Especial

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Nota: este "capítulo" no tiene absolutamente ninguna relación directa con la historia principal; por lo tanto no debe considerarse como parte de la misma. Solo fue escrito como un extra. 💕

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Esperó a que el rey se ocupara en sus reuniones para avisarle a JiMin y a paso rápido corrió por las escaleras que conducían hasta la mazmorra

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Esperó a que el rey se ocupara en sus reuniones para avisarle a JiMin y a paso rápido corrió por las escaleras que conducían hasta la mazmorra. La aflicción palpitaba en su pecho, misma que aunque le ahogaba también le obligaba a seguir avanzando.

JiMin le pertenecía por completo. Él era simplemente mágico, y no deseaba que esa magia, la cual le había entregado también la felicidad que necesitaba, fuera arrebatada de sus manos.

Por esa razón cuando entró con los nervios a flote al lugar, asegurándose de cerrar la puerta detrás de sí, no le importó que el ahora dueño de sus suspiros y de los más puros e incluso más impuros pensamientos, estuviera en pleno baño. Lo levantó tan fácil como una pluma bajo la mirada llena de desconcierto del rubio, y aunque estuviera empapado se sentó en la cama con él en su regazo a horcajadas. Procuró abrazarlo como nunca, sintiendo como si en realidad todo aquello se tratara de una desgarradora ilusión y con el aire su existencia se desvaneciera. 

— Yoonie… ¿qué sucede? —Susurró con voz apacible, acariciando las hebras azabaches del hombre que fuertemente lo abrazaba.

— El rey sospecha de nosotros —Fue un mensaje directo, sin rodeos y puntual, que por supuesto descolocó la tranquilidad en el joven de cabellos rubios.

— Pero-

— Y dijo que te convertiría en su amante.

Abrió los ojos desmesuradamente, separando su pecho bruscamente del rostro de YoonGi solo para mirarlo con desconcierto, esperando ver en sus oscuros ojos cualquier indicio de esperanza, de un "todo va a estar bien, lo superaremos"; pero no encontró nada, solo la misma aflicción que él sentía, incluso peor.

— Yo… yo no sé qué hacer —dijo en un gemido lastimero, odiándose a sí mismo por estar bloqueado mentalmente en un momento tan crucial.

Aunque YoonGi era valiente, cuando la situación la veía fuera de control terminaba rindiéndose. A veces terminaba siendo conformista y sumiso, incapaz de dejar sus enseñanzas y conceptos a un lado; de milagro había aceptado la atracción que sentía por JiMin.

Entonces, cuando JiMin vio el semblante de rendición en su hombre y el cual le dio la sensación de que diría algo como: "deberíamos acabar con esto", decidió que tomaría las riendas de la situación.

— ¿De verdad no hay nada que podamos hacer?

— Es el rey. Todo aquél que esté en su contra su único destino es la muerte.

Bajo Llave - [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora