"Sentimientos confundidos"

457 34 18
                                    

Pov. Obanai

No sé por qué razón me gusta estar así con el mocoso, me gusta estar así, acostado a su lado y con él acurrucado en mi.

Odio está sensación de tranquilidad y paz, no sé que me pasa pero fue buena idea hacerle caso a mi alfa. Tenía razón, cuando un omega te invita a su lecho tienes que aceptar y punto.

"M-mamá" susurraba el menor entre sueños, extrañaba sus caricias, sus cálidos brazos protectores y su dulce voz que lo tranquilizaba en las noches oscuras y frías.

"¿Que hago? Lo... ¿acaricio?"

"Hazlo, te sentirás mejor y él también"

Obedeció en silenció y empezo a dar pequeñas caricias en su suave cabello, no sabía que el menor se cuidaba tanto el cabello. Sus caricias bajaron hasta sus mejillas, tibias, pálidas y suaves; parecía un muñeco de porcelana. Lindo, callado y tierno.

El menor se calmó y lo abrazo inconscientemente por la cintura, como lo hacía con su madre, pero Giyuu estaba acostumbrado a dormir con el menor. Obanai no, estaba tenso, frío e inmóvil. Ese mocoso le causaba sensaciones nuevas a él.

"Tengo que alejarme de él"

"No lo hagas, ya le diste esperanzas al pequeño omega, no te atrevas a romper su frágil corazón por qué él nunca te perdonara después de eso"

"¿Y que hago? ¿Me quedo a su lado y ya?"

"Tú mismo te respondiste solito, hazlo, serás feliz, hazme caso imbécil"

"Agh, está bien, imbécil"

"¡Oye! Solo yo te puedo llamar así"

"Ajá, si claro"

No estaba convencido del todo pero lo haría, por la felicidad del omega por la felicidad de su pequeño.

Ahora sentía celos, Tomioka pasaba más tiempo con el menor que él mismo. Debía encontrar el modo de alejarlos, quería a Tokito para el solito, quería hacerlo feliz pero sin Tomioka.

Eso lamentablemente era imposible, todavía era un cachorro y necesitaba a su madre a su lado para que lo proteja de otros alfas. Todavía no podía vivir con el, un cachorro en el mundo sin una madre era como un gatito en una manada de leones, necesitaba a una mamá leona para protegerlo.

Necesitaba a alguien que lo defienda con garras y dientes de alfas y omegas que intenten hacerle daño, Obanai ese mes tenía bastantes misiones, no lo podría defender pero Tomioka si. La única opción era hacer un acuerdo con Tomioka.

Él se quedaba los fines de semana con el menor y Tomioka el resto de semana. Necesitaba conocer al menor antes de decidir si hacerlo o no su omega oficial.

Tal vez tendría que pelear con Tomioka pues Tokito todavía era cachorro y la única forma de separar una madre de su pequeño era con una pelea. El ganador se quedaba con el menor.

A veces los alfas veían cachorros hermosos y deseaban marcarlo antes de tiempo, por eso peleaban con las madres y a veces ganaban. Se llevaban a sus niños, a veces los vendían como esclavos sexuales, otras veces ellos mismos abusaban de los pequeños omegas.

En otras ocaciones, las madres ganaban y asesinaban a los alfas como amenaza a los demás de que no se acerquen a su familia.

No hay cosa más peligrosa que una madre encabronada, los omegas por naturaleza son celosos con sus alfas e hijos. Son capaces de todo y de nada.

Obanai si o si, tendría que esperar, si Tomioka le gana en la pelea lo mataría sin dudar.

Luego de tanto pensar y analizar, se hizo de día, era hora de dormir, luego iría a su misión. Pero antes se despidiría de su pequeño, lo quería para él. Pero debía esperar hasta que cumpla los 16 para marcarlo.

Odiaba esperar, su infancia lo hizo ansioso, impaciente y desconfiado de todos. Ese maldito clan que sacrificaba bebés, la sangre le herbía cuando recordaba esos tiempos malditos y amargos.

Luego de un rato, se durmió, pero pronto tendría que despertar de nuevo.

Muichiro fue el primero en levantarse, al ver en la posición en la que estaba con un alfa se sonrojo. ¿Como pudo haberle pedido eso anoche? No quería ni imaginar que hubiera pasado si la noche anterior hubiera tenido su celo. Su mamá no estaría para protegerlo.

"Mamá, mamá, debo volver... él me cuidara, con él me sentiré seguro" pensó Mui, no quería irse pero debía permanecer al lado de Tomioka.

"Creo que un desayuno no estaría mal, lo haré como agradecimiento" con eso en mente se dirigió a la cocina sin dar vueltas, preparo ohagi y té verde y lo dejó con una bandeja al lado del futón de Iguro.

Luego de eso se fue de la estancia, ya había olvidado que debía permanecer cerca del mayor para conocerlo, el no sentirse protegido lo alteró un poco.

Mientras caminaba se topó con compañeros suyos, aunque no los recordaba... cierto, ¿quién era Sanemi?

Muichiro: oye, tú.... si tú, el de llamas, necesito hablar contigo -dijo haciendole señas para que se acercará-

Kyojuro: ¡buenos días joven Tokito!, ¿en que necesita mi ayuda? -preguntó animado como siempre-

Muichiro: ¿quién es Sanemi? -no quería rodeos, solo una respuesta clara y precisa-

Kyojuro: ¡Sanemi, es el Pilar del Viento, es uno de muestros compañeros pilares! ¿Por qué la pregunta joven Tokito? -tenía curiosidad pero mejor era mantener distancia, Tomioka a lo lejos lo miraba  con recelo, era bastante celoso con su pequeño-

Muichiro: bien, gracias... eh... te diré flamita amable sonriente, si no te molesta

Kyojuro: ¡para nada, es un nombre bastante gracioso! -rie animado, le agradaba el joven Tokito- ¡bueno si eso es todo lo que quieres saber entonces nos vemos! ¡Adios joven Tokito, cuide de su salud!

Muichiro: si, si, adios flamita amable sonriente -se despidio sin ganas-

A lo lejos, visualizo una silueta, su madre estaba ahí. Sin esperar corrió hacía él, necesitaba un abrazo, un besito en la cabeza y muchos mimos. Necesitaba sentierse protegido principalmente.

Su cara pasó de felicidad a disgutó caundo vio a ese... ¿como se llamaba? ¿senime? ¿salame? ¿salami? No lo recordaba pero eso no importaba, lo quería lejos de Tomioka, muy lejos.

Ese maldito lo intentó lastimar, Iguro también, algún día se vengaría de ese hombre serpiente. Ahora debía alejar al anciano de Giyuu. Que mejor que restregandole en la cara que Giyuu era SU mamá, solo suyo.

Muichiro: mamá, mamá... te extrañe -abrazó por la cintura a su madre quién correspondio fuertemente el abrazo-

Los celos se sentían a distancia, las miradas celosas y dicertidas se encontraron. El albino chasqueó la lengua disgustado, "maldito niño adorable" pensó.

"Te quitaré a tu mamá, mocoso"

"Eso lo veremos puta"

/Continuara/

Una pregunta... que otros ships quieren... dejen los que quieran y el comentario que tenga más respuestas gana. Así de simple bbys.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 02, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Una flor para otra flor _ObaToki__Omegaverse_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora