𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓𝐄𝐑 ┇「 𝐒𝐎𝐇𝐘𝐎 」

𝐁𝐥𝐮𝐞 𝐅𝐥𝐨𝐰𝐞𝐫𝐬

Era un día bastante soleado para ser invierno, la fría brisa chocaba contra su rostro y la fuerte luz hacía que entrecerrara los ojos. Tocó el timbre de la casa, sosteniendo el ramo de flores azules contra su pecho, respirando lentamente mientras trataba de controlar su nervios.

Suspiró cuando la puerta se abrió, negándose a si quiera mirarla.

—Hola. —susurró Somi, sorprendida por la repentina visita.

—Hola. —dijo Jihyo de igual manera, sintiendo los intensos ojos de la contraria analizarla.

Habían pasado tres meses desde la última vez que se vieron. Jihyo necesitaba tiempo para pensar y Somi decidió ceder, quería que su novia acomodara todas las cosas que rondaban por su mente. Espero paciente, enviando mensajes continuamente preguntando cómo se encontraba, cómo iban las cosas con la universidad, si dormía las horas suficientes y comía adecuadamente.

Jihyo trató de mantenerla lo más informada posible, su madre no le permitía usar tanto el teléfono o andar en internet, no era sano para ella, nunca lo había sido y menos en esos momentos. Solo pudo responder los mensajes de Somi durante la primera semana. La mayor tomó la decisión de internarse, todo con el apoyo de sus padres y el de su novia.

Jihyo parecía estar mucho mejor después de aquel inconveniente, y así fue por mucho más tiempo a pesar de que seguía siendo molestada en la escuela, ya no se culpaba por nada e ignoraba las miradas despectivas. Hasta que cumplió 18 años y conoció a Somi, formando una relación después de dos meses de conocerse.

Las inseguridades volvieron de a poco.

Somi era una chica muy popular, llamaba mucho la atención y al estar con ella, Jihyo también lo hacía. Las personas la encontraban inusual, alguien tan atractiva siendo lesbiana y además saliendo con la gorda marginada. Las cosas tomaron un mejor rumbo cuando entró a la universidad. Conoció a muchas personas y comenzaba a sentirse más aceptada.

Su cabeza jugaba suciamente, siempre poniendo en duda el amor que Somi sentía por ella, siempre comparándola con los demás a su alrededor, distorsionando sus pensamientos y destruyendo su autoestima. De repente ya no se sentía a gusto con ser tocada o observada por su novia, quería esconderse en su habitación. Tuvo la valentía de hablarlo con sus padres y hacer lo que era mejor para sí misma.

Y ahí estaba, después de tres meses, parada en el umbral de la puerta, luciendo completamente diferente a como Somi recordaba. Su cabello aún era rubio, se veía mucho más delgada, pero manteniendo sus mejillas rellenas. Vestía ropa ajustada por primera vez en toda su vida y no cubría su papada con bufandas.

Por un momento sintió que sus pies dejaban el suelo. Los labios de Jihyo seguían siendo igual de suaves y adictivos. Se atrevió a recorrer sus manos por la pequeña silueta de la más baja, sin poder creer que estaba ahí, entre sus brazos.

—Te amo. —susurró sin aliento sobre los labios contrarios, sobrellevada por sus emociones— Te amo mucho, Park Jihyo.

La menor rió felizmente, besándola otra vez.

—¿Me vas a dejar entrar? —preguntó divertida— Me estoy muriendo de frío y tú ni siquiera llevas un abrigo. —golpeó su pecho suavemente— ¡Tienes el cabello mojado, Jeon Somi, te vas a resfriar!

Y con eso, se dió cuenta de que Jihyo sé veía más hermosa que cuando estaba feliz.

—¿Qué tal la universidad? —preguntó Jihyo, acomodándose sobre el regazo de Somi.

Apartó los rebeldes mechones que caían sobre el rostro de su novia, llevaba el cabello algo largo. La contraria se abrazó a su cintura, ocultándose en su cuello y dejando cortos besos sobre este.

—Es horrible. —se quejó— Jackson se consiguió un novio y ahora me deja de lado.

La mayor dejó escapar un sonido de sorpresa.

—¿De verdad?

—Si. —respondió, está vez succionando la sensible piel de Jihyo, haciendo que está se removiera— Extrañaba esto.

—No tuve la oportunidad de conocerlo. —murmuró, soltando un pequeño jadeo—. Amor, me vas a dejar toda marcada.

—Lo siento, pero realmente te extrañé. —se excusó, besando la roja marca. Desaparecería en un par de horas, pero para ella era suficiente— ¿Ya te dije que te amo?

—Mas de mil veces desde que llegué. —aseguró, besando la nariz de la más alta— Y yo también te amo mucho, Somi-ssi.

Dejó un beso sobre sus mejillas, su frente y por último sobre sus labios, suspirando en el proceso.

—¿Puedes quedarte conmigo esta noche, por favor? Siento que vas a irte otra vez. —Somi, susurró gentilmente— Por favor.

—Si, amor.

𝐅𝐈𝐍

nos estaremos viendo en otro fic muuuy pronto 😉
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