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26.─ »

- HeeSeung caminó lentamente, casi arrastrándose hacia la habitación de Jay. Se refregó las manos contra su capa, manchándola aún más del color rojizo de la sangre. Entró sin llamar, no porque fuera el rey, si no por el simple hecho de que sabía que JongSeong lo estaría esperando.

Y así lo hacía.

El menor corrió a toda velocidad hacia él y unió sus labios en un corto y dulce beso.

─ Estás cubierto de sangre ─ jadeó con sorpresa.

─ Lo se ─ susurró tomando su capa e intentando quitarse las pequeñas manchas de sangre en su rostro ─. Se ha acabado.

Jay asintió y lo sujetó de las mejillas.

─ Ahora dejemos a nuestros corazones descansar. Está en paz, mi amor. Has hecho lo correcto.

HeeSeung suspiró y unió sus frentes.

─ Ahora estoy en paz. Contigo estoy en paz.

♡❜

─ Otro parto ─ susurró JongSeong ─. Los nacimientos nunca acaban en el círculo del rey.

─ Parece que no ─ respondió HeeSeung llevando una mano hacia el vientre de Jay.

JungWon simplemente asintió, antes de volver a su estado de preocupación.

─ Creo que voy a vomitar ─ jadeó apoyando la cabeza contra la pared.

HeeSeung se acercó y apretó su hombro con suavidad.

─ Todo saldrá bien, ya verás.

─ Eso espero. No puedo perder a Riki ahora que lo he ganado.

─ No estás perdiendo a nadie. Hoy estás recibiendo a tu primer hijo. Sonríe, mi querido amigo.

JungWon suspiró, pero hizo su mejor esfuerzo por sonreír a través de los nervios.

Ese día nació EunSung, una hermosa niña completamente saludable. Y JungWon lloró, pero hizo jurar a todos los presentes, guardarse ese secreto. Riki también lloró, aún más de lo que lo hizo durante el parto, mientras JungWon cargaba a su hija. Y le hizo prometer que los cuidaría para siempre, también que esperarían hasta tener otro hijo. En ese momento, viendo a su pequeña hija, JungWon le hubiera prometido el mundo entero.

♡❜

─ No ─ dijo JongSeong golpeando la mano de HeeSeung con suavidad ─. Déjalo que gatee, no lo apresures.

HeeSeung se llevó una mano al pecho, con fingida indignación.

─ ¿Así le hablas al rey de este reino?

─ Si ─ sentenció volviendo a acomodar a TaeMin sobre sus manos y rodillas.

Este comenzó a gatear de inmediato, acercándose a su hermano que hacía lo mismo.

─ Si yo los di a luz, entonces corren con mis reglas.

HeeSeung rió y se inclinó para besarlo, antes de sentir unas pequeñas manitos sobre sus mejillas. HaNeul lo observaba con sus enormes ojos azules, con gran intensidad.

─ ¿Tú también quieres un beso, mi hermosa princesa?

La pequeña lanzó un gritillo emocionado y estiró los brazos hacia HeeSeung, quin la cargó de inmediato.

─ Amor ─ susurró JongSeong y apretó suavemente la mano de HeeSeung ─. No quiero posponer la boda, no más.

HeeSeung lo observó directo a los ojos y sonrió con cariño.