Capítulo 5

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Al principio desaparecía de su casa y no sabíamos en donde podía estar, teníamos que buscarlo por todas las zonas de la ciudad hasta encontrarlo

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Al principio desaparecía de su casa y no sabíamos en donde podía estar, teníamos que buscarlo por todas las zonas de la ciudad hasta encontrarlo. Después de un tiempo dejamos de preocuparnos tanto, sabíamos que siempre iba a lugares a los que solía concurrir habitualmente con Jungkook

La cafetería pequeña, el parque de diversiones abandonado, el patio de la escuela abajo del árbol más grande al que Jungkook le gustaba pasar los recesos, y la casa de los Jeon.

Era uno de esos días, Taehyung había desaparecido un día entero ignorando nuestras llamadas. Pero allí estaba, golpeando la puerta de madera de una casa que lo conocía muy bien, esperando a ser atendido.

Al no obtener respuesta esperó sentado en los escalones de la entrada, él no se iba a ir aunque pasaran doce horas de frío y tormenta porque necesitaba estar allí. Solía ir los sábados sin falta, y también cuando no soportaba extrañarlo tanto.

Estuvo esperando por dos horas, abrazando su cuerpo sin quitar la mirada de un pequeño tronco que estaba sobre la tierra. Jungkook solía sentarse en el mismo lugar a esperarlo cada vez que iba a visitarlo, se sentaba a jugar con el teléfono hasta que aparecía.

A Taehyung le encantaba la visión que tenia cuando llegaba. Una visión que no iba a volver a ver.

Ya no había flores en los marcos de las ventanas, los arbustos pequeños que la señora Jeon podaba y cuidaba con mucho cariño estaban secos y el cesped que cubría el pequeño jardín había desaparecido hace un tiempo, dejando que la tierra lo tragara todo. La casa no estaba abandonada aunque lo pareciera, la indundaba un ambiente descuidado, el lamento se notaba a millas, y todo lo que alguna vez estuvo florecido se había marchitado.

Se había ido con él.

Tras otro rato en soledad la señora Jeon llegó aparcando el auto, no se sorprendió ni un poco al verlo, le mostro una sonrisa de labios cerrados y se acercó a abrazarlo. Ella siempre estaba feliz de verlo, pese a todo tenía un cariño especial por Taehyung y cada vez que lo veía era sentir alivio de saber que su hijo no era olvidado por la persona que tanto amó

Taehyung era como su segundo hijo, su consuelo. Era lo único que le quedaba de Jungkook.

Contrario a ella, el señor Jeon pensaba diferente y se mantenía lo más alejado que podía de él

— Lo siento mucho, tuve que ir hacer trámites y el tiempo pasó volando —Abrió la puerta haciéndolo pasar, el silencio de la casa siempre le resultaba doloroso, no había música, no lo recibía un grito con su nombre ni unos pasos apresurados bajando por la escalera. Ya no había nada de eso—. Pasa por favor, puedes subir y tomarte tu tiempo, estaré en la cocina

Taehyung no esperó otro segundo y subió las esceleras. No quería estar otro segundo en ese espacio, el aire frío hacía que todo lo que una vez se sintio como un hogar fuera completamente desconocido.

Antes de entrar a la habitación se tomó un segundo con la cabeza apoyada en la puerta, y al momento de abrirla el tiempo retrocedió y lo recibió su aroma, su espacio, lo recibieron recuerdos y sus ruidos. Todas sus cosas estaban ahí, su cama ordenada, alguna ropa sucia sobre la silla en una esquina. La ventana cerrada, elementos de higiene sobre su mesa de noche y su botella de agua por la mitad, también estaban en su escritorio sus libros y apuntes de la escuela y sus notas con fechas de exámenes a los que nunca pudo asistir.

Nada fue tocado, todo se mantuvo en su lugar como Jungkook lo había dejado el último día que salió de la habitación. Lo único que había cambiado fue la mochila que estaba sobre la silla del escritorio, la misma que su madre colocó allí cuando se la entregaron junto a las pertenencias de aquel día.

Con paso lento se sentó en la cama, la capa protectora que lo cubría de su inmenso dolor se fue desvaneciendo, entregandolo de nuevo a la realidad, en sus ojos se alzó la miseria que se esforzaba en esconder.
Observó con anhelo las fotos que estaban en la puerta doble del armario y la punzada en su pecho creció al punto de no poder soportarla. Todas eran de ellos en salidas, selfies en fechas especiales y algunos collages cursis. Había dos con Jimin en uno de sus cumpleaños y otra con sus padres, pero la de ellos resaltaban más que las otras. Jungkook era un romántico de primera y usaba pegatinas de corazones al lado de cada foto y algunos stickers estúpidos de emojis que odiaba

Taehyung sonrió hasta que soltó una risa que no duró mucho, sus labios temblaron hasta que finalmente se rompió al verla. La última foto que se tomaron siete meses atrás, antes de subir al autobús. Jungkook le dijo después de darle un beso a escondidas de sus profesores que la iba a imprimir y la pondría junto a las demás, lamentablemente no pudo cumplirlo, pero Taehyung le hizo el honor

Y ahora estaba ahí, siendo un recuerdo que se convirtió en el último que tuvieron juntos.

Miró el espacio que por más lleno que estuviera se sentía vacío de él, pero seguía siendo el único lugar en el que en verdad podía sentirlo. Su escencia estaba marcada en cada parte, su perfume seguía impregnado y si cerraba los ojos podía imaginar su voz y su aliento cerca de su rostro

Sus manos entrelazadas y el calor de su cuerpo.

El tiempo pasó y los minutos se convirtieron en una larga hora. Terminó acostado en la cama, abrazando un espacio vacío. Los recuerdos se reproducían solos en su cabeza, no podía esperar otra cosa si estaba en la cama en donde recibió un primer amor verdadero que Jungkook le dio con toda su disposición. La primera vez que alguien lo tocó y lo amó fue en esa misma cama vacía, dónde lo único que quedaban eran recuerdos de una sola parte.

Sus lágrimas empapaban una almohada que de a poco perdía su perfume. Taehyung la abrazaba deseando que fuera Jungkook quien estuviera en sus brazos, deseó sentir su cuerpo y no un vacío que nunca más iba a ser llenado

— ¿Por qué no me dejas ir contigo? —Preguntó entre lágrimas e hipidos que ahogaba contra el almohadon. Su respuesta no fue otra que el silencio helado que lo estaba rodeando, y el dolor en su pecho que se intensificó—. D-dejame hacerlo, si tanto me amabas como solías decir déjame hacerlo

Porque Taehyung intentó una y otra vez acabar con el sufrimiento que lo estaba desgastando, pero siempre sucedía algo que se lo impedía

Y Taehyung estaba seguro de que era Jungkook.

Jungkook le impedía morir.

Jungkook le impedía morir

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⏰ Última actualización: Nov 10, 2022 ⏰

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