"Un nuevo hogar, temporalmente"

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Narrador Omnisciente.
/Por cierto cuando esta escrito así, es por qué son los pensamientos/

Muichiro: ¡¡no si yo te mató primero!! -dijo mientras adoptaba una postura de defensa-

Los golpes no se hicieron esperar, digamos que Mui no le tenía miedo a pelear contra un alfa siendo este más fuerte por la jerarquía en la que esta. Obanai no se quedaba atrás, no iba a dejar pasar esa ofensa, aunque fuera un cachorro.

Con una certera patada en el tobillo, Obanai logró que el menor callera directo al suelo, era hora de ponerlo a dormir, a enseñarle su lugar.

"Ni siquiera se te ocurra, imbécil"

"¿Qué? ¿Quién dijo eso?"

"Es un cachorro, además si fuerás más atento te darias cuenta de lo obvio"

"¿Atento a qué?, imbécil"

"Oye, solo yo te puedo llamar así, imbécil"

Mientras Obanai discutía con su alfa, Tomioka no perdió el tiempo y le dió un puñetazo con todo, en la cara, una clara y obvia advertencia de que se alejara de ellos. Creó que solo un idiota no entendería la indirecta muy directa.

Bueno, ese idiota ya saben quién es, ese golpé para él no fue una advertencia sino como una señal de que un omega, un maldito omega quería pelear con él.

/Tal vez se pregunten, dónde se metió Mitsuri, pues ella fue a buscar ayuda de Himejima, el único beta y por tanto responsable de que nadie hiciera ninguna estúpidez. Pobre de Obanai si lo pillá peleando contra omegas/

Prontó Mitsuti y Himejima se acercarón al lugar de pelea, Tokito sostenía al mayor por la cintura para que suelte el cuello de su madre mientras Giyuu jalaba los cabellos de Iguro para que lo suelte.

Himejima: Obanai, suelta a Giyuu ahora -dijo en un tono ronco y molestó sorprendiendo al alfa-

Obanai: no lo haré -si que tiene pelotas este tipo-

Giyuu: a-ayuda -el agarre del alfa cada vez era más fuerte y sofocante-

Himejima: por última vez te lo repito, sueltalo -demandó en tono autoritario- claro, a menos que quieras que Oyakata-Sama se enteré.

Esas palabras fueron suficientes para Iguro lo soltará, Giyuu pudo respirar tranquilo mientras su cachorro lo ayudaba a mantenerse en pie.

Himejima: bien, ¿quién inició la pelea? -preguntó tranquilo, lo peor ya pasó-

Muichiro: ese idiota de ahí -apunto al alfa- intentó golpear a mi mamá, yo la defendí de ese.

Himejima: Muichiro, Obanai, siganme de inmediato. Este asunto no termina aquí, Oyakata-Sama tiene derecho de saber la verdad -dijo mientras los guíaba a la finca de su Señor-

Los dos lo siguieron sin protestar, no podían contradecir a un gigante de casi dos metros con una fuerza sobre humana.

Al llegar a la finca de su Señor, Himejima los mandó adentro para que hablarán con Oyakata-Sama. Al entrar al cuarto, el Señor de la Finca se quedó un poco confundido, ¿que hacían esos dos ahí? Lo más probable es que se metieron en problemas.

Kagaya: buenas tardes mis niños, ¿que hacen por aquí? ¿te metiste en otro problema Obanai? -preguntó calmado, ya los conocía-

Obanai: golpeé a Tokito y casi mato a Tomioka -respondió sin más, no tenía caso dar vueltas en el asunto-

Kagaya: vaya, eso no me lo esperaba, ¿cúal fue el motivo de tal discusión? -estaba algo sorprendido, ¿que pasó allí?-

Muichiro: él insulto a mi madre, yo lo defendí y después mi madre me defendió a mi de Iguro -dijo sin importancia, solo quería volver a casa-

Kagaya: bueno, para resolver esto ¿por qué no viven juntos un tiempo?, para conocerse y llevarse bien -sugirió con una tranquila sonrisa-

/Oyakata-Sama quiere ver al mundo arder/

Obanai: mmm -que estúpida sugerencia, pero como Oyakata-Sama lo quiere así, lo aceptaré- está bien

Muichiro: no importa... luego lo olvidaré -para ser sincero ni había escuchado la sugerencia-

Kagaya: no sé si puedas olvidarlo mi niño, espero que se lleven bien mis hijos, Kuina, Katana... llevenlos a su estancia -pidió amablemente a sus hijas-

Ambas hermanas asintieron, y los guiaron a una estancia no muy lejos de ahí, era una estancia pequeña pero acogedora. Ya pronto oscurecería pero solo había una habitación.

Obanai maldijo su suerte, mañana le reclamaría a Oyakata-Sama y le pediría que hiciera otra habitación para él. Dentro de ella había dos futones, un escritorio pequeño y un armario mediano.

A Muichiro no le importaba nada, él solo quería volver con su madre y dormir tranquilo en los brazos de él. Esos cálidos brazos que lo envolvían y lo protegían de las pesadillas y malos recuerdos, él lo mantenía calentito y cómodo y hasta le acariciaba la cabeza para que conciliara el sueño más rápido.

Obanai: bien, ni se te ocurra acercarte a mí mientras duerma, o te voy a golpear -amenzó cortante hacía él menor-

Muichiro: no me importa, lo olvidaré luego -dijo sin importancia-

Y si que lo olvidó, a la hora de dormir, el calor de su madre no estaba con él. Solo había un calor aparte de él pero no le gustaba la idea.

Muichiro: oye, oye... ¿puedes dormir conmigo? -preguntó inocentemente-

Obanai: ¿qué? Nunca dormiría contigo idiota -dijo cortante-

"Realmente no tienes cerebro"

"¿Otra vez tú?"

"Escuchame bien muchachito de mierda, si un omega te invita a su lecho, aceptas y punto"

"No aceptaré nunca"

"¿Tienes miedo de que él te rechaze?"

"Yo no le temo a nada"

"Demuestralo"

"Está bien, idiota"

Obanai: está bien, ven aquí mocoso -el futón era mediano pero si hacían espacio entraban dos personas-

Muichiro: ok :3 -estaba feliz, dormiría con alguien que lo ayudara con sus pesadillas-

Sin pensarlo dos veces, se metió en su futón a dormir, se acurrucó en su pecho para poder dormir mejor pero eso incomodó a Iguro quién no sabía como reaccionar en ese momento.

No podía dormir, así de simple, Tokito ya se había dormido hace rato pero él no. Se sentía incómodo, no podía dormir con el mocoso acurrucado en su pecho y con sus piernas enredadas en las suyas.

La posición en la que se encontraba era icómoda, se sentía avergonzado pero a la vez a gusto con el menor. Se sentía extraño, quería estar así con él para siempre, le agradaba el calor corporal del pequeño y su dulce olor a maní con miel.

"Mierda, en que me metí, ya estoy enloqueciendo"

/Continuara/


Una flor para otra flor _ObaToki__Omegaverse_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora