Cuidar de ellos

Martes y el jod... joven Joshep (parte 1)

ya en la mañana

-niños levántense hoy tienen que ir al jardín- les dijo Hermione abriendo las cortinas -nooo la luz, la luz quema- dijo Abraxas -no sean escandalosos, el tío Severus está haciendo hot cake, vamos si no se enfría- la única manera de que bajaran rápido unos niños de esa edad era proponiéndoles una carrera, y como era de esperar, su madrina perdió

entraron riéndose a la cocina -benos días tío sev- se acercaron y estaban por agarrar un plato e ir a la sala -a dónde creen que van?- los detuvo cuando vio sus intenciones -a la sala padino, papi nos hace tomal desaguno ahí poque tabaja en la mesa  y die que necesita espacio- dijo Lucius -bueno mientras estén a mi cuidado todos comemos juntos en la mesa y sin peros- los cargó para subirlos en sus sillas altas

-veo que pusiste orden- le dijo Hermione antes de sentarse -si no les enseñan a comer correctamente desde ahora en Hogwarts yo mismo les quitaré puntos- dijo con suficiencia mientras les cortaba su desayuno en pedazos -tienes toda la razón... cuáles son los planes de hoy?- le pregunto mientras comían -bueno primero los dejamos en el kinder, tú vas al ministerio, yo termino de tomar unas pruebas y nos vemos en el almuerzo, pensaba que podríamos ir al restaurante que está por el callejón diagon, al que siempre ibam...- lo interrumpió -no creo que podamos, Joshep ayer me llamó me dijo que quería conocer a los niños, nos invitará a comer- no lo miro, no quería ver su muecas o seños fruncidos -bueno, conoceremos a este tal Joshep- dijo sin querer tocar más el asunto, estaba celoso, no sabía si ese joven ya había capturado el corazón de su amada, pero lo eliminaría digo lo adivinaría con sólo verlo

terminado el desayuno -bueno llevaré a estos niños al kinder, despídanse de su padrino- corrieron a darle un abrazo -atios padino, te quedemos mucho- se quedo con una gran sonrisa mientras ellos partían con Hermione

apenas se fueron fue su momento de actuar, si bien estaba nervioso por ese tal Jhony, no le daría un saludo sin antes dar una buena pelea, agarró su varita y dejo hechizos para limpiar y dejar la casa en total orden, en el cuarto de los niños dejo unos juguetes más, se dirigió de vuelta a su casa para cambiarse de ropa, no estaría con la misma levita, hoy se luciría para dejar en bajo a ese tipejo, se arregló, se miró al espejo y se quedo pensando, la verdad era que a él no le gustaba mucho su aspecto pero con Hermione aprendió que era atractivo, al menos así se sentía cuando ella  lo miraba, estaba muy concentrado hasta que llamaron a su chimenea

-Severus?-pregunto la mujer -Minerva que se te ofrece estoy en medio de algo- le dijo acercándose a las llamas -no lo puedo creer, me parece o te alisaste el pelo- se quedo mirándolo -no te voy a responder eso- se volteó rápidamente -ya dime para que llamabas- ya quería acabar con esa conversación -no me des la espalda jovencito, hoy tenías que dar una prueba a los de tercer año- el sólo sonrío -te dije que no podría y busque un respaldo, ahora estoy cuidando a los hijos de Draco, y como veras es muy cansado - ella empezó a reír -no me digas que por ellos te estás arreglando, acá hay algo más, no será que Hermione los está visitando también?- bruja y entrometida, lo aceptaba, pero le funcionaba siempre -puede ser, hablamos después, ya me voy- dijo para cerrar la red -cuídala bien, ya volverán a estar juntos si lo haces bien esta vez- las llamas se apagaron -eso espero- murmuro

En el jardín
-Herms, al final cómo harán?-preguntaba su amiga de toda su época escolar -ayer estuve preocupada por el encuentro que tendrán los dos, si bien Josh es un chico tierno y caballeroso con todos, Snape es posesivo y burlón con cualquiera que le dirija la palabra, no se que podrá pasar ahora- dijo angustiada la castaña -mira lo peor que puede pasar es que Snape le mande unas maldiciones si se ponen en duelo, pero conociéndolo no lo hará por sus ahijados que estarán presentes- le respondió para tranquilizarla -no te preocupes Herms, que es lo peor que podría pasar-

Lo peor ninguna se lo imaginaba, pero ya no tenía dudas cuando miro a su alrededor y sólo esperaba que su pareja respondiera bien a los antibióticos tanto para la inflamación como para la comezón que causaba el yeso de su brazo