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Capítulo 801: Los dioses finalmente son amables (Parte 1)

Poco después, arrancaron las plumas del cadáver y lo abrieron con el bisturí.

Le quitaron cuidadosamente los órganos y lo lavaron para limpiarlo.

Todo el cadáver se cortó en pedazos. En el proceso, también recolectaron media botella de su sangre.

Todo esto fue hecho por Bai Qinghao.

Como era de esperar, las cosas siempre eran mejores cuando su esposo estaba allí para cuidarla.

Los dos no pudieron soportar tocar la sangre restante y decidieron salvarla.

Fang Xinxin luego recogió un trozo de carne cruda. Ella lo mordió e inmediatamente lo escupió con disgusto. “¡Ew, ew, es tan malo!”

Bai Qinghao la miró con angustia. “El sol está brillante en este momento. El viento también es fuerte. Deja que se seque un poco primero para que sea más apetecible”.

“Es.” Solo podía esperar a que la carne cruda se secara antes de volver a comerla.

Los dos dependían de la carne y la sangre que habían recolectado, así como del rocío de la mañana, para sobrevivir durante los próximos dos días.

Después de nueve días, a la medianoche, el océano se volvió extremadamente feroz. Cada ola que pasaba junto a ellos los arrastraba bajo la superficie.

Confiaron en el chaleco salvavidas y en su fuerza de voluntad para salir a la superficie cada vez.

Sin embargo, el aire húmedo dejó a Bai Qinghao y Fang Xinxin jadeando de anticipación. Parecía que pronto llovería.

Como era de esperar, treinta minutos después, apareció una fuerte tormenta.

Abrieron la boca emocionados y juntaron las manos para beber, satisfaciendo por completo su sed.

Finalmente, podrían dejar de preocuparse por el agua por un tiempo.

Cuando estuvieron completamente saciados, Bai Qinghao tiró la mayoría de las cosas en el botiquín de primeros auxilios.

Casi se había recuperado de sus heridas. Era más importante recolectar agua de lluvia en este momento.

Guardó algunas pastillas para reducir la fiebre y algunos de los medicamentos para heridas en una pequeña bolsa ziploc.

La botella de alcohol isopropílico se vació y se lavó con agua de lluvia antes de llenarla.

Las otras dos botellas vacías también se llenaron.

El enorme botiquín de primeros auxilios en sí probablemente podría contener diez kilogramos de agua.

Con una reserva adecuada de agua, sobrevivirían durante los próximos días.

El botiquín de primeros auxilios permanecería a flote sin ninguno de sus esfuerzos. Incluso las tres botellas de agua de lluvia podrían cerrarse correctamente.

Fang Xinxin rasgó una parte de la camisa de Bai Qinghao en tiras y ató las botellas al botiquín de primeros auxilios.

De esta manera, el agua restante no sería una carga para ellos.

Después de todo su trabajo, como una broma cruel, siguió la lluvia durante dos días y dos noches.

Las poderosas gotas de lluvia se estrellaron dolorosamente contra su piel. Apenas podían mantener los ojos abiertos.

A veces, Bai Qinghao extendía las manos para proteger a su esposa. Fue una pena que sus esfuerzos apenas hicieran una diferencia.

Debido a la enorme tormenta, las olas también eran poderosas. A veces, los barría a veinte metros de distancia y, a veces, los arrojaba hacia arriba.

La esposa mimadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora