Prólogo

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La historia de Jeon Jungkook y Kim Taehyung sigue recorriendo los pasillos de la escuela, una de muchos relatos diferentes, con partes inventadas con las que se dicen muchas cosas

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La historia de Jeon Jungkook y Kim Taehyung sigue recorriendo los pasillos de la escuela, una de muchos relatos diferentes, con partes inventadas con las que se dicen muchas cosas. Por años la historia de Jungkook y Taehyung pasó de boca en boca, la distorcionaron para hacerla terrorifica y asustar a los más pequeños, también la convirtieron en una historia trágica de amor para hacer suspirar a las adolescentes.

Cada historia tenía un poco de su verdad.

Fue en el inicio de la educacion media, en nuestros plenos doce años, el primer día en el que todos entramos asustados y con las manos aferradas en las correas de nuestras mochilas. Lo recuerdo bien, el salón de clases era silencio absoluto y apenas se escuchaba a alguien toser, todos estábamos demasiado nerviosos por ser nuestro primer día

Pero ahí estaba Taehyung, tan atolondrado como siempre, corriendo como si alguien le estuviera pisando los talones para que se apresurara. Entró abriendo la puerta como si fuera la de su habitación y chocó con la primer mesa vacía que estaba justo al lado. Se disculpó reverenciandose y se detuvo al frente mirando a cada uno, buscando el rostro que le pareciera más agradable para sentarse a su lado y adoptarlo como mejor amigo

Y el elegido fui yo, claro. Lo ví acercarse y disimulé mirando hacia otro lado, la ventana a mi lado que tenía vista al estacionamiento fue mi distracción. Entonces me ví obligado a quitarme los auriculares y dejar de escuchar a Rihanna cuando se paró a mi lado y picó mi hombro sin consideración

— ¿El asiento está libre?

Lo miré como si no fuera obvio que no había nadie sentado allí

— Me refiero a si esperas a alguien

— Ah, no, está vacío

— ¡Genial! ¿Me puedo sentar del lado de la ventana? Siempre me siento en los lados izquierdos

— ¿Qué?

— ¿Tienes un problema en los oídos? —Preguntó cruzando los brazos sobre su pecho

Pero que le pasaba

 — ¿Por qué preguntas eso? No tengo ningún problema —Solo me había parecido un poco atropellador que el niño fuera tan extrovertido el primer día, había comenzado a sentirme incómodo porque todas las miradas del salón estaban puestas en nosotros, incluida la de Jeon Jungkook. Me levanté haciéndole el honor de darle el asiento a su majestad—. Adelante, siéntate

Taehyung había sonreído tan grande presumiendo sus dientes perfectos y blancos que tuve vergüenza de los míos. Ah, él era muy presumido.

Se sentó haciendo rechinar la silla hacia atrás y dejó la mochila en el escritorio—. Me llamo Taehyung, Kim Taehyung y tú eres... —Miró la etiqueta en mi uniforme y rió—. Park Jimin, conozco a un montón de personas que se apellidan Park, es como Kim, hay muchos Kim Taehyung por todas partes

Que equivocado estaba. No había nadie que lo igualara.

Asentí sin darle mucha importancia y seguí escuchando música pasando de él, mi mirada cruzó con Jeon, el chico que no le sacó la mirada a Taehyung desde que entró, sus ojos pequeños puestos en el castaño ni siquiera pestaneaban, llegué a pensar que tendríamos un próximo caso de bullying, pero Jeon no lo miraba como si le jodiera su presencia o estuviera juzgando su uniforme desarreglado y arrugado

Estoy seguro que fue amor a primera vista para Jungkook, pero en ese momento era muy niño para darse cuenta.

Y en cuanto a Taehyung, ocurrió días después, el vínculo entre los tres se formó con un trabajo grupal que tuvimos que hacer para literatura, Jeon estaba solo y le ofrecí participar antes de que alguien más lo hiciera. Fue la primera vez que Taehyung supo de su existencia. Ambos congeniaron bien en el primer minuto y lo invitamos a almorzar, lo demás ocurrió naturalmente. No hubiera pensado que los tres nos volveríamos la clase de mejores amigos inseparables que iban hasta el baño juntos, aunque en realidad no fue tan así para ellos. Para Taehyung y Jungkook fue mucho más que una simple amistad de compañeros de clase.

Nuestras hormonas tardaron año y medio para descontrolarse y llegamos al tiempo en que la pubertad nos olía fatal. El salón de clases se convirtió en un pedestal de adolescentes sudorosos que salían entre si, chicos que eran muy hormonales para no quitar su vista de las faldas de las chicas. Y chicas a las que no les temblaban los brazos para lanzar puñetazos a quien se sobrepasara.

Por supuesto que Taehyung y Jungkook no entraban en ese círculo, Jungkook era demasiado tranquilo para pasar desapercibido y no entrar en peleas o alborotos que pudieran darles problemas. Aunque Taehyung era muy atolondrado y cada tanto causaba que alguien quisiera golpearlo, siempre estaba Jungkook para frenar ese motor de energías que no se detenía ni un segundo.

Fueron como cualquier otro par de adolescentes, normales y corrientes, de esos que no tardaron mucho tiempo en descubrir su sexualidad y sacar a la luz los sentimientos que tenían por el otro. El primero fue Taehyung, por supuesto, tan dispuesto a dar el primer paso, como siempre. Estuve ahí, también presencie su declaración, lo recuerdo bien, fue un viernes casi a fin de hora y en uno de los pasillos del tercer piso que daba a la biblioteca principal. Taehyung había estado celoso de una chica un año mayor que había comenzado a hablar con Jungkook, y aunque lo negó repetidas veces había que ser demasiado idiota para no notar que se ponía rojo y apretaba las puños cada vez que los veía juntos.

Tras una pelea que causó que Taehyung casi se arrancara todo el cuero cabelludo, producto de una invitación que la chica le hizo a Jungkook para ir a tomar un helado, y que este había aceptado. Escuché a Taehyung colapsar y confesarle que estaba enamorado de él, y que suerte tuvieron de que nadie más escuchara esa declaración tan vergonzosa. Porque si, Taehyung lo agarró de los hombros y le gritó a los cuatro vientos que le correspondiera o iba a morirse de angustia. Siempre fue así de exagerado. Había escupido saliva en su rostro y Jungkook tuvo que cerrar los ojos aguantando la respiración por su mal aliento de un mal almuerzo.

Bastaron unos segundos para que Jungkook procesara la información y saliera huyendo.

Duraron una semana distanciados, seguían sentandose juntos durante las clases pero almorzaban y tomaban el autobús por separado. Fue lo mucho que pudieron soportar porque al siguiente viernes entraron a clases riendo y bromeando como si nada hubiera pasado. Y sí que había pasado, se habían convertido en una pareja de adolescentes que mantenían el secreto bien guardado. Pero como dije, había que ser demasiado idiota para no darse cuenta que esos dos estaban demasiado enamorado del otro.

Su historia no comenzó en una pelea, ni recibiendo el odio del otro, ninguno era popular o demasiado nerd come libros, tampoco eran odiados por otros alumnos del instituto o tenían enemigos que los usaran de marionetas. No tenían padres con empresas millonarias ni mucho menos eran de la clase alta. Nuestra escuela no era costosa ni mucho menos teníamos autos de alta gamba para asistir.

Taehyung y Jungkook eran una pareja ordinaria

Eran simplemente... una pareja demasiado ordinaria

¿Y que los hizo tan especial? ¿Por qué todos hablan de ellos?

¿Y que los hizo tan especial? ¿Por qué todos hablan de ellos?

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Stay Alive | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora