Cuidar de ellos

El pedido de Draco

-Hermione es sólo una semana por favor- 

-Lo mismo deijiste la última vez y volviste 15 días después-

-pero esta vez no será igual, además no estarás tú sola cuidándolos- le dijo afirmándolo-

 -está bien, pero si Snape los  hace llorar por no tener paciencia me los llevaré y que ni reclame nada- le dijo apuntándolo con un dedo-

-se nota que ya haz superado su separación cómo tanto dices- le dijo en burla pero se arrepintió cuando vio hacia dónde se dirigía la varita de ella -okey, le diré que sea más paciente- se lo dijo cuando ella se iba a retirar -por qué los hice padrinos...- dijo en voz baja -te escuché hurón- gritó ella antes de desaparecer.

mientras tanto en la Calle de la Hiladera

-haber... almohada, pociones, regalos... algo me falta- decía Snape observando sus equipaje -ay, casi me olvido de lo más importante- 

estaba terminando de alistar todo cuando de repente escucho una aparición en su sala -padrino?-  pregunto Draco -arriba en la biblioteca- le gritó 

lo miraba desde el marco de su puerta hasta que decidió hablar -ya tienes todo listo?, o sigues nervioso por verla- él lo miro con molestia -si tuviera problemas con verla no iría, es más, ahora mismo haría que rogaras por que cuide a tus mocosos- le dijo con autosuficiencia. -si claro- se burlo el rubio

-hablando de eso, te mencionó algo?- pregunto muy curioso, si bien no habían terminado muy bien la última vez, esperaba que ella mínimo preguntara por él  -sobre las cosas que tiene que hacer o sobre ti?-dijo él y Snape volteo los ojos hacia arriba -sobre quién más voy a preguntar-

-bueno sólo me dijo que se iría con los niños si no los tratas con paciencia, y que le importaba un comino lo que dijeras- siempre tan valiente la gryffindor pensó Snape -bueno, si la vez dile que no es lo mismo tener paciencia con niños que con sabelotodos insufribles- le dijo poniendo un final a su conversación -pues se lo dirás tu mismo, yo ya me voy, te quiero en 30 minutos en mi casa ¡¡Adios!!- grito el joven antes de marcharse.

lo dejo con la palabra en la boca y los pensamientos revuletos, esta vez quería conversar con ella sobre los dos, mentiría si dijera que estos úlimos meses han sido normales, cuántas veces se despertó añorando que del otro lado de la cama ella estuviera aún con él, escuchar su parloteo desde tan temprano y tener la certeza que al final del día seguía con la muejer que lo quería.