Martes 28 de enero 2020
NewarkNueva Jersey
9:00 PM
La doctora Candice White regresaba muy tarde a casa desde el Centro Psiquiátrico de Manhattan, el lugar donde trabajaba de lunes a viernes de 9:00 a 5:00 pero hoy, una de sus pacientes con esquizofrenia había tenido una crisis muy grave y tuvo que ingresarla a hospital, lo cual había sido muy tardado.
Hacía un frío de los mil carajos, ella llevaba sus botas de nieve y una chamarra de plumón de ganso con gorra que le llegaba un poco más abajo de las rodillas, comenzaba a nevar copiosamente de nuevo.
La estación de trenes estaba muy cerca de su domicilio por lo que solía ir y regresar caminando, era una pequeña indulgencia que se permitía por vivir en Forest Hill, un barrio muy seguro. Las casas de sus vecinos y la de ella eran del mismo tipo de arquitectura victoriana de principios del siglo XX pero excelentemente conservadas, enmarcadas con árboles y extensos jardines lo que le daba un aspecto armónico y elegante al entorno, y en invierno con la nieve, parecía una postal cursi de tarjetas Hallmark.
Al irse acercando a su casa, vió su Toyota híbrido sepultado en la nieve, anotó mentalmente llamar a la compañía que retiraba nieve al siguiente día, el coche solo lo usaba para ir al supermercado o a los alrededores, sólo un loco iría a Manhattan manejando. Ella había llegado tres años atrás, al terminar su especialidad de psiquiatría en la Universidad de Columbia. Se percató que, como si fuera viernes en la noche, su vecino más cercano, un muy guapo pero muy presumido hombre, de unos treinta años y evidentemente soltero, tenía una fiesta. Afortunadamente sus reuniones no eran muy escandalosas y normalmente las hacía en viernes o sábado lo cual le pareció completamente extraño que fuera en martes, a veces se preguntaba porqué un adulto con tanta vida social no vivía en Nueva York, se imaginaba que era por la misma razón que ella vivía en Nueva Jersey: el precio de la vivienda era mucho más barato.Entró a casa, prendió inmediatamente la calefacción central, se lavó las manos en el fregadero y puso la tetera en la estufa al igual que una pequeña olla con sopa de pollo y metió a calentar en el microondas un pastel de carne.
Mientras sus alimentos se calentaban, dejó su chamarra colgada en el armario del recibidor y subió por las escaleras para cambiarse y ponerse su pijama, la casa afortunadamente ya se había calentado. En la soledad de su recámara podía escuchar la música y risas de la fiesta de su vecino. Además de eso y que a veces lo veía salir los fines de semana en su discreto pero muy elegante Mercedes Benz con un desfile infinito de tipas distintas, no tenía mucha interacción con él, pero se divertía pensando que un hombre tan promiscuo definitivamente temeroso al compromiso, era consecuencia de falta de cariño materno.Una vez ataviada en su pijama más calientita y unas suaves botas tejidas, bajó de inmediato a la cocina para cenar y si tenía suerte, intentar ver una película en Netflix antes de dormirse.Una vez que hubo cenado y lavado los platos, se fue a su habitación decidiendo dormirse de una vez. No estaba de humor para hacer nada más que dormir.
Newark, Nueva Jersey Miércoles 29 de enero 20203:00 am
Terrence Grandchester después de despedir al penúltimo de sus invitados, un poco achispado por el whisky, como un depredador acechando a su presa se acercaba peligrosamente a su próxima conquista: Karen Kleiss.Karen era una castaña con las nalgas más apetecibles y las tetas naturales más preciosas que hacía mucho él no veía en ninguna de sus conocidas de su selecto círculo social de Nueva York.Piel apiñonada, hermosos ojos color miel y cabello ligeramente ondulado.
Tenían tres semanas de conocerse, era una amiga nueva de Susana Marlowe, su mejor amiga desde la universidad y aunque Susana le rogó, le suplicó que no se metiera con Karen porque le caía muy bien y una vez devastada por el huracán Grandchester, Karen no iba a querer volver a saber nada de él y mucho menos de ella por haber sido la culpable de presentárselo, por supuesto que él no le hizo caso.
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Confiando en extraños
FanficReto lanzado por Fantasía Candy (Elizabeth Dowell) con una lista interminable de palabras que debía incluir: no tengo idea si cumplí. Historia medio cliché, medio rosa y con un toque de sucio y perverso lemon. Espero que disfruten leyendo tanto como...