Al menos déjame atacar una vez!—lloriqueó Kaminari en el suelo derrotado.

Bakugou se detuvo y miró el cuerpo de la rata eléctrica tirado como un perdedor, el rubio de mechón lloriqueaba adolorido.

Rodó los ojos con molestia y suspiró llamando la atención del quemado chico.

—Dejemos tu pésimo desempeño por hoy—le extendió la mano para que se levantara—Vamos, te invitaré un helado.

A Kaminari le brillaron los ojitos y sonrió que incluso pareció que el cansancio y la fatiga desaparecían de su cuerpo.

Bakugou solo pudo pensar con una discreta sonrisa mientras veía al más bajo levantarse:

"Es como un mocoso".

Luego sonrió con malicia—¡No olvides que aún tienes que seguir mi entrenamiento al pie de la letra, perdedor!

—Ehhhh...—Kaminari hizo otro puchero mientras salían del gimnasio—Eres malo, Kacchan...

—¡Que no me digas así!—le regañó—¿De qué vas a querer tu helado?—Denki sonrió de vuelta y ambos se fueron por un helado después de un largo entrenamiento.
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Esperen, además de actualizar todas mis historias el mismo mes, ¿doble actualización?

Dios, te pido que todo salga bien.

En fin, ya se la sabeeen.

Espero les haya gustado!

Recuerden votar y comentar, leer sus comentarios me motiva a seguir escribiendo! <3

Nos leemos pronto!