Mi mayor deseo

dulces sueños

-¿Estás completamente segura que no vendrán a buscarte?

-No se imaginaría dónde estoy. Te lo aseguro.

-Puedo acompañarte a casa si así lo necesitas, fue un día agradable, sin embargo no quisiera que nos descubran y yo termine - hizo una pausa y puso en su cuello su mano, haciendo un gesto de se ahorcado o decapitado, después de todo, era verdad, si los veían así quizá ni siquiera una explicación los salvaría.

-Tranquilo, tengo una amiga en casa, ella me cubre. Ahora mismo se supone que estoy haciendo una rabieta y decidí encerrarme hasta nuevo aviso, ella llevará comida pretendiendo que sido ahí.

-Eso suena bien, pero me lleva a seguir cuestionando la razón de que hayas terminado en el bazar intentando ser discreta sobre tu riqueza y regalando dátiles a niñas de la calle.

-Bueno, es por qué deseo asistir al festival.

-¿Festival?

-Al festival de baile que se organiza casa solsticio de invierno.

Dentro de las carencias de la gente y la hostilidad del desierto, aún se daban el privilegio de celebrar casa vez que el invierno iba a comenzar, porque esto significaba que los días venideros serían más frescos, y si alá así lo deseaba, también serían días de lluvia, la presencia de las nubes siempre era señal de descanso para las pieles de los hombres y mujeres que estaban a merced del cielo, caminando distancias inimaginables o vendiendo sus artículos al sol, cuando llegaba el solsticio de invierno era una señal de menos dolores de cabeza, deshidratación. Se trataba de una celebración a la reducción de razones para preocuparse.

Aladdín sabía lo que le resultaba atrayente a jazmín, después de todo, los grandes nobles nunca asistían porque¿Para que celebrar que el clima es un poco mejor? Ellos jamás sufren a causa de las inclemencias solares, pero ellos se perdían del jubiló y la felicidad que llenaban las calles. El muchacho sonrió, viendo a la linda dama frente a él.

-Pero el solsticio será hasta dentro de una semana.

-¿Una semana? Podría jurar que el año pasado se dió el 21. Osea mañana. Mañana en la noche.

-Estás en lo correcto.

-¿Entonces?

- Cariño, ¿No creerás que el sol tiene el mismo ciclo todos los años o si?

-...¿Pero entonces como saben cuándo será el festival?

-Bueno, es justo un mes después de que se terminan las últimas cosechas del otoño, lo sabes porque los trabajadores de cosechas trabajan menos horas a partir de ese punto, y las mujeres comienzan a preparar las provisiones de invierno, el mes se cumplirá en una semana, quizá mañana o pasado mañana los carteles de anuncio confirmen la fecha.

-Entonces...

-Te será más difícil fingir que estás en casa durante tantos días.

Ella suspiró, el muchacho tenía razón. Pensaba en soluciones posibles cuando su vista se desvío hacia el torso prácticamente desnudo de su acompañante, ¿No le daría frío durante la noche? Su piel se veía como de terciopelo, no lograba distinguir alguna cicatriz o marca, solo veía una tez morena impoluta y músculos bien trabajados para alguien de su complexión, Lucía delgado pero resistente.

-¿Todo bien?

Se sobresaltó y levantó la vista, inevitablemente sonrojado. Puso un mechón de cabello detrás de su oreja y luego volvió a dorojir la vista hacia Aladdin, está vez a sus ojos, parpadeo un par de veces.

-Mañana en la noche puedo colarme de vuelta.

-Suena bien, te ayudaré.

-Pero prométeme que nos veremos la noche antes del día del festival.

-La noche...antes del día.....de...¿Un día antes del festival?

-La noche anterior.

-perdona, princesa, mis conocimientos no son suficientes para entender.

- Solo es confuso, pero si por ejemplo el festival es el día 28, la noche del día 27 nos veremos, dormiré aquí y luego iremos al festival.

-Ahora veo a qué te refieres, de acuerdo, linda, hagamos eso.

-¿Dormiremls ahora?

-Parece ser la mejor opción, ya está anocheciendo. En esta escalera tengo manta su algunas almohadas, es lo que tengo para ofrecer. Yo me iré a la esquina de por allá.

-¿Sin una sola manta? ¡Estás demente!

-No pasa nada, estoy acostumbrado.

-Definitivamente es un no. Me rehuso a estar cómoda mientras pasas frío.

-¿Cómoda? Dormirás en el piso, lo cual estoy segura de que nunca has hecho, en toda tu vida.

-Eso no significa que vaya a sufrir, anda, ven acá y duerme a mi lado, hay espacio suficiente para ambos.

El noble no entendió porque Aladdin se quedó quieto mientras su rostro se puso rojo, Hatsa que cayó en cuenta de que ahora mismo era la noble, la chica noble. Y estaba invitando a un hombre a dormir con ella. Pero tampoco podía dejar que el chico pasará una mala noche casi a la intemperie.

-No es nada malo- comenzó su excusa, con algo de nervios - Será solo hoy, cuando escape de nuevo, traeré mantas para que descansemos separados, por ahora será nuestro secreto. ¿Confías en mí?

-yo soy el chico al que no conoces.

-Yo confío en ti.

-De acuerdo, quedémonos lado a lado.

El espacio de la escalera era ancho como para que ambos tuviesen espacio suficiente, las mantas los cubrían muy justos, por lo cual terminaron pegados, Jasmin dándole la espalda a Aladdin, claro que se sentía nervioso de ser descubierto, sin embargo estaba seguro de que el chico no intentaría nada impropio.

Esa noche durmió tan bien como en su palacio o incluso mejor. Y soñó con su madre, con una de las últimas veces que la vió con vida.

-Mi pequeño, ¿No Crees que las flores del jardín son hermosas?

-todas son muy lindas, como tú.

-Son maravillosas, está clase de flores son especiales como también lo eres tú, por eso te llamas Jasmín mi niño, es una flor bella y resistente.

-¿No es raro?

-¿Te han dicho algo los niños?

El pequeño asintió.

-Los primos dicen que es nombre de mujer.

-No, cariño, tu nombre es un nombre perfecto. Por ejemplo, Rajah es un nombre que también usan las mujeres, pero tú tigre es un macho, ¿Verdad?

-¡Si! Es que Rajah es un nombre lindo

-Habrá quienes quieran burlarse pero no temas ser quien eres, mi cielo, recuerda que tienes el nombre de la flor que le salvó la vida a mami, tu estás destinado a grandes cosas.