𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓𝐄𝐑 ┇「 𝐒𝐎𝐇𝐘𝐎 」

𝐑𝐚𝐢𝐧𝐲 𝐍𝐢𝐠𝐡𝐭

—¿Amor?

El estridente sonido de un trueno la alteró, haciendo que se volviera bolita debajo de la sábanas, respiró con fuerza cuando la lluvia se volvió más fuerte y golpeaba con fuerza en su ventana. La noche parecía una pesadilla para Somi, quien no quería ni abrir sus ojos, prácticamente temblaba de miedo. Siempre había tenido cierta fobia a las tormentas o lluvias fuertes, su madre solía dormir con ella mientras le contaba historias absurdas, las cuales no lograba entender. También tenía la costumbre de cantarle con aquella dulce breathy voz que poseía, y que ella había heredado.

Pero fue creciendo, y su madre comenzaba a trabajar a tiempo completo. En esas noches solitarias de lluvia llamaba a Tzuyu por el teléfono para poder distraerse, escuchaba música a todo volumen con audífonos, o hacía cualquier otra cosa para matar tiempo y terminar aburriendose, o en caso contrario, muriendo del sueño.

Suspiró cuando sintió la cama hundirse muy cerca de ella. Se volvió hacia la chica de mejillas abultadas, está la observaba con detenimiento y una pequeña sonrisa enternecida. Trató de ignorar el hecho de que estaba tronando más fuerte que antes, sólo quería dormir abrazando el suave cuerpo de Jihyo y no levantarse nunca de la cama, quería disfrutar de su hermosa chica por lo que le quedaba de vida.

Rodeó la cintura de la mayor entre sus fuertes y temblorosos brazos.

—Som, es sólo una tormenta. —su linda novia trató de calmarle, tomando su sonrojado rostro entre sus pequeñas manos. Dejó un beso en sus maltratados labios, esto debido al crudo frío de aquel invierno. Y a pesar de eso, su corazón se sintió increíblemente cálido.

Somi abrazó con fuerza a Jihyo, escondiendo su cara en el cuello de la contraria, oliendo el jabón de margaritas con el que se había bañado minutos antes.

—No se vaya, por favor. —rogó con la voz entrecortada, pegándose más a su novia.

—Amor... —le llamó con calma, acariciando sus cabellos— ¿A dónde se supone que voy a ir con ésta tormenta? —preguntó sin poder aguantar la ternura que Somi desprendía— Yo jamás te dejaría sola, Som, sin importar la situación en la que te encuentres.

La menor no pudo evitar los latidos desenfrenados de su pobre corazón. Prefirió quedarse en su pequeño escondite, comenzando a dejar cortos y dulces besos sobre el cuello de su novia. Jihyo río ante el cosquilleo en la zona besada. Somi dejó de sentir miedo, pero comenzó a tener vergüenza ante su novia, se comportó como una niña.

—Unnie, y-yo... —no pudo terminar la frase, otro trueno impactó la ciudad.

El miedo no tardó en regresar.

—Tranquila, ya va a pasar. —Jihyo susurró bajito.